En Igorre

Dos hermanos de Vizcaya, detenidos por dejar morir a sus perros en casa

Los vecinos habían denunciado el nauseabundo olor y los ladridos constantes de los canes

Imagen de uno de los carteles que colgaron los vecinos en la puerta de los dos detenidos en Igorre.

Imagen de uno de los carteles que colgaron los vecinos en la puerta de los dos detenidos en Igorre.

NTM

Dos personas fueron detenidas este domingo por presuntamente dejar morir de hambre y de sed a sus perros en un domicilio, situado en la localidad vizcaina de Igorre. Los dos arrestados son hermanos y fueron trasladados ayer por la tarde hasta la comisaría de Durango acusados de un delito de maltrato animal. Según ha podido saber DEIA fueron los propios vecinos del bloque los que denunciaron a la Ertzaintza el olor hediondo que llevaban semanas soportando.

No era la primera vez que los vecinos donde residen ambos jóvenes habían alertado del nauseabundo olor que salía del piso donde vivían los dos hombres con sus perros. “El olor era insoportable. Cada vez era peor y los vecinos estaban desesperados”, explicaron. Tanto es así que incluso algunos vecinos llegaron a colocar notas en la puerta para avisar a los propietarios del inmueble de las molestias que les estaba generando el que los vecinos describen como un “horroroso e insoportable” olor que salía del interior de la casa y que se extendía al resto del bloque. “¡Qué asco! ¡Pero cómo podéis vivir con este olor a mierda! ¡Qué no habrá dentro!”, dejaron en la puerta en una de las notas escritas por los vecinos. 

Finalmente ayer por la tarde se descubrió la triste realidad y el sufrimiento que vivieron los canes. Cuatro patrullas de la Ertzaintza que se personaron en el inmueble ubicado en la localidad de Igorre se encontraron en el interior del piso una imagen dantesca. En una de las habitaciones hallaron sin vida a los dos perros y un tercero se encontraba en pésimas condiciones. Según ha podido saber este diario, a los animales les habían introducido en el interior de bolsas de plástico. Los agentes encargados de la inspección ocular tomaron muestras e imágenes en las que se recoge la situación de abandono en la que se encontraban los dos animales. Una vecina se hizo cargo del tercero de los perros que se encontraba en "pésimas condiciones", pero todavía con vida. “Los perros muertos estaban en los huesos. Se han muerto de sed y de hambre. ¡Cuánta crueldad!”, apunta con indignación testigos.

Ladridos de auxilio

Desde hace semanas, al olor repugnante también hay que añadirle los ladridos de desesperación de los dos perros que han mantenido en tensión a los vecinos y que, según cuentan, “no nos dejaban ni dormir”. “Era horrible. Los pobres perros no paraban de ladrar”, aseguran. El resto de los inquilinos del inmueble también habían llegado a comunicar a los aguaciles de Igorre los problemas de insalubridad, olores y ruidos que llevaban soportando desde hacía tiempo. “Los pobres perros día y noche con hambre y con sed ladraban para pedir ayuda. ¡Qué pena!”, afirma enojada otra vecina. El perro que continúa con vida y que ahora está bajo en cobijo de una vecina ha podido resistir, alimentándose de los otros dos perros que habían muerto. "Ha aguantado como ha podido. El pobre está delgadísimo", describen quienes este domingo fueron testigos de lo sucedido.