Cruz Roja y el Cabildo han impulsado durante los primeros seis meses del año el combate frente a la brecha digital entre 448 mayores de Tenerife. El proyecto Tenerife Cuida, financiado por la Consejería Insular de Acción Social ha contado con 118 voluntarios, que han ayudado a combatir el aislamiento de este sector de la población, una situación agravada por los efectos de la Covid-19. Se ha trabajado tanto en el área informática como en actividades de deporte y de estimulación cognitiva a través de las tabletas. Un 35% de los usuarios ha aprendido a realizar trámites por Internet como solicitar una cita médica o consultar el periódico, frente al escaso 4% que conocía esta posibilidad al inicio del proyecto.

La iniciativa ha beneficiado a personas de distintos municipios de la Isla con edades comprendidas entre los 65 y los 90 años. Los voluntarios, por su parte, han aportado desinteresadamente su trabajo para luchar contra el aislamiento que sufre este sector poblacional.

Más de 20.000 intervenciones

Después de más de 20.000 intervenciones realizadas en la red de centros de la organización humanitaria se ha logrado mejorar la conectividad de los mayores mediante tabletas facilitadas gratuitamente. A través de diferentes actividades se les ha enseñado el uso de aplicaciones como el WhatsApp o facilitado la búsquedas en Internet de imágenes, vídeos o noticias.

El pasado mes de enero, al inicio de la iniciativa, tan solo un 4% de los participantes sabía hacer trámites por Internet, mientras que al término del proyecto esa cifra se ha elevado al 35%.

Asimismo, un 85% ya se desenvuelve con soltura con aplicaciones de mensajería instantánea, frente al 53% que poseía nociones básicas de las mismas al inicio del desarrollo del programa.

Melania Leal, coordinadora del proyecto, explica; «Hemos trabajado desde distintos ángulos con los mayores, a fin de poner solución a los principales problemas que les atañen». Para ello, indica que se han llevado a cabo «ejercicios de estimulación, que permiten prevenir y ralentizar el deterioro cognitivo, que suele acentuarse con el paso de los años».

Leal señala que se han organizado talleres deportivos presenciales, variando los aforos y priorizando los espacios abiertos, en concordancia con las recomendaciones para evitar contagios. Además, se ha dotado a los dispositivos electrónicos de vídeos con instrucciones de cómo hacer ejercicio en casa, previa formación de monitores especializados; unas tareas «que buscan favorecer a la agilidad de los usuarios, para que conserven su autonomía el mayor tiempo posible», valora Leal.

Tenerife Cuida nace a partir del confinamiento domiciliario de marzo del año pasado. Esta situación puso de relieve la vulnerabilidad de muchas personas de la denominada tercera edad. Con patologías previas o movilidad reducida, experimentaron dificultades para ponerse en contacto con sus allegados y muchos se sintieron solos. A ello se unió la irrupción de la Covid-19 con restricciones como el cierre de centros de día a los que los mayores solían acudir por motivos de ocio, pero también de salud mental.

El programa surge para dar respuesta a quienes han sufrido las consecuencias de un aislamiento prolongado. Para contrarrestarlo se ha usado la tecnología como en el caso de los asistentes de voz, que permiten a usuarios con mayor grado de dependencia hacer consultas en la red, programar recordatorios o realizar llamadas a familias y amistades. Pero, por encima de todo, la clave ha estado en el cariño y la profesionalidad de unos voluntarios que se han desvivido y ahora ven los resultados.