El nuevo contrato para la gestión de la basura en la Isla premiará a la empresa que se encargue del servicio si consigue mejorar el reciclaje de residuos y reduce los desechos que van a parar al vertedero. Así lo afirmó ayer el consejero insular de Desarrollo Sostenible y Cambio Climático, Javier Rodríguez, quien explicó que en la actualidad se paga a la compañía gestora en función del volumen de residuos que entran en la planta, mientras que con el nuevo contrato se intentará que llegue a las celdas la menor cantidad posible. Para ello, se le pagará una tasa extra que variará en función del porcentaje de materiales que consiga recuperar en la planta para ser reciclados.

El presidente del Cabildo de Tenerife, Pedro Martín, manifestó que la intención es "premiar la menor entrada de residuos en el vertedero, para que la vida útil de las celdas sea la máxima posible", ya que advirtió que no se puede seguir creciendo de manera indefinida en la Planta Insular de Residuos Sólidos de Arico.

De esta manera, Martín ratificó que "se va a primar que se haga una recogida selectiva en origen", no solo por una cuestión medioambiental, sino también económica, ya que el coste total del sistema "estará vinculado a la capacidad de separar los residuos".

El nuevo sistema para gestionar la basura de la Isla podrá entrar en funcionamiento una vez se adjudique el nuevo contrato, que el Cabildo prevé que se produzca durante el primer semestre del próximo año, después de que el Tribunal Administrativo de Contratos Públicos haya autorizado a la Institución insular a continuar con el concurso público, que había sido paralizado de forma cautelar por el recurso de una empresa.

Sin embargo, para poder alcanzar el objetivo de mejorar las cuotas de separación de residuos, el Cabildo tinerfeño deberá contar con la colaboración de los ayuntamientos, ya que son estas administraciones las que tienen la competencia de la recogida de la basura. De esta manera, el consejero insular afirmó que en la actualidad la mayor parte de las ordenanzas municipales son "bastante antiguas" y no siguen la "filosofía del nuevo contrato" de gestión de residuos.

Para cambiar esta situación, el Cabildo elaborará una ordenanza tipo, que después podrán utilizar los municipios como modelo para sus normativas, adaptándola a la realidad de cada localidad.

De esta manera, se tratará de buscar fórmulas para premiar la separación de residuos en origen y también para sancionar a aquellos que no lo lleven a cabo. Sin embargo, Rodríguez afirmó que es un sistema que dependerá de los municipios.

Procedimiento

El contrato para hacerse cargo de los residuos que se generan en la Isla es la mayor licitación del Cabildo de Tenerife en los últimos años. El montante global ascenderá hasta los 715 millones de euros, a gestionar en 19 años, un contrato que ya ha despertado el interés de empresas nacionales e internacionales del sector.

Las compañías interesadas podrán presentar sus ofertas hasta el martes 26 de noviembre, momento en el que finaliza el plazo de licitación, que se reanudó después de que el Tribunal Administrativo de Contratos Públicos desestimara el recurso de Acciona y autorizara a continuar con el proceso sin modificar los pliegos. De esta manera, se añaden los nueve días que faltaban para finalizar el periodo de licitación cuando fue suspendida de manera cautelar.

Pedro Martín aseguró que la decisión de este organismo regional "agilizará mucho el procedimiento" para que el servicio pueda ser adjudicado, ya que si se hubieran tenido que cambiar las condiciones, los plazos se habrían tenido que demorar al menos dos años, debido a que los pliegos tendrían que haber pasado de nuevo por todo los procedimientos establecidos en la normativa.

Cierre del 'Anillo insular' de la depuración

El Cabildo de Tenerife está a punto de firmar un convenio a través del que el Estado destinará 170 millones de euros para la construcción de cuatro nuevas depuradoras, -Guía de Isora-Santiago del Teide, Granadilla, San Miguel-Arona y Acentejo-, y la puesta en marcha de la canalización de la depuradora de La Orotava. El consejero de Desarrollo Sostenible y Cambio Climático, Javier Rodríguez, viajará hoy a Madrid para cerrar los últimos flecos de esta inversión que servirá para "concluir el Anillo insular" de la depuración.

De esta manera, un total de 70 millones se destinarán a las obras de la comarca oeste que darán servicio a 100.000 personas, cuya tramitación está más avanzada, mientras que los 100 millones restantes irán al resto de las obras.

El presidente del Cabildo de Tenerife, Pedro Martín, aseguró que la realidad de la Isla en cuanto al sistema de saneamiento será "completamente diferente dentro de cuatro años", aunque reconoció que todavía quedará mucho trabajo por hacer, ya que apuntó que "todavía existen municipios que no cuentan con una red de saneamiento". Por lo que "es importante" que vean que "se está trabajando" y ya no habrá excusas para no conectarse a las depuradoras.

Además de estas cinco obras que se realizarán gracias a este convenio, también queda pendiente el inicio de los trabajos en la depuradora de Santa Cruz de Tenerife, que ha dado "muchos problemas" y en la que es necesario realizar una inversión inmediata. Martín también señaló que además de las ventajas medioambientales que supondrá contar con estas nuevas obras, que evitarán también las sanciones que ha planteado la Unión Europea, posibilitarán contar con más volumen de agua regenerada, que se destinará al riego de los cultivos.

Las cifras

  • 1.600 toneladas de basura se generan en Tenerife cada día. Una gran cantidad termina en las celdas de vertido del Complejo Ambiental de Tenerife.
  • 100 camiones se desplazan a diario a la Planta Insular de Residuos Sólidos (PIRS) de Arico para depositar allí la basura que recogen de los diferentes municipios.
  • 715 millones de euros es el montante global del concurso para la gestión de los residuos producidos en la Isla. Unos fondos que se repartirán en los 19 años que podrá durar la adjudicación.
  • 5% es el porcentaje de residuos que se recupera en la actualidad en las plantas de tratamiento para que sean reciclados después. Un dato que el Cabildo tinerfeño quiere mejorar a través del nuevo concurso.