Cinco concejales del PSOE enfrentados al alcalde, José Julián Mena, y el edil no adscrito solicitan «protección policial durante las sesiones plenarias», tanto en el exterior como en el interior de las instalaciones municipales donde se celebren. Argumentan presuntas «faltas de respeto, insultos y descalificaciones del personal eventual del Ayuntamiento de Arona en los plenos». Entre las afirmaciones contenidas en los documentos presentados ante la Administración aronera, a los que ha tenido acceso EL DÍA, se alude a que, al parecer, «durante los últimos plenos municipales se han emitido, contra concejales presentes, insultos, mensajes vejatorios altamente ofensivos, sexistas y humillantes».

La solicitud, presentada en todos los casos a título individual, se formula «encarecidamente» y «con el único ánimo de que el máximo órgano de representación municipal y de la ciudadanía pueda celebrarse con total normalidad». Hasta el momento, el resto de la oposición municipal (PP, CC, Ciudadanos por Arona, Ciudadanos y Sí Podemos Arona) no ha formalizado esta petición.

La misma se registra después de que, a raíz de la última sesión plenaria ordinaria celebrada el 27 de mayo, Jorge Alayón, expresidente municipal de Juventudes Socialistas y personal eventual, denunciara ante la Policía Local y la Guardia Civil un supuesto ataque homófobo. Culpa del mismo a «la mujer de un concejal», que identifica después como José Luis Gómez en declaraciones a Onda Tenerife. Asegura que le dijo «cállate, mariconazo». De ello queda constancia en una grabación del pleno que incluye el Partido Popular (PP)en su cuenta de Facebook.

Antecedentes

No es la primera ocasión en la que el Pleno vive, durante el mandato actual, una situación tensa a causa de un improperio. En el transcurso de la sesión celebrada el 25 de marzo pasado, en el Centro Cultural de Valle San Lorenzo, también se escuchó como un concejal llamaba «payaso» al alcalde de Arona cuando este no le daba la palabra al edil José Luis Gómez.

Es el enésimo episodio en la crisis de gobierno que vive Arona desde hace más de un año, cuyas consecuencias esenciales han sido la expulsión del PSOE del concejal Luis García, hoy no adscrito; la continuidad en el mismo partido de José Julián Mena, por decisión judicial cautelar; el archivo por la Fiscalía de la denuncia presentada por García, por presuntas irregularidades en la gestión del urbanismo local por parte del gobierno municipal; la división por la mitad de la mayoría absoluta del grupo de gobierno y el trasvase del poder a la oposición, que pasa a contar con la mayoría del Pleno municipal.

Hasta el momento, el supuesto intercambio de insultos entre los bandos de concejales del Grupo Municipal Socialista era una cuestión circunscrita a comentarios. La presentación formal de las peticiones de protección policial por parte de los ediles enfrentados al alcalde y sus ediles afines no ha tenido respuesta oficial por parte del gobierno municipal.