Mascotas

Esto es lo que ocurre en tu cerebro cuando abrazas a tu perro

Un estudio desvela por qué el contacto con estos animales produce una profunda sensación de calma y bienestar

Una mujer abraza a su perro.

Una mujer abraza a su perro. / Shutterstock

Valentina Raffio

Todo el que haya tenido perro, gato o cualquier otra mascota similar sabe que el simple gesto de abrazar a estos animales produce una profunda sensación de bienestar y calma. ¿Pero alguna vez te has preguntado qué ocurre en tu cerebro cuando realizamos este gesto de afecto? ¿A qué se debe este fenómeno? ¿Qué tipo de reacciones se producen en nuestra mente para desencadenar ese momento de paz? Un equipo de investigadores de la Universidad Konkuk en Corea del Sur han indagado a fondo en esta cuestión y, según desvelan en un artículo publicado recientemente en la revista científica PLOS ONE, abrazar a un perro no solo reduce sustancialmente los niveles de estrés sino que, además, favorece un conjunto de mecanismos cerebrales relacionados con la relajación y la concentración. 

La investigación se ha centrado en el estudio de 30 participantes. Todos ellos tuvieron que realizar actividades con perros entrenados como, por ejemplo, jugar con ellos, darles golosinas y tomarse fotos. Según explican los impulsores de este estudio, cada actividad fue cuidadosamente ideada para explorar el impacto de estas interacciones en la actividad física del cerebro. Para ello, de hecho, durante las pruebas los participantes tenían que llevar unos aparatos para registrar la actividad eléctrica de sus neuronas y, paralelamente, responder a unos cuestionarios para evaluar su estado emocional antes, durante y después de cada actividad. 

Efectos cerebrales y emocionales

El análisis de los datos cerebrales recogidos durante el experimento desveló lo siguiente. Durante las actividades de juego y paseo, por ejemplo, se observó un aumento en la actividad de las ondas cerebrales asociadas con la relajación. Se trata de una dinámica muy similar a las que se observa cuando una persona está a punto de irse a dormir. Por otro lado, cuando los participantes realizaron actividades como acariciar, masajear suavemente o jugar activamente con los perros, los científicos observaron un incremento en la actividad de las ondas cerebrales asociadas con la concentración. Esto es algo que se observa cuando una persona se dispone a prestar atención o a concentrarse en un tema muy concreto.

La interacción con perros produce dinámicas cerebrales relacionas con la relajación, similares a las que se sienten justo antes de dormir

Además de estos hallazgos, los participantes informaron sentirse significativamente "menos fatigados, deprimidos y estresados" después de interactuar con los perros. Según explican los expertos que han liderado este trabajo, este efecto positivo en el estado de ánimo y el bienestar emocional subraya el potencial terapéutico de las interacciones entre humanos y animales como, por ejemplo, en el uso de animales como apoyo emocional en hospitales o entornos especialmente estresantes. "Estas conclusiones ofrecen un fundamento científico sólido a lo que muchos amantes de los perros ya habían experimentado intuitivamente: la compañía de nuestros compañeros caninos tiene un efecto calmante en nuestra mente", destacan los investigadores en el recién publicado estudio.

Estudios anteriores también han apuntado, en esta misma línea, a los múltiples beneficios de interactuar con animales de compañía. Por ejemplo, hay trabajos que demuestran que estar en contacto con perros reduce significativamente los niveles de cortisol, una hormona relacionada con el estrés. También hay investigaciones que demuestran que interactuar con mascotas aumenta la liberación de endorfinas y oxitocina, sustancias químicas asociadas con la felicidad y el bienestar. Incluso hay estudios que sugieren que tener perros o gatos puede fortalecer ciertos aspectos del sistema inmunológico y hasta reducir el estrés cardiovascular.

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