Los trabajadores que mantienen en funcionamiento la mayor residencia de mayores de España están hartos de cobrar tarde. Más de un centenar de los 450 integrantes de la plantilla del Hogar Santa Rita se concentraron este lunes 27 de febrero de 2023 a las puertas de esta residencia geriátrica de Puerto de la Cruz, que atiende a más de 500 usuarios, para exigir que les paguen sus salarios entre los días 1 y 5 de cada mes, y para reclamar, a través de sus representantes sindicales, la dimisión del director gerente,Tomás Villar. Al máximo responsable de la fundación que gestiona la residencia le dedicaron cánticos como «¡nuestro gerente es un incompetente!» o «¡gerente, escucha, Santa Rita está en la lucha!». Después de cobrar tarde cuatro de los últimos diez sueldos, volvieron a advertir que están a un paso de plantarse: «¡Si esto no se arregla, huelga, huelga, huelga!».
Relacionadas
La concentración duplicó con creces la asistencia a la última protesta, que fue el pasado septiembre, y se repetirá cada día 6, en el caso de que los salarios de subsistencia que se pagan, de apenas 900 o 1.000 euros, no se abonen en los primeros cinco días de cada mes. Todos los sindicatos que forman parte del Comité de Empresa (CCOO, UGT e Intersindical Canaria) apoyaron la protesta y se dejaron ver y escuchar con banderas, pitos y bocinas. El responsable de la Federación de Sanidad del Sector Sociosanitario de CCOO en Tenerife, Alexis Rodríguez, lamentó que la plantilla «siga sufriendo los mismos errores y la misma incapacidad que el año pasado, con salarios que se han pagado este mes el día 17, sin ninguna garantía de que esto no vaya a repetirse en marzo. Y eso está generando situaciones muy complicadas a muchos compañeros. La incapacidad del gerente es manifiesta y seguimos insistiendo en que tanto el Cabildo como el Comité de Empresa deben entrar en el patronato que gestiona la fundación».
Para Rodríguez, Tomás Villar es «el máximo responsable de que este problema no tenga solución y de que se siga bloqueando la entrada de los representantes de los trabajadores y del Cabildo en el patronato. Pese a que la administración insular tiene 374 plazas concertadas, el 73% de la población del centro, que le suponen unos ingresos de 456.000 euros mensuales, casi 6 millones de euros al año. Su viabilidad depende de eso y vetan la entrada del Cabildo. No se sostiene».
Rodríguez también advirtió de que el gerente, «incapaz de arreglar todos los conflictos que se han dado», tampoco es la persona adecuada para pilotar la adaptación de Santa Rita al cambio de modelo en la atención sociosanitaria, que aboga por centros más pequeños. «Esta es una fundación sin ánimo de lucro, por lo que no se entiende que las cuentas no estén claras y que se tenga miedo a ser transparente», sentenció.
Fran Baute, de Intersindical Canaria, recalcó que «algo tan básico como cobrar el salario en tiempo y forma parece revolucionario en una fundación que se supone que tiene solvencia y patrimonio. Esto es fruto de una gestión nefasta y de un enrocamiento que cada vez es mayor por parte de la Gerencia de Santa Rita, cuyo patronato debe democratizarse y evitar el oscurantismo y la cerrazón». Baute se mostró convencido de que «Villar forma parte del problema, es el problema en sí mismo, así que él y sus cómplices en el patronato deben permitir el relevo».
«Cuando todos los agentes que intervenimos en Santa Rita caminamos en la misma dirección y ponemos el foco en una gestión inoperativa, no puede ser que los kamikazes seamos nosotros. Hay un kamikaze, que camina en dirección contraria y además no escucha, que es el señor Villar», afirmó Baute, quien quiso reconocer la entrega de unos trabajadores que «pese a cobrar el día 17 han seguido desempeñando sus labores con absoluta profesionalidad».