El 'boom' de ETS en Canarias: se disparan las infecciones por clamidia, sífilis y gonorrea

Durante 2022 se detectaron más de 2.000 casos de enfermedades de transmisión sexual, un 45% más que en 2021

Canarias detecta en un año más de 1.500 ETS en los nuevos puntos de cribado

Una paciente acude al punto de cribado del centro de salud de Añaza, en Tenerife.

Una paciente acude al punto de cribado del centro de salud de Añaza, en Tenerife. / María Pisaca

Verónica Pavés

Verónica Pavés

Canarias está viviendo un boom de enfermedades de transmisión sexual siguiendo la tendencia que se repite en toda España. Canarias detectó en 2022 más de 2.000 casos de diferentes infecciones de transmisión sexual (ITS), siendo la clamidia el diagnóstico más habitual. Las ETS han crecido un 45% en apenas un año y se han quintuplicado con respecto a 2016, lo que confirma la diseminación de estas enfermedades por el Archipiélago, especialmente entre los más jóvenes que, según los expertos, han dejado de utilizar métodos de protección, entre otras cosas por la pérdida del miedo al contagio del VIH.  

En el último año, la enfermedad que más ha incrementado su velocidad de propagación por las Islas ha sido la de infección gonocócica. Los casos confirmados de gonorrea se han incrementado en un 55%, pasando de 304 detectados en 2021 a 474 en 2022, según los datos proporcionados por la Dirección de Salud Pública de la Consejería de Sanidad. Le siguen las infecciones por sífilis, de la que se han detectado 697 casos, un 41% más que en 2021. Pero la que se lleva la palma son las infecciones de Chlamydia trachomatis (clamidia) que en 2022 acumularon 710 diagnósticos, un 31,9% más que el año anterior y hasta 11 veces que hace apenas seis años

Este incremento exacerbado de las ETS se están produciendo en paralelo a una estabilización –e incluso descenso– de las infecciones por VIH. A día de hoy, el número de nuevas infecciones de VIH oscila entre las 200 y 250. No obstante, durante 2022 se detectaron 193 casos.

Detrás de estos números se encuentra el éxito de los fármacos, tanto para evitar el desarrollo del sida, como para prevenir la infección (a través de la profilaxis pre exposición). Sin embargo, los expertos creen que esta caída de los contagios, la cronificación de la enfermedad y el menor riesgo asociado a ella, ha generado que muchos jóvenes se hayan relajado y apenas utilicen métodos de protección.

En 2023, el uso de preservativo entre los jóvenes canarios entre 18 y 26 años cayó en picado. Si en 2019 el 89% de los isleños afirmaban utilizarlo en todas sus relaciones sexuales, ahora solo el 39% lleva a cabo esta práctica de protección a rajatabla, tal y como afirma la onceava edición del Barómetro Los españoles y el sexo de la empresa Control. Es decir, seis de cada diez confiesa no utilizarlo siempre.

Un punto de cribado específico

Para tratar de detectar este boom de infecciones sexuales, Canarias ha puesto en marcha un programa piloto de cribado en centros de salud. Son cuatro ambulatorios, ubicados en distintos puntos de Tenerife (Puerto de la Cruz, La Cuesta, San Isidro y Añaza) los que han implantado este proyecto innovador para detectar nuevas infecciones sin sobrecargar el sistema sanitario y garantizando un mejor acceso a los pacientes. 

"Está ayudando a que los pacientes que tienen dudas, puedan hacerse la prueba de forma fácil y sin estigma", explica Marta Gómez, enfermera coordinadora del proyecto de la Gerencia de Atención Primaria de Tenerife. Desde que se puso en marcha este recurso, en febrero de 2023, se han realizado 4.000 pruebas, de las que 1.500 han resultado positivas. 

Entre las infecciones detectadas, 158 han sido de sífilis, 185 de gonorrea y 237 de clamidia, siguiendo el mismo patrón de contagio que existe a nivel autonómico. "La mayoría de pacientes a los que hemos diagnosticado tienen entre 18 y 28 años", ratifica Gómez, que asegura encontrar también diferencias entre sexos. En concreto, los varones suelen contagiarse más de VIH, gonorrea y sífilis, mientras que las mujeres son más proclives a sufrir clamidia. 

Una enfermera del centro de salud de Añaza guarda las muestras de sangre en una nevera.

Una enfermera del centro de salud de Añaza guarda las muestras de sangre en una nevera. / María Pisaca

El procedimiento para acceder a este recurso es el mismo para acceder al centro de salud. "Tiene que pedir una cita médica o de enfermería y comentarle su situación para ser derivado al cribado", explica Gómez. En el punto se lleva a cabo un análisis de sangre que, en caso de resultar positivo, se complementa con un análisis de orina, en el caso de los hombres, o un exudado vaginal, en las mujeres. "Si el resultado es positivo indicamos el tratamiento oportuno y se deriva al paciente su médico de Atención Primaria para que le haga un seguimiento"

El éxito de este proyecto reside en la confidencialidad. "Hacemos todos los procedimientos de detección de manera discreta, y también aprovechamos para disipar dudas para que no tengan tanto miedo", explica Gómez. Además, en estos puntos de screening, también se están llevando a cabo acciones de educación sexual.

"Creemos que parte del aumento de infecciones que se está produciendo en Canarias, y en toda España, tiene que ver con una falta de educación sexual y un cambio en el comportamiento sexual", argumenta la enfermera. 

Estos puntos se han instalado en cuatro centros de salud de Tenerife, pero se pretende llevar el proyecto por toda Canarias. "La idea es la expansión geográfica de este proyecto para que todo el mundo esté en igualdad de condiciones y no tenga que desplazarse", afirma la coordinadora.