España registra 20.000 partos prematuros al año: una "emergencia silenciosa" que desafía a familias y al sistema sanitario

La OMS ha dado este año la voz de alarma por la “emergencia silenciosa” que suponen los partos prematuros. En 2020 nacieron 13,4 millones de niños en el mundo antes de tiempo, lo que suele implicar enfermedades y discapacidad, sobre todo en los grandes prematuros. Las complicaciones derivadas de un parto antes de tiempo son la principal causa de mortalidad infantil y representan una de cada cinco muertes antes de los cinco años.

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En España la tasa de partos prematuros -antes de la 37 semana de gestación- va a la baja en los últimos años (6,7% de todos los partos en 2021 frente a 7,9% en 2010), sobre todo debido a que se han reducido la prematuridad asociada a las técnicas de reproducción asistida. Pero ha habido un ligero aumento de los muy prematuros (de 28 a 32 semanas) y prematuros extremos (menos de 28 semanas), que han pasado del 13% de todos los alumbramientos antes de tiempo en 2010 al 14,6% en 2021.

Cada año nacen en España más de 20.000 niños antes de tiempo, lo que supone un gran desafío para ellos, sus familias y el sistema sanitario y educativo.

Además, en números absolutos, la cifra es impactante: cada año nacen más de 20.000 niños antes de la semana 37 de gestación, lo que supone un gran desafío para ellos, sus familias y el sistema sanitario y educativo.

De hecho, que se rompa la bolsa amniótica o haya algún indicio de que el niño quiere llegar al mundo antes de tiempo es una de las peores noticias que puede recibir una pareja que espera un bebé. Un nacimiento temprano, sobre todo antes de la semana 28, puede implicar que el niño fallezca o sufra algún tipo de discapacidad, problemas de neurodesarrollo o respiratorios, entre otras muchas complicaciones.

Un parto puede adelantarse por motivos múltiples, entre ellos en los últimos años destaca el embarazo tardío y el estrés laboral

Las causas

Los motivos por los que un parto puede adelantarse son variados, pero en los últimos años están asociados a que se ha retrasado la edad a la que se tienen los hijos y a la incorporación de la mujer al mercado laboral, que puede incrementar el estrés de la gestante y que este sea uno de los desencadenantes, junto con las edades tardías, con embarazos a partir de los 35 o 40 años.

Asimismo, según explica Belén Fernández, miembro de la junta directiva de la Sociedad Española de Neonatología (SENEO), “otra cosa que nos trajo de cabeza” fue el aumento de las técnicas de reproducción asistida, dado que “cuando comenzaron a generalizarse los tratamientos se implantaban hasta cinco embriones para asegurar el éxito del embarazo y eso implicó muchos partos de cuatrillizos o trillizos, que siempre son prematuros y ahora casi no se ven”.

El descenso de los partos múltiples tiene que ver con que la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO) publicó en 2021 unas recomendaciones destinadas a reducir la prematuridad y, como medida primordial, se indicó la trasferencia de un único embrión en la fecundación in vitro. Aun así, varios estudios internacionales muestran que la reproducción asistida sigue relacionada con la prematuridad, debido a que las mujeres que acuden a estas técnicas normalmente tienen una edad avanzada y a que la infertilidad puede estar motivada con “alguna patología de base”, según explica la doctora Fernández.

La Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia recomendó en 2021 transferir un único embrión en las fecundaciones in vitro para reducir la prematuridad

Y es que la mayoría de nacimientos prematuros ocurren espontáneamente, pero otros se deben a razones médicas, como infecciones, preeclampsia (presión arterial alta en embarazadas), u otras complicaciones del embarazo que requieren una inducción temprana del parto. “Y, por último, otras veces no sabemos la causa”, indica la portavoz de SENEO.

Las enfermedades

La prematuridad puede provocar la muerte del bebé. En las semanas límites de la viabilidad (23-24 semanas) la supervivencia es del 30-40%. A las 25 semanas ya es del 70%, aunque el 60-65% de los que sobreviven, tienen algún tipo de secuela. A partir de la semana 28 sobrevive más del 95%, sobre todo porque “se hace muy buena neonatología en España”. Según la experta, es la especialidad médica que ha experimentado más avances en los últimos años, debido al desarrollo de nuevos medicamentos, como los que permiten madurar los pulmones de un neonato, o la mejora de los equipamientos en las ucis. Aun así, es frecuente que los prematuros sufran problemas respiratorios, intestinales, neurológicos, retrasos cognitivos o discapacidad.

Para reducir o mitigar las enfermedades asociadas, la OMS recomienda que los padres estén implicados en el cuidado y el método canguro. De ahí que la Asociación de Padres de Niños Prematuros (APREM) lleve años luchando para que los progenitores puedan tener acceso a las ucis donde están ingresados sus hijos las 24 horas al día, así como que reciban la formación necesaria para poder atender a niños tan vulnerables e información sobre sus derechos y las ayudas existentes.

Los padres de prematuros exigen apoyo psicológico, formación y ser cuidadores principales, con acceso a las ucis 24 horas

Las demandas

Además, como la situación es “tan traumática” y los padres pasan por muchas fases, como la culpa, la ira, el miedo, la ansiedad, etc. APREM solicita que en todas las unidades de neonatos haya psicólogos clínicos perinatales para los padres, un recurso con el que solo cuentan en torno al 38% de hospitales. “Anímicamente es muy difícil y puede haber estrés postraumático en el 13% de los casos”, explica Concha Gómez, cofundadora de la asociación y madre de dos mellizos prematuros.

Asimismo, APREM apoya la demanda de la sociedad científica de que se cree el área de capacitación específica, para que todos los médicos que trabajen en neonatología tengan la formación adecuada.

Y otra de sus demandas tiene que ver con el acceso a la atención temprana, el conjunto de técnicas que indicadas para los niños con trastornos de desarrollo y que en algunas comunidades tiene listas de espera de hasta un año, pese a que el tratamiento es más efectivo cuanto antes se proporcione. 

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