Los 600 vecinos del barrio silense de San Bernardo no pueden beber ni usar para cocinar el agua del grifo desde el pasado 10 de octubre, debido a la detección de niveles bajos de cloro y un exceso de bacterias coliformes y E. Coli. El PSOE silense denunció ayer públicamente el incumplimiento de los parámetros sanitarios por parte del servicio municipal de aguas y lo que consideran "pasividad" del gobierno local (CC-PP) ante "un problema tan grave que obligaba a actuar con la máxima rapidez posible, al tratarse de una emergencia social y sanitaria".

El PSOE detalla que "las autoridades sanitarias detectaron el 7 de octubre un exceso de bacterias coliformes y E. Coli, además de ausencia de cloro, así como varios incumplimiento del nivel de cloro de forma continuada el 28 de agosto, el 24 de septiembre y el 7 de octubre".

"La inspectora de sanidad exigió varias medidas para levantar la restricción: informar a la población de la prohibición del agua de consumo especificando los parámetros alterados, algo que no se cumplió en el bando de Alcaldía emitido; proceder a la limpieza y desinfección del depósito afectado; instalar un sistema de filtración y de un equipo de dosificación automática de cloro, y tomar nuevas muestras para analizar los parámetros alterados".

La portavoz del Grupo Municipal Socialista, Inmaculada León, se pregunta "por qué inmediatamente después de recibir el acta no se procedió a la limpieza y desinfección del depósito por la vía de emergencia, y por qué no se han instalado ya los filtros, el nuevo sistema de cloración y la acometida eléctrica de esa instalación". Y añade que "ni hay respuestas por parte del gobierno local ni se ha resuelto la situación".

El PSOE lamenta que el gobierno CC-PP "no haya sido capaz de resolver algo tan grave que afecta a cientos de familias de nuestro municipio, algunas con bajos recursos económicos, que se han visto obligadas a recurrir a la compra de agua embotellada tanto para beber como para cocinar durante ya más de 40 días y sin que se les haya dado una respuesta clara de cuándo se solucionará el problema".

El Grupo Municipal Socialista apunta que "se ve claramente que se ha producido un fallo en el protocolo del control de los parámetros biológicos del agua de consumo humano, ya que si existiera un control a diario de los niveles de cloración, se debería detectar con antelación y no se encadenarían tres meses de continuos incumplimientos".

El gobierno local (CC-PP) respondió ayer que esta restricción es "un problema heredado de la etapa de gobierno socialista" y que el consistorio ha tomado medidas para tratar de resolverlo "lo antes posible".