Delito

¿Estaba muerto el bebé cuando fue arrojado a un contenedor en Mallorca? La clave entre el asesinato y una condena mínima

Las pruebas forenses serán determinantes en el caso de la recién nacida abandonada en un depósito de basura de Porto Cristo

Si estaba viva podrían ser condenados a prisión permanente; si no, la pena se podría reducir a seis meses

Los policías examinan los contenedores donde apareció el bebé el pasado jueves en Mallorca.

Los policías examinan los contenedores donde apareció el bebé el pasado jueves en Mallorca.

Xavier Peris

¿Estaba muerta la recién nacida cuando fue arrojada el jueves por la tarde a contenedor de basura de Mallorca? Este punto será crucial en el proceso que previsiblemente se seguirá contra su madre y su tío, que el lunes ingresaron en prisión tras ser detenidos por la Policía. Y puede suponer la diferencia entre un delito de asesinato especialmente agravado al tratarse de un bebé indefenso, que entraría entre los supuestos de prisión permanente revisable, y un caso de ocultamiento de un cadáver, considerado un delito de trato degradante y con una pena que oscila entre los seis meses y los dos años de cárcel. Aunque en medio se podría plantear si la madre tuvo alguna responsabilidad en la muerte por omisión del cuidado, lo que abriría la posibilidad de una imputación por homicidio, como apunta el letrado y profesor de Derecho Jaime Campaner.

Un caso que se prevé enrevesado y complejo, y del que todavía se desconocen datos relevantes. Por ahora lo que hay es que la autopsia preliminar realizada a la pequeña, que tenía unas 27 semanas de gestación cuando nació, no ha podido determinar a ciencia cierta si nació viva o muerta. Los forenses están a la espera de los resultados de los análisis de laboratorio para despejar esta incógnita.

Mientras tanto, los detenidos manifestaron en su declaración en el juzgado de guardia de Manacor que arrojaron a la recién nacida al contenedor porque estaban convencidos de que estaba muerta. Esta impresión difiere de la que extrajeron los agentes de la Policía Local de Manacor que trasladaron al bebé al Hospital de Llevant tras hallarla en el depósito de basura. Mientras recorrían a toda velocidad los quinientos metros que les separaban del centro sanitario, uno de los policías notó que movía una mano. Sin embargo, no podría precisar si fue un gesto autónomo o si fue provocado por el movimiento del coche.

Los investigadores de la Policía Nacional esgrimen otro indicio. El cadáver del bebé presentaba un golpe en la cabeza con signos de haber sido producido cuando todavía estaba con vida. Si recibió este golpe al arrojarlo al contenedor, demostraría que la pequeña estaba viva cuando la abandonaron y reforzaría su hipótesis de trabajo, de que se trató de un asesinato.

En este caso, los acusados se podrían enfrentar a un cargo de asesinato especialmente agravado, que entraría en los supuestos para los que se aplica la prisión permanente revisable.

Si no se puede demostrar este extremo, la gravedad de la pena se reduce ostensiblemente. En el caso de que el bebé hubiera nacido muerto o hubiera fallecido de forma natural antes de ser abandonado, los acusados podrían ser acusados de un delito de trato degradante, que incluye el "acto de ocultar el paradero de un cadáver" y contempla una pena de entre seis meses y dos años de prisión.

Consultado al respecto, el letrado y profesor de Derecho Jaime Campaner abre más el abanico de posibilidades. "Habría que determinar cómo murió el bebé para saber si la madre pudo tener un comportamiento delictivo por omisión, lo que podría constituir un homicidio". En cualquier caso, el informe de los forenses será crucial.

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