La joven suiza rescatada el pasado jueves en estado crítico en la peligrosa Cueva del Tancón, en el municipio tinerfeño de Santiago del Teide, ha fallecido. Esto confirmaron ayer fuentes oficiales, que aclararon que miembros de su familia viajaron el sábado a la Isla de forma urgente al saber que iba a ser imposible recuperarla. Con este fatal desenlace se eleva a dos muertos, además de dos heridos leves, el saldo de un golpe de mar en una cueva marina a la que está prohibido acceder desde hace al menos cuatro años por el elevado riesgo de ahogamientos y aludes. El otro fallecido es un joven italiano de 27 años, residente en Santa Cruz de Tenerife y cuyo cadáver fue rescatado al día siguiente, el viernes, en aguas frente a El Tancón.  

La muerte de la mujer ha conmocionado a Bellinzona, la ciudad suiza muy cercana a la frontera con Italia de donde procedía. Jasmine Ben Ali, de 33 años, era una joven arquitecta muy prometedora y conocida en Bellinzona. De hecho, fue candidata al Ayuntamiento de esta localidad en las elecciones municipales, según informaron ayer los diarios La Regione y Corriere del Ticino, ambos del cantón de Tesino, del que es capital Bellinzona. La Regione, en un artículo que titula «Tragedia en Tenerife: muere Jasmine Ben Ali», asegura que esta joven estaba muy involucrada en las causas sociales, era muy activa en las redes y trabajó en el Departamento de Instituciones, Sección Militar y Protección Civil, donde supervisó el diseño de infraestructuras. También fue integrante del Consejo de Gobierno del Museo Autónomo de Bellinzona y del comité de la asociación de Bellinzona para el cuidado a domicilio, informa La Regione.

Amante de los viajes

Jasmine Ben Ali, además, era una amante de los viajes. Había elegido Tenerife para este verano. Estaba justo disfrutando de la Isla cuando se ahogó por un golpe de mar en la Cueva del Tancón. «Una chica emprendedora, positiva, llena de vida, a la que era imposible no amar», manifestó el consejero Stefano Tonini en nombre del movimiento de la Liga Joven, del que Jasmine era secretaria. «Se destacó por sus ganas de cambiar las cosas y por haber podido ofrecer una visión política fuera de lo común, fruto de sus habilidades y experiencias en el exterior», añadió, para concluir: «De sus viajes regresaba siempre entusiasta y llena de ideas para Tesino y en especial Bellinzona, ciudad a la que se había puesto a disposición con el sincero deseo de contribuir al bien de la comunidad que amaba y que la había acogido».

Jasmine Ben Ali, la joven arquitecta suiza que falleció en el Tancón. YEREM GIL - ‘CORRIERE DEL TICINO’

Ben Ali se había trasladado recientemente a otra ciudad del cantón de Tesino, Mendrisio. «Jasmine era una persona alegre y soñadora, también por su corta edad», señaló el coordinador de la Liga de Bellinzona Sacha Gobbi. «Se acercó a nuestra sección con mucha ilusión y motivación hace tres años. De ella recordamos la facilidad con la que había entrado en el grupo y cómo todos inmediatamente la habían acogido muy bien. Persona válida y capaz, queríamos premiarla por su compromiso, dedicación y competencia dada su formación humanista. Nos deja a todos con un inmenso vacío, documentado en estas horas por numerosos mensajes de estima y afectuosos recuerdos», concluyó Sacha Gobbi, en declaraciones recogidas por Corriere del Ticino.

Jasmine Ben Ali se bañaba en la Cueva del Tancón con otras personas el pasado jueves por la tarde. Habían ignorado los numerosos carteles de esta zona de Santiago del Teide que advierten de que bañarse en la cueva marina y el bufadero que está justo al lado –y que se comunican entre sí– entraña un grave riesgo. Otro de los bañistas era el joven italiano Giovanni R. B., que vivía en la capital tinerfeña, además de otros dos residentes en la Isla. A eso de las 19:00 horas, Jasmine y Giovanni se bañaban en el bufadero, una especie de chimenea natural como las que se abren en las costas volcánicas y con gran capacidad de succión cuando sube el mar, provocando a veces una columna de agua como un géiser. Los conocedores del lugar se tiran al bufadero para pasar a la cueva anexa –y viceversa– por un pequeño hueco que deja la marea baja.

Pero pasó lo que ha ocurrido en otras tantas ocasiones: un golpe de mar sorprende a los bañistas y revuelve completamente el agua en este conjunto de cavidades volcánicas. Dos de ellos sufrieron fuertes golpes en la cabeza y otras partes del cuerpo que los dejaron inconscientes. Eran Jasmine y Giovanni. La joven suiza fue rescatada con parada cardiorrespiratoria y trasladada de urgencia al Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria, donde ingresó en estado crítico. Su muerte se confirmó el pasado fin de semana. El cuerpo del joven italiano fue rescatado, ya sin vida, al día siguiente justo frente a la Cueva del Tancón.

Seis muertos en un lustro

Pese a estos dos fallecimientos y los otros cuatro que se han registrado en esta cueva en el último lustro, ayer seguían acudiendo bañistas saltándose los carteles de prohibición y las multas que entraron en vigor justo un día antes de esta tragedia, el pasado miércoles, de entre 300 y 3.000 euros. Esto aseguró ayer Ibrahim Forte, concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Santiago del Teide. «Hemos desplegado incluso a miembros de Protección Civil en esta parte de la costa pero siempre hay gente que se cuela cuando estos efectivos se retiran. Ya no sabemos qué hacer para que las personas no se jueguen la vida en este lugar tan peligroso», lamentó el concejal de Seguridad.