La reapertura de la Cueva del Viento, el tubo volcánico más largo de Europa, se ha saldado con un éxito de asistencia. Desde que el Cabildo de Tenerife retomara la actividad en esta cavidad ubicada en el municipio de Icod de los Vinos, el 20 de febrero, se ha triplicado el número de visitantes en su segundo trimestre de actividad. Este recurso turístico, gestionado a través de la empresa pública Ideco, ha recibido la visita de más de 4.000 personas en seis meses, de las que 907 corresponden al primer trimestre y 3.098 al segundo.

La Cueva del Viento no es solo el tubo volcánico más largo de Europa, sino también el sexto del mundo. Originado por las coladas del Pico Viejo, situado junto al Teide, se formó hace 27.000 años y su nombre se debe a las importantes corrientes de aire que se producen en su interior. Convertido en una especie de museo geológico, se trata de un lugar único porque sus galerías se extienden en tres niveles superpuestos, cuenta con numerosas ramificaciones aún sin explorar y presenta una gran variedad de estructuras de origen primario como estalactitas de lava, cascadas lávicas, terrazas laterales o lagos de lava. A su belleza física se une un alto valor ecológico, científico y arqueológico, por tratarse del hogar de especies únicas, como la cucaracha sin ojos loboptera subterránea, y albergar restos de enterramientos guanches y fósiles de vertebrados ya extinguidos en la Isla como la hubara o la rata y el lagarto gigantes.

La visita a la cueva, que se realiza previa reserva en la web www.cuevadelviento.net, tiene un precio de 20 euros para adultos y 8,50 para niños mayores de cinco años, aunque para los residentes canarios el precio se reduce a 10 y 5 euros, respectivamente.

La consejera insular de Museos, Concepción Rivero, explica que los datos de visitantes «confirman el interés que despierta la cueva entre los turistas que visitan Tenerife». «Hemos aumentado la oferta de plazas en un 250% en el último trimestre, con 320 rutas en cuatro idiomas para grupos reducidos que han seguido un estricto protocolo sanitario».

De estas rutas, 194 se han realizado en español, con un total de 1.926 visitantes nacionales, 67 en inglés (632 ), 41 en alemán (377) y 18 en francés (163). «Nos hemos adaptado a las circunstancias para que nuestros visitantes puedan conocer la cueva de una forma segura para todos, con aforo limitado y mascarilla obligatoria durante el recorrido”, destaca la consejera insular.