El presidente del Cabildo de Tenerife, Pedro Martín, muestra su respaldo al proyecto del macrocomplejo turístico Punta de Abona porque aporta beneficios a un municipio necesitado de inversión y la diversificación de su economía, no masifica la ocupación de suelo al ser Arico el segundo municipio en extensión de la Isla y su diseño responde a los condicionantes impuestos por la administración. Con ello, expone su discrepancia con el Gobierno de Canarias, que paraliza la realización de esta obra con argumentos medioambientales y urbanísticos.

«No creo que presente un problema de masificación turística», asegura Martín Domínguez, quien recurre al hecho de que «Arico es el municipio más grande de la Isla, si quitamos La Orotava, con el Parque Nacional del Teide». En esa línea, también alude a que «el edificio más grande y el que ocupa más espacio en sus límites es el Complejo Ambiental», inmueble principal del vertedero insular.

Desde la perspectiva técnica, Pedro Martín sostiene que el complejo turístico Punta de Abona es un proyecto «que se ha ido modificando en función de los requerimientos de las administraciones, también desde el punto de vista ambiental, y, probablemente, se podrían hacer nuevos cambios en base a lo que exija la evaluación en este ámbito». En consonancia con ese análisis, valora que «podría ser un proyecto interesante y bueno para Arico que, desgraciadamente, como muchos otros que se plantean en esta Isla, son cuestionados después de décadas y décadas de espera». El presidente del Cabildo lo tiene claro: «Me parece legítimo que se pueda desarrollar un proyecto turístico allí. No se está pidiendo más».

Diferencias en el PSOE

Con ello, Pedro Martín escenifica la existencia de diferencias de criterio en el seno del PSOE respecto a esta obra. Discrepa así del consejero regional de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Política Territorial, José Antonio Valbuena, quien sostiene que el complejo turístico Punta de Abona «no reporta ningún beneficio al medio ambiente, por muchas medidas compensatorias que se propongan», además de que «desencadenaría daños irreparables». Por ello, el Gobierno canario rechazó la suspensión parcial del planeamiento de Arico para hacer posible la construcción de este proyecto.

Punta de Abona fue declarado en 2016 como proyecto estratégico por el Gobierno de Canarias. Por ello, el Cabildo de Tenerife propuso, en 2018, modificar las normas subsidiarias vigentes en Arico, medida que rechaza ahora el Ejecutivo regional. Lo hace en base a un informe de la Viceconsejería de Lucha contra el Cambio Climático y Transición Ecológica que, además de referirse a que «incumple la determinación del Plan Insular de Ordenación relativa al ámbito de implantación de los usos turísticos», cita afecciones a un espacio con más de 30 especies que precisan algún grado de protección –incluso al peligro de extinción, en algunos casos– así como al sistema dunar existente en el lugar y los tabaibales.

El futuro del proyecto depende del Plan General de Ordenación (PGO) supletorio, un documento que elabora en la actualidad el Gobierno de Canarias y al que está incorporada la iniciativa de la empresa Playa de Arico SA, según se anunció el 20 de enero de 2020. Ese planeamiento será el que determine los usos compatibles para el suelo de esta franja de la costa de Arico.

Las cifras

Punta de Abona es un proyecto valorado en más de 300 millones de euros de inversión privada (de la familia Giacomini) que dotaría a Arico de casi 3.000 camas turísticas en cuatro hoteles de cinco estrellas. Crearía 1.550 empleos directos (más cientos indirectos), de los que entre el 50% y el 70% ocuparía el mercado local. Ocuparía 1.700.000 metros cuadrados, de los que 300.000 (el 17%) tienen uso hotelero (entre 62.000 y 81.000 metros cuadrados cada uno); más de 400.000 servirían de paseo litoral; 560.000 metros cuadrados albergarían un espacio de regeneración ambiental y otros 50.000 plazas y parques públicos, además de un equipamiento comercial y recreativo. Utilizaría energía renovable eólica, solar, hidráulica, geotérmica, mareomotriz y aerotérmica combinadas con sistemas de gestión y control.