Un asalto de película que acabó en Tenerife: así fue el secuestro de un barco con 2.300 kilos de cocaína que acabó con un muerto tirado al mar

La Policía Nacional y Vigilancia Aduanera liberan a ocho tripulantes en un remolcador y lo llevan a Tenerife

Remolcador Sea Paradise en el puerto de Santa Cruz de Tenerife

Remolcador Sea Paradise en el puerto de Santa Cruz de Tenerife / Pedro Fumero

E.D.

Integrantes de la Policía Nacional y funcionarios de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria liberaron a ocho rehenes de un narcosecuestro llevado a cabo en pleno océano Atlántico. Los miembros de una organización criminal de traficantes de droga fueron secuestrados por otro integrante de la tripulación, de origen serbio, cuando realizaban un transporte marítimo de más de 2.300 kilos de cocaína.

Los hechos ocurrieron el pasado mes de noviembre del 2023 y en el mismo intervinieron investigadores de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco), tanto de Madrid como de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Santa Cruz de Tenerife.

Un disparo

Para hacerse con el control de la embarcación, el secuestrador presuntamente disparó a uno de los hombres y arrojó posteriormente su cuerpo al mar. En menos de doce horas, un equipo de intervención se presentó en el punto del Atlántico en el que se encontraba la embarcación con la importante cantidad de sustancia estupefaciente y, tras varias horas de negociaciones en alta mar, lograron la detención del secuestrador y de los otros ocho tripulantes.

La operación, que ha permanecido hasta ahora bajo secreto sumarial, se inició cuando los agentes realizaban una investigación sobre una organización criminal que pretendía introducir en España 2,3 toneladas de cocaína desde Sudamérica, a bordo de un remolcador.

Cerca de Canarias

Los investigadores tuvieron conocimiento de que la droga iba a ser trasvasada a una embarcación menor, muy próxima a Canarias, por lo que se preparó un dispositivo conjunto con el Servicio de Vigilancia Aduanera para la detención de los tripulantes y la incautación de la droga.

Los integrantes de este equipo conjunto lograron identificar a la embarcación nodriza Sea Paradise que se encontraba esperando al segundo buque para trasvasar la droga.

Así se fraguó el golpe

Unas horas antes del previsto abordaje, los agentes tuvieron conocimiento de que uno de los tripulantes del remolcador, de origen serbio, había secuestrado al resto de la tripulación. Además, para lograr tomar el control de la embarcación, el secuestrador habría disparado a uno de los hombres y posteriormente arrojado su cadáver al agua, según la información ofrecida en la jornada de ayer por el cuerpo de seguridad del Estado.

De forma rápida, se movilizaron los medios logísticos y humanos necesarios. Así, un equipo de pilotos especialistas de Vigilancia Aduanera transportó a bordo de su buque Cóndor a una dotación del GEO (Grupo Especial de Operaciones) para que se hiciese cargo de la situación, que tenía como prioridad la salvaguarda de la vida de los secuestrados.

Un asalto de película

En menos de 12 horas, el equipo de intervención estaba en el punto del Atlántico en el que se encontraba la embarcación. En ese momento, los agentes asaltaron el Sea Paradise y establecieron un contacto inicial con la tripulación, quienes ratificaron que se encontraban secuestrados por un hombre serbio, que estaba armado y que había disparado a uno de los tripulantes.

En alta mar, un equipo conjunto de especialistas de la Policía Nacional y Vigilancia Aduanera negoció durante varias horas, hasta que finalmente lograron que el secuestrador dejase el arma y se entregase a las autoridades.

Así, lograron poner a salvo a la tripulación, que temía por su vida, incautar la sustancia estupefaciente y dirigirse al Puerto de Santa Cruz de Tenerife. Ya en tierra, los agentes registraron el barco y localizaron un habitáculo de muy difícil acceso donde se encontraron los 2.300 kilos de cocaína, divididos en fardos que estaban unidos a luces estroboscópicas y garrafas de agua, para que la sustancia estupefaciente pudiese flotar en el agua hasta que fuese recogida.

Como resultado de la denominada operación Neptuno, la Policía Nacional y Vigilancia Aduanera llevaron a cabo la detención de nueve personas, intervinieron los 2.300 kilos de cocaína y equipos electrónicos y satelitales.