Investigación en Galicia

Los teléfonos móviles sitúan a Judith y a su supuesto homicida juntos en varios lugares

Su cadáver fue hallado en O Porriño pese a avisar a una amiga que estaría en O Berbés y ubicarla otra testigo en Redomeira

El varón no declaró ni a la jueza ni a la Guardia Civil

El equipo de la Guardia Civil, en el lugar donde se halló el cuerpo de Judith, en noviembre.

El equipo de la Guardia Civil, en el lugar donde se halló el cuerpo de Judith, en noviembre. / A.G.

Elena Villanueva

Los resultados obtenidos del análisis técnico de las antenas de telefonía móvil y concretamente su conexión con los terminales de Judith Muñoz González, la vecina de Vigo de 37 años a la que mataron por asfixia y cuyo cuerpo fue abandonado en un polígono de O Porriño (Pontevedra), y el principal sospechoso del crimen, Casimiro Feijoo Martínez, de 53 años y natural de Pazos de Borbén, permitió establecer una conexión entre ambos la noche de su desaparición, en la madrugada del 19 de noviembre de 2023.

Este vínculo no se limita a un único punto, sino que son “varios” los lugares en los que los móviles de víctima y presunto homicida coinciden, prueba de peso que motivó hace una semana la orden de ingreso en prisión de Feijoo como presunto autor del crimen, si bien éste ya se encontraba en el penal de A Lama desde diciembre por robos con intimidación y agresión sexual a otras mujeres.

Con esta detención, se confirma la que era la principal línea de investigación de la Guardia Civil: que el autor del crimen sería un cliente de Judith del ámbito de la prostitución. La coincidencia o proximidad de los terminales gracias a la geolocalización autorizada por la magistrada que dirige el caso y la Guardia Civil en varios puntos permitiría trazar el recorrido que habrían realizado víctima y supuesto asesino.

Esa noche, Judith Muñoz le dijo a una amiga que iba a ir a la zona de O Berbés a ejercer la prostitución y horas después telefoneó a un amigo y envió mensajes a otro contándoles que había tenido un encontronazo con un cliente que no le quería pagar. Al parecer, más tarde otra mujer la habría visto en Camiño de Redomeira, donde vivía en una vivienda abandonada, junto a una furgoneta blanca, si bien no ha trascendido si este vehículo tiene finalmente relación con el investigado.

Gravedad de las penas

Que la coincidencia de ambos terminales no sea solo en Vigo o en O Porriño, sino en varios puntos, sustentaría la sospecha de los agentes hacia Casimiro Feijoo. Según fuentes próximas al caso, no hay pruebas de mayor calado que vinculen al interno de A Lama con el crimen de la joven. Fue esta concordancia junto a la gravedad de las penas a las que se podría enfrentar lo que motivó este auto de ingreso en prisión por parte de la magistrada.

El varón se acogió a su derecho a no declarar tras su paso a disposición judicial y tampoco se ha pronunciado sobre su implicación en el caso ante la Guardia Civil.

Pruebas de ADN

Practicada ya esta diligencia de geolocalización, entran ahora en juego las pruebas de ADN. Del cuerpo de la víctima, los agentes recabaron múltiples muestras biológicas que serán cotejadas con las del investigado. La coincidencia en las mismas tampoco revelaría necesariamente su participación en el crimen, pero sí apuntalaría todavía más su contacto con Judith en la noche de la violenta muerte.

Vehículo para analizar

Los investigadores también se encuentran analizando un coche tipo berlina perteneciente al investigado, que ya está en sus manos gracias a que familiares del sospechoso se pusieron en contacto con los agentes para avisar de que en su propiedad, en Fornelos de Montes, estaba guardado desde hacía meses.

El coche ya se encuentra en la Comandancia de Pontevedra, donde es sometido a un exhaustivo análisis en busca de vestigios, como huellas, restos biológicos, etc., de cara a comprobar si en el mismo se pudo haber producido el homicidio que se investiga y/o pudo haber sido utilizado para trasladar el cadáver.

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