Las rutas canarias del narcotráfico

El Archipiélago sigue siendo una zona geoestratégica importante para las mafias de la droga ya sea de la cocaína sudamericana o del hachís del norte de África

Abordado un narcovelero que pasó por Canarias

Abordado un narcovelero que pasó por Canarias / E. D.

El verano que acaba de terminar ha estado marcado en las Islas por el éxito en la lucha contra las redes de narcotráfico internacional que usan el Archipiélago como enlace para sus operaciones. Solo en las últimas semanas del mes de agosto se abordaron cuatro narcoveleros en las cercanías de las Islas que llevó a la detención de 19 hombres y de diversas nacionalidades, y con la incautación de 4.900 kilos de cocaína y 6.000 kilos de hachís.

Unos golpes policiales duros que vuelven a poner de relieve la importancia de las Islas en las rutas del narcotráfico internacional. «Las Islas nunca han dejado de ser un punto estratégico para este negocio, eso no ha cambiado. Lo que sí ha variado es que la presión que se está llevando a cabo en la zona del Estrecho y el Golfo de Cádiz contra el crimen organizado, relacionado con el tráfico de drogas desde Marruecos, ha desviado una parte importante de ese tráfico hacia Canarias y desde aquí después se lleva a la Península», explica el inspector jefe y jefe de Sección de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (Uydco) Las Palmas.

Este cambio ha quedado patente en una de las últimas intervenciones, en concreto la Operación Citizen, en la que la Policía Nacional desmanteló una organización dedicada al tráfico de cocaína y hachís que traían a las Islas para luego llevarlo a varios puntos de la Península. Para ello utilizaban un entramado logístico propio de una empresa multinacional para recepcionar y distribuir la droga.

Se dedicaban tanto a la recepción de hachís procedente del norte de África como a la cocaína llegada desde Sudamérica. En el caso del hachís estos cargamentos suelen llegar a las islas no capitalinas, en particular a Fuerteventura y Lanzarote, donde se almacena y luego desde allí se manda a la Península o hacia Europa, sus destinos finales. «Ha habido un repunte importante en este tipo de tráfico de drogas en nuestro entorno», añade el inspector jefe.

Narcoveleros

Pero si hablamos de grandes operaciones la localización, intervención y abordaje de los narcoveleros es lo más llamativo y quizás el golpe más duro contra estas organizaciones criminales con tentáculos internacionales. La captura de grandes alijos de cocaína con destino hacia Canarias pero que en su mayoría tienen como meta final llegar al mercado peninsular y europeo. Si bien se han abordado tres embarcaciones con un gran cargamento de cocaína en el mes de agosto, el Ministerio del Interior eleva hasta seis los veleros intervenidos en los últimos meses en las cercanías del Archipiélago.

Una intensidad que refleja el trasiego constante en nuestro entorno. «Viene más ligado a un crecimiento de la producción y de la exportación en origen. Podíamos decir que ha habido un excedente de stock en los países productores que viene desde los tiempos de la pandemia. Siguieron produciendo mientras bajó ligeramente la capacidad de sus cadenas de distribución», añade. Este incremento en la mercancía almacenada, en países como Brasil, ha llevado a un aumento de las operaciones de estas bandas criminales en los últimos meses.

Además, el precio en origen se ha desplomado, por lo que hay un mayor volumen de droga que enviar a la Península y la ruta atlántica sigue siendo la principal ruta de suministro a Europa.

«En esta ruta Canarias es un hub de distribución para el desarrollo operativo. Estamos en un lugar estratégico tanto para la ruta de ida como de vuelta», explica. De hecho, todas las embarcaciones de recreo que van a cruzar el Atlántico recalan de una manera u otra en el Archipiélago y en sus múltiples muelles y marinas. Esta gran cantidad de movimientos facilita que las redes puedan pasar más desapercibidas entre tantos veleros que salen o llegan a las Islas. Este extremo también lo corrobora la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.

Así actuaban los miembros de la red desmantelada el cinco de agosto con el abordaje del velero Rossio, de bandera polaca, cuando intentaba traer a Canarias 700 kilos de cocaína que previamente habían cargado desde un barco nodriza en un punto «en medio de la nada en el Atlántico». La embarcación fue interceptada a unas 550 millas náuticas (1.019 kilómetros ) al noroeste de Gran Canaria.

Así culminaba un operativo que comenzó en marzo de 2022 y en el que confirmaron que los miembros de esta banda de criminales se habían asentado en Gran Canaria e intentaban pasar desapercibidos saliendo a navegar de vez en cuando con la embarcación con la que posteriormente intentarían introducir la droga.

Intentaron pasar inadvertidos pero no contaban con que estaban bajo vigilancia policial esperando a que dieran un paso en falso para pillarlos con las manos en la masa, como así fue. Uno de los puntos en común que han tenido estas operaciones es la procedencia de los detenidos, en la mayoría de casos de países del este de Europa como Croacia, Serbia o Bulgaria. Además, suelen tener formación militar y están acostumbrados a trabajar de forma jerarquizada, como lo hacen las redes de tráfico de drogas.

«Esta gente está ahora mismo muy especializada en la logística y transporte de la droga. Ellos son contactados por los productores en origen y por los receptores en destino y se dedican a hacer el transporte. Preparan los barcos, la logística, el transporte y cobran, a veces en dinero, pero la mayoría de las veces en especie», detalla.

Ese es el motivo que hay detrás del porqué suelen ir ciudadanos de origen eslavo o de países del este en las embarcaciones que mueven la droga en el Atlántico. Este incremento de la actividad delictiva ha ido, como no podía ser de otra manera, de la mano de un auge de las operaciones policiales para cortar estas actividades. «Somos el punto más cercano de acción y es por ello que casi todas las operaciones se desarrollan desde aquí. Hay un incremento porque las circunstancias de este ilícito negocio hace que tengamos más trabajo, pero no porque hayamos dejado de tener importancia para estas redes», subraya.

A estas macrooperaciones, que son fruto de meses de duro e intenso trabajo por parte de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, en muchas ocasiones en colaboración con otros cuerpos policiales y agencias antidroga internacionales, se suma las acciones más en detalle contra el tráfico de drogas a escala más local e insular.

Acción policial

Así, las pesquisas que se desarrollan en Canarias va por dos vertientes. Por un lado contra grupos organizados establecidos en las Islas, que son en su mayoría locales o extranjeros que se han afincado aquí desde hace tiempo. Estos se dedican a hacer acopio y distribución por las Islas. Por otro, están las operaciones sobre embarcaciones que están cruzando el Atlántico, pero que su destino final no son las Islas aunque aparezcan por aquí. Estas se desarrollan en el ámbito internacional en muchas ocasiones bajo la coordinación de Portugal que es donde se monitoriza todo el tráfico de estupefacientes en embarcaciones en el Atlántico Norte. Cuyo objetivo final es aprovisionar al mercado europeo.

Esos barcos no suelen tener un destino fijo, van cruzando el Atlántico con la meta de abastecer a otros antes de que alcancen las costas europeas. Ese traspaso suele realizarse cerca de Azores y desde allí parten esos narcoveleros hacia Europa. «En Canarias es relativamente fácil establecerse, crear vínculos y nexos. Cuantas más operaciones exitosas tengamos contra ellos, más se pensarán establecerse», sentencia.