"Mantuvimos relaciones sexuales y lo grabó sin mi permiso": la violencia de género en adolescentes se dispara

Una adolescente de 16 años explica que su pareja, si ella salía con sus amigas, la insultaba. La llamaba "puta". Solo quería que saliese con él. Otra preadolescente, de 13 años, relata que su novio le pide que le envíe fotos de la ropa que se quiere comprar, dejándole claro que "las camisas de tirantes no le gustan". Hay otra menor, de 15, que cuenta que le pidió a su "chico" que parase durante las relaciones sexuales, porque le estaba doliendo y no quería seguir, pero no le hizo caso y continuó. A una chavala de 17, su pareja sexual la grabó manteniendo relaciones sexuales sin su permiso para luego chantajearla "constantemente con publicarlo en redes sociales".

La Fundación de Ayuda a Niños/as y Adolescentes en Riesgo, ANAR, ha recogido entre octubre de 2018 y octubre de 2022 los casos de 20.525 niñas, niños y adolescentes víctimas de violencia contra las mujeres a través de su Teléfono/Chat (en total, atendieron más de 382.000 llamadas). Gracias a esto, han podido elaborar el 'Estudio longitudinal sobra la Evolución de la Violencia contra las Mujeres en la Infancia y Adolescencia en España (2018-2022)', que muestra datos algo desesperanzadores, como que la violencia de género ha crecido un 87,2% en el caso de adolescentes y un 87,7% en el entorno. La edad de las víctimas es cada vez más temprana.

En general, la edad media de las adolescentes que sufren violencia de género ronda los 16 años, "pero hay casos desde los 12 años". "Tenemos que estar muy alerta en los periodos adolescencia y preadolescencia y mantenernos muy pendientes de aquellas entre 14 y 17 años", ha señalado Diana Díaz, directora de las Líneas de Ayuda ANAR, durante la presentación del trabajo.

El informe derriba algunos prejuicios en cuanto al perfil de las víctimas. Como ha indicado Díaz, la mayoría de las víctimas adolescentes de violencia de género viven en una familia tradicional, más de la mitad con ambos progenitores, y suelen pertenecer a familias españolas (70%).

El rendimiento y la satisfacción escolar bajos, que se dan en la mitad de los casos, son señales de alarma de que pueden ser víctimas de género, como lo es siempre el aislamiento social. Identificarlo es clave, ya que casi la mitad de las adolescentes no son conscientes de este problema, un porcentaje que aumenta al 63,7% en el último periodo. Por eso, quizás, más de un 70% ni ha denunciado ni tienen intención de hacerlo, y un 69% de ellas no recibe ningún tipo de tratamiento psicológico.

Ver la violencia en casa

Otra violencia que estudian en el trabajo es aquella que sufren niños, niñas y adolescentes en su entorno. La media en estas víctimas está en los 10 años. "El daño más grande los sufren niños y adolescentes a los que se les utiliza como instrumento. Además, hay violencia doméstica de otro tipo. No solo ven el sufrimiento de sus madres sin que nadie les explique qué pasa, sino que también hay riesgo de que padezcan esa agresividad; ese maltrato físico y psicológico", ha señalado Diana Díaz. En el 71,2% de estas víctimas no reciben tratamiento psicológico.

En general, el informe se enfoca en todo tipo de violencias ejercidas por varones. Un menor de 11 años atendido por ANAR les explicó cómo su padre les pegaba a su hermana y a él con el puño, la escoba o cualquier cosa que encontrase. "Llevo sufriendo abusos sexuales por parte de la pareja de mi madre desde que era pequeña. Me toca y otras cosas peores. Lo hace cuando mi madre no está en casa y me amenaza para que no diga nada...", cuenta otra niña de 11.

Hay casos explicados de abandono, de ciberacoso, de sustracción parental, de expulsión del hogar o de acoso escolar. Sobre este último caso, muchas familias manifestaron haberse sentido ignoradas por sus centros escolares cuando les han trasladado los testimonios de sus hijas e hijos.

Una campaña para colegios

El trabajo se ha realizado en el marco de la campaña de prevención que la Fundación está realizando en todos los centros escolares de España. Bajo el nombre 'La violencia contra las mujeres no tiene edad', y subvencionada por el Ministerio de Igualdad en convocatoria pública, esta campaña consiste en llevar a los 18.964 centros escolares del país, con sus más de 5,5 millones de alumnos y alumnas de primaria y secundaria, una serie de material didáctico e informativo que también puedan usar el profesorado, sus familias y educadores varios.

En ANAR están convencidos de que la sensibilización y la prevención son claves para ayudar a los menores de edad a que se identifiquen como víctimas de algunas de estas violencias, para que denuncien y puedan salir, cuanto antes, de ellas.

"También recomendamos incorporar plenamente a nuestro ordenamiento jurídico el concepto amplio de violencia sobre la mujer, reconocido en el Convenio de Estambul; además de crear y consolidar un parco de políticas, medidas y programas globales para prevenir, detectar y combatir este tipo de violencias, y trabajar con los menores agresores, entre otras medidas", concluyó, por su parte, Sonsoles Bartolomé, directora del Departamento Jurídico de las Líneas de Ayuda de la Fundación ANAR.