Con la puntualidad habitual, la sede de Capitanía General de Canarias, la plaza Weyler y la vía que las separa acogieron al mediodía de ayer los actos de la Pascua Militar en las Islas ante unas 150 personas, entre las que se escuchó algún "viva España" y "viva el Rey". También sin salirse mucho de la norma, y pese a la alta temperatura en el país por la investidura y la necesaria abstención de los independentistas de ERC y Bildu, el jefe del Mando de Canarias, el general Carlos Palacios Zaforteza, reiteró por 2 veces en su discurso que el Ejército y la Armada "continuarán (en 2020) con el cumplimiento de su misión, dentro de nuestras fronteras, como garantía de la soberanía nacional de todos los españoles, así como en el exterior tomando parte en distintas operaciones, constituyendo una herramienta fundamental de la política exterior de España, que busca proyectar la paz y estabilidad en las zonas de conflicto".

Esta fue la segunda alusión a la soberanía nacional un día antes de la pretendida investidura de hoy de Pedro Sánchez. El general la hizo tras los tradicionales "honores de ordenanza" y desfile en parte de la rambla, en el que intervinieron miembros del Mando, Escuadra de Gastadores, Bandera, una compañía del Regimiento de Infantería Tenerife 49, la Banda de Guerra número 2 de la Brigada de Canarias y Música del Mando.

Con la presencia, entre otros, del consejero de Justicia, Seguridad y Administraciones, Julio Pérez; de la rectora de la ULL, Rosa María Aguilar, y de diputados regionales como Luz Reverón (PP), el jefe del Mando de Canarias se dirigió durante unos segundos a algunos de los presentes en la plaza Weyler para explicarles el motivo de la Pascua, originados en 1782 tras la expulsión de los ingleses de Menorca. Ya dentro de Capitanía, y en un salón principal totalmente remodelado hace unos días, Palacios arrancó su discurso en representación del Rey Felipe VI repasando esos hechos de hace más de dos siglos, que llevaron a Carlos III a instaurar el 6 de enero como el día de la Pascua Militar.

No obstante, y tras aludir también a la Gesta del 25 de julio de 1797 en la capital tinerfeña, al poco recalcó que el compromiso del Ejército "para con la sociedad y sus ciudadanos sigue siendo (hoy) el mismo que entonces, y no es otro que la disponibilidad absoluta y permanente para hacer frente a cualquier amenaza a los intereses de España, dentro y fuera de sus fronteras, y a través de la seguridad y defensa de los espacios de soberanía contribuir a la estabilidad y el progreso de todos los canarios, de todos los españoles".

Fue entonces cuando recordó cómo han cumplido con esa misión en 2019, subrayando antes que el "centro de gravedad (del Ejército) radica en el personal y, como tal, nuestra primera prioridad es su formación, motivación y moral". Luego, aludió al despliegue del Mando Naval y Aéreo de Canarias en la Operación Sophia de la UE "con el objetivo de ayudar en la tragedia humanitaria" del Mediterráneo. Asimismo, se refirió al Mando de Canarias y sus tres contingentes en Iraq y Mali para "contribuir a la formación de sus ejércitos en la lucha contra el terrorismo islámico". No olvidó, asimismo, a las unidades canarias de los Ejércitos, la Armada y la Unidad de Emergencias que participaron en misiones en el Índico, Turquía, Líbano, Afganistán, Cabo Verde, Senegal, Mauritania, Gabón, Somalia y Golfo de Guinea "siempre con la misión de proyectar paz y seguridad".

8.000 soldados canarios

Sobre lo hecho en Canarias, resaltó que, en el año ya superado, "8.000 miembros de las Fuerzas Armadas" han garantizado la seguridad con "525 horas patrullando las aguas del Archipiélago mediante la disposición en alerta permanente de los medios del Sistema de Defensa Aérea, que han estado preparados para actuar las 24 horas del día los 7 días de la semana, así como la presencia de las unidades del Mando en las 8 islas". Por supuesto, aludió a la ayuda "con motivo del terrible incendio de agosto en Gran Canaria, donde un gran dispositivo de las FA, liderado por la Unidad Militar de Emergencias, junto con los aviones apagafuegos del Ejército del Aire, complementado por el apoyo logístico desde la Base de Gando y capacidades específicas del de Tierra y la Armada, contribuyó a la difícil pero finalmente exitosa lucha contra las llamas", agradeciendo al Parlamento regional su reconocimiento.

Además, remarcó la colaboración con los cuerpos de seguridad del Estado en ejercicios y operaciones contra el tráfico de drogas, la búsqueda de desaparecidos o la inmigración irregular, a la que presentó como "terrible tragedia humana que azota a los más indefensos en las zonas de conflicto".

Como cierre, y tras apuntar los principales retos para 2020, repasar lo hecho por la Guardia Civil o en materia educativa, pidió a los miembros del Ejército "continuar con la misma línea de profesionalidad y servicio a España", antes de acabar con el también habitual "¡viva España!" y "¡viva el Rey!".