La plantilla de Titsa comenzará una huelga el próximo 7 de septiembre si prospera el preaviso que presentó el comité de empresa, que lo sustenta en la disconformidad y el cansancio de los trabajadores por una gestión de la compañía, respecto a la relación con la plantilla, marcada por la improvisación, el incumplimiento del convenio, la aplicación de decisiones unilaterales por parte de la dirección, la falta de diálogo, la imposición de «sanciones arbitrarias» y por «el menosprecio sistemático al trabajo y al descanso de los trabajadores».

Intersindical Canaria es el sindicato de representación mayoritaria de los 1.711 empleados de la empresa pública de transporte en guagua. De ellos, más de 1.200 son conductores, casi 250 están adscritos al taller, 150 trabajan en las estaciones y en labores de tráfico y un 90 personas están dedicadas a labores de la administración y a la dirección. Desde el lunes, este colectivo activó el protocolo de «no colaboración» con la empresa a la espera de respuesta.