Entrevista | Leo Mansito Director y Productor de eventos culturales

Leo Mansito: «Conciertos como el de Ed Sheeran o Robbie Williams no caen del cielo»

Hijo de un histórico en la organización de macroconciertos en Canarias, Leo Mansito (Güímar, 1977) es en la actualidad una de las referencias más sólidas en la planificación de grandes eventos musicales.

En sus manos están los directos que Ed Sheeran, Maná, Robbie Williams, Marc Anthony, Extremoduro, Black Eyed Peas, Melendi, Juanes o Rozalén ofrecerán en el Archipiélago los próximos meses

Leo Mansito (Güímar, 1977).

Leo Mansito (Güímar, 1977). / María Pisaca

Jorge Dávila

Volver a la cima tras sufrir unas ‘heridas’ empresariales como las de 2012 es casi milagroso.

El problema fue que no se vendieron las entradas necesarias para que aquel macrofestival que se iba a celebrar en Santa Cruz saliera adelante. Ya en el concierto de Bruce Springsteen de Gran Canaria vimos que la cosa no pintaba nada bien.

¿En qué sentido?

Vender sólo 16.000 localidades para ver en directo a un artista top acostumbrado a colgar el letrero de sold out no es una buena señal... En un día cayeron 14.000 de golpe y, de repente, en dos meses no superamos las dos mil. ¡No nos fue bien!

¿Dónde estuvo el fallo?

[silencio] Igual el momento no fue el adecuado: había menos dinero y más miedo en la calle. Sobraban ganas e ilusión, pero faltaban perras.

¿Tocó reinventarse?

Sí, LM Producciones cayó y abrí New Events. Ahí llegó un invitado con el que nadie contaba: se paró el mundo por la pandemia y el sector salió muy herido.

¿Vuelve a haber pulso?

La pandemia generó ganas de vivir el día a día para disfrutar de placeres que no sabes si van a estar mañana.

Ahora estamos en modo ‘carpe diem’, ¿no?

Agotar 16.000 localidades en un cuarto de hora para ver a Ed Sheeran o haber vendido ya más de 50.000 entradas para el GranCa Live Fest es un buen termómetro para medir las ganas que tiene la gente de consumir ocio.

¿Asusta jugar sus cartas en la ‘Champions’ de la industria de la música?

No sé si es la palabra adecuada, pero sí me genera respeto. Yo me lo paso igual organizando un concierto para 200 personas que en un festival con 20 o 30.000.

Entre esos ejemplos las diferencias son grandes.

Sí a la hora de invertir, a la hora de contratar personal, a la hora de sacar beneficios... Ahí sí que existen unas diferencias, pero no a la hora de exigir y montar el mejor espectáculo posible. Por Canarias han pasado grandes estrellas musicales, sobre todo latinas, e incluso vino hasta Michael Jackson... Ha faltado cierta continuidad y darle un giro a todo esto. La apuesta que llevamos desarrollando hace unos cuantos años está dirigida a buscar unas referencias que tengan un sello histórico, citas del calado de UB-40, un par de directos de Pet Shop Boys o Sting. Conciertos como los de Ed Sheeran, Maná, Robbie Williams, Extremoduro, Black Eyed Peas, Juanes, Melendi o Camilo colocan a las Islas en otra dimensión.

Ahí hay mucha pasta...

...hay un informe que valora en más de 65 millones de euros el retorno económico para Canarias a partir de los espectáculos que organiza New Events. El ocio mueve mucho dinero en el Archipiélago.

¿Como se vive en la liga de los «grandes»?

Trabajando mucho y durmiendo lo justo; vives pegado a un móvil. Es un mundo en el que tener buenos contactos te soluciona la vida y en el que no puedes quedarte quieto porque en cuanto te despistas has perdido una oportunidad que no sabes si volverá a aparecer. Conciertos como el de Ed Sheeran o Robbie Williams no caen del cielo. Eso se trabaja durante unos cuantos años.

¿Este es un oficio para gente viva?

La agenda del GranCa Live Fest ya era importante antes [24 Grammy Latinos y 4 internacionales], pero si encima existe la posibilidad de sumar dos piezas de la talla internacional de Robbie Williams y Black Eyed Peas hay poco que pensar, ¿no? Haces números y aceptas el reto.

¿No le entran sudores al escuchar el caché de un artista?

Sí, claro (ja, ja, ja)... Un sudor frío, pero en defensa de los más conocidos debo decir que hay artistas nacionales que solicitan un caché igual de grande o más que algunas referencias mundiales. Estamos hablando de reunir muchos ceros. La caída de la industria del disco ha dado todo el protagonismo al directo.

¿Y de siete números?

Dar vida a un espectáculo con el volumen del GranCa Life Fest supone una inversión de casi seis millones de euros. Si se vende todo te va a ir bien, pero como quede mucho papel sin colocar tienes un problemón.

¿Ahora mismo se puede permitir una estallada?

¿Una?

Sí, de tamaño medio...

[se lo piensa] De una nos podemos recuperar, sí... Hay una demanda alta de espectáculos y el dinero no sobra. Siempre cabe la posibilidad de que alguna apuesta falle.

Vamos, que pasa lo contrario al estribillo de «aquí no hay cama pa’ tanta gente»; ¿conciertos hay pero no sobran euros?

La competencia es grande y los criterios a la hora de seleccionar qué quieres ver están marcados por un montón de variables: la fecha, los desajustes que se den en las cuentas de casa, el hecho de que no haya otro concierto cercano... Yo prefiero, por ejemplo, que entre la actuaciones de Ed Sheeran y la de Robbie Williams hubiera habido un mayor margen de días, pero nos lo ofrecieron así y había que aceptarlo. Era ahora sí o sí.

Con usted se termina el «pleito insular». Se lo digo porque está haciendo muchos equilibrios entre las islas capitalinas.

En Gran Canaria estamos cómodos con el GranCa Life Fest y el festival está consolidado. Ahora estamos con la variante de Tenerife impulsando el Fest Music con la intención de posicionarlo a un nivel alto. Son enclaves estratégicos, pero no renuncio a buscar nuevas fórmulas que nos permitan llegar a otras islas.

¿Tiene alguna espinita clavada?

¿Espinita?

Sí, algún artista o grupo que no haya podido cerrar aún.

Sí, pero no se lo voy a decir. Son opciones que siguen vivas y que pueden caer en cualquier momento.