El Ayuntamiento de Tacoronte trabaja en un "extenso documento técnico" que servirá para que el municipio esté mejor preparado para futuro temporales marítimos, según explicó ayer a EL DÍA el alcalde del municipio, José Daniel Díaz. Un año después del temporal que arrancó varios balcones en el edificio Mar y Sol, de Mesa del Mar, el consistorio trabaja en la elaboración de un plan de autoprotección de las zonas más vulnerables a los efectos del oleaje en este municipio del Norte.

El alcalde confirma que el trabajo avanza: "Estamos en la fase de elaboración de un plan específico para las zonas de mayor riesgo del litoral ante fenómenos meteorológicos adversos. Localizamos los lugares más proclives a sufrir daños en casos de mares de leva, como el de los días 17 y 18 de noviembre de 2018, y planteamos propuestas para mejorar la protección de los bienes y, sobre todo, de las personas que residen en esos lugares".

A juicio de Díaz, "lo normal es que este tipo de temporales de gran fuerza se repitan cada cierto tiempo, cada 15 o 20 años, y debemos estar cada vez mejor preparados".

Este documento pone el acento en las estructuras más expuestas y en todos aquellos elementos que sería recomendable trasladar o asegurar para evitar que se conviertan en proyectiles que, desplazados por la fuerza de las olas, agraven los daños causados por el mar.

Armas arrojadizas

Se prestará especial atención a elementos como barandillas, bancos, muros o construcciones innecesarias que agravan los destrozos. "El mar los convierte en armas arrojadizas", advierte el alcalde, quien recuerda que en el citado temporal del año pasado, "la tierra con la que se rellenaron unas piscinas para hacer unos jardines agravó las consecuencias del oleaje".

El Ayuntamiento de Tacoronte invirtió, con ayuda del Gobierno de Canarias, un total de 335.000 euros en la reparación de los daños causados por aquel temporal. Esas ayudas para reponer mobiliario urbano, limpiar la zona y arreglar las piscinas municipales están ahora en fase de justificación ante el Gobierno regional. Los vecinos afectados, la mayoría en el edificio Mar y Sol, también han ejecutado obras en las zonas privadas.

Respecto a este polémico inmueble, Díaz señaló que no existen dudas sobre la estabilidad y la seguridad del edificio Mar y Sol, pese a que reconoce que aún hay zonas "con mal aspecto exterior" en los lugares donde bate el mar con más fuerza. "El paseo que rodea el edificio aún no ha sido restaurado y ese podría ser el punto peor conservado, ya que requiere una potente inversión", detalló.

"La comunidad de propietarios tiene informes sobre la estabilidad del edificio -añadió Díaz-, donde también se han realizado catas en las columnas. No se teme por su estructura, pese a tratarse de una edificación de los años 60 del siglo XX".

Preocupación por El Pris

José Daniel Díaz reconoce a EL DÍA su preocupación respecto a la partida destinada en el presupuesto de 2020 del Gobierno de Canarias para el anhelado refugio pesquero de El Pris: "No la hemos visto reflejada en las cuentas, aunque es posible que esté incluida en alguna partida genérica. Por eso no vamos a negar que estamos preocupados en el Ayuntamiento y también en la Cofradía de Pescadores".

El Pris espera desde hace más de 54 años por este refugio. Y ya hace casi cinco años desde que, en febrero de 2015, el Gobierno de Canarias anunció el inicio de una obra que no se concreta.

Tras el fracaso del proyecto inicial, que planteaba un dique de unos 15 metros con un presupuesto de 300.000 euros, el Gobierno canario licitó, en marzo de 2018, un plan mejorado, con un dique de 45 metros y un presupuesto de unos 600.000 euros. El concurso volvió a quedar desierto.

Ahora existe un proyecto aún más ambicioso, con un presupuesto que ronda los 2 millones de euros, que debía tener financiación en el presupuesto de 2020, con la esperanza de que la obra pudiera comenzar el próximo verano.

Semán: "Deberían revisarse cada diez años"

El decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Tenerife, La Gomera y El Hierro (COACTFE), Argeo Semán, recordó ayer en declaraciones a EL DÍA que "las labores de conservación y mantenimiento de los edificios son claves para garantizar su buen estado, especialmente si están situados muy cerca de la costa". Semán lamenta que la legislación canaria permita que la Inspección Técnica de Edificios (ITE) se produzca cada 80 años, cuando, a su juicio, "deberían revisarse cada diez años".

"A los diez años los problemas son pequeños, pero si se espera 80 años esos problemas pueden convertirse en cuestiones muy graves, como ya hemos visto en algunos casos", advirtió Semán.

Respecto al polémico edificio Mar y Sol, de Mesa del Mar, en Tacoronte, subrayó que confía en que la comunidad de propietarios haya encargado, tras el temporal de hace un año, un informe sobre el estado de la cimentación, la estructura y los balcones para garantizar la seguridad de los residentes, "que es lo más importante".

El dirigente del COACTFE subraya que la población debe concienciarse de "la importancia de dar un adecuado mantenimiento a los edificios" para alargar su vida útil.