Los nuevos equipos de radioterapia del Hospital de La Candelaria reducen las esperas a los pacientes con cáncer

La tecnología permite realizar técnicas más avanzadas para acelerar las terapias

La compatibilidad de los nuevos aceleradores con los más antiguos permiten evitar la suspensión de citas

Los auxiliares y técnicos colocan a un paciente en uno de los nuevos aceleradores lineales del Hospital de La Candelaria.

Los auxiliares y técnicos colocan a un paciente en uno de los nuevos aceleradores lineales del Hospital de La Candelaria. / Andrés Gutiérrez

Verónica Pavés

Verónica Pavés

Los nuevos equipos de radioterapia que ha estrenado Hospital de La Candelaria garantizan que se reduzcan los tiempos de demora y se evite la suspensión de los tratamientos a personas con cáncer. En concreto, el centro hospitalario ha adquirido un nuevo escáner de planificación de la terapia, dos nuevos aceleradores lineales de última generación y un nuevo dispositivo de braquiterapia. Este equipamiento no solo permite hacer terapias con mayor seguridad, sino también aceleran los tratamientos que antes requerían más tiempo.

"Con esta renovación y la adquisición de estos equipos hemos conseguido asegurar al paciente que su tratamiento no se va a interrumpir", resume Claudio Fuentes, jefe de servicio de oncología radioterápica del Hospital de La Candelaria. Los nuevos equipos suponen un gran cambio para esta unidad ya que el tiempo en el que duró este proceso, muchos pacientes vieron cómo sus tratamientos se demoraban. "Tuvimos que suspender los tratamientos oncológicos, pero solo lo hicimos en los pacientes con los que podíamos hacerlo", recuerda Fuentes.

En concreto, durante los meses que duró la reforma (unos tres), ni los pacientes con cáncer de próstata ni las mujeres que tenían cáncer de mama recibieron radioterapia, lo que ocasionó un gran descontento entre los pacientes. Según denunció en aquel momento la Asociación Cáncer de Mama de Tenerife (Ámate), la sustitución de los aceleradores lineales –que se demoró más de lo esperado– redujo "el servicio de radioterapia en más de un 50%", generando retrasos de "meses" en las listas de espera de la especialidad porque los tratamientos no se pueden hacer de forma continuada. En este sentido, advertían que esto podía "significar el empeoramiento de la enfermedad".

Claudio Fuentes, jefe de servicio del Hospital de Candelaria, señala el tumor de un paciente que usa el acelerador lineal.

Claudio Fuentes, jefe de servicio del Hospital de Candelaria, señala el tumor de un paciente que usa el acelerador lineal. / Andrés Gutiérrez

El facultativo, sin embargo, asegura que los tratamientos oncológicos de estos pacientes estaban garantizados y que el tiempo de espera no constituía problema para el devenir de su patología. "Los pacientes con cáncer de próstata tenían el crecimiento tumoral bloqueado con hormonas", recuerda. Los de mama también tenían un margen de espera sin que el cáncer fuera a más.

La instalación de estos dos nuevos aceleradores lineales –que se unen a los otros dos de los que ya disponía el servicio–, junto a un nuevo escáner de planificación y un dispositivo de braquiterapia a través de los fondos INVEAT del Ministerio de Sanidad, no solo ha logrado que el servicio recupere la normalidad en apenas cinco meses, sino que también ha aliviado la presión sobre la maquinaria. "Esto es muy importante porque cuanto más se usen estos dispositivos, más problemas de funcionamiento tienden a sufrir", explica Fuentes.

Igual de importante es que los cuatro aceleradores lineales con los que cuenta el servicio sean compatibles entre ellos. "De esta manera, cuando uno falla, se puede trasladar el tratamiento del paciente a otro de los aceleradores sin esperas", revela el jefe de servicio, que advierte que la suspensión de tratamientos también suele ocurrir porque la maquinaria tiene características diferentes. "Esto se da en algunos hospitales porque los aceleradores lineales se compran con muchos años de diferencia", insiste.

Los dos nuevos aceleradores lineales permiten, además, llevar a cabo nuevas técnicas que mejoran la experiencia de los más de 1.600 pacientes que acuden cada año al servicio de oncología radioterápica. En concreto, el hospital ha adquirido un modelo de acelerador similar a los que ya disponían el servicio pero más avanzado, y otro específico de tomoterapia.

El primero permite realizar radioterapias ablativas –de pocas sesiones y con resultados parecidos a la cirugía– con dispositivos específicos para ello. "Es una técnica muy eficaz que ya hacemos en un 10% de los casos", revela Fuentes. La ablación, conocida por las siglas SBRT (radioterapia estereotáctica corporal), se suele utilizar para tumores pequeños que se encuentran en el pulmón, los huesos, los ganglios o la próstata. "Los resultados son como la de una cirugía, logrando en pocas sesiones eliminar por completo las células malignas", revela el facultativo, que indica que con este aparato podrán hacerlo de manera más sencilla.

El segundo de los aceleradores que ha adquirido el centro hospitalario permite hacer tomoterapia. "Es como un escáner capaz de irradiar el cuerpo por secciones, como si fueran lonchas", explica el médico. De esta manera, es mucho más sencillo tratar a pacientes con tumores ubicados en distintos puntos del organismo o en aquellos que tienen metástasis.

El nuevo dispositivo ha aterrizado en el centro hospitalario cargado de novedades que, aunque aún no se han puesto en marcha, auguran un salto cualitativo con respecto a los tratamientos actuales. "Con esta máquina podemos eliminar tumores que se mueven, como los pulmonares", explica Fuentes, que indica que también es capaz de adaptarse a cambios de última hora en el paciente o en el tumor de modo para agilizar su tratamiento. "Solo hay dos modelos de este acelerador tan avanzado en España", indica.

Estas nuevas técnicas se pondrán en marcha en los próximos meses, ya que tanto facultativos como técnicos se encuentran en un periodo de formación.