Entrevista | Emma Hernández Periodista / Subdirectora del programa 'Por tres razones' de RNE

"Amo estar en un lugar al que sólo puedo llegar a través del periodismo"

La comunicadora realejera Emma Hernández se ha convertido en una de las referencias informativas de la programación nacional de la emisora

Emma Hernández (Los Realejos, 1982).

Emma Hernández (Los Realejos, 1982). / E.D.

Santa Cruz de Tenerife

Ya suma más años viviendo en Madrid que los que pasó en Tenerife antes de comenzar a estudiar periodismo. Y es que Emma Hernández (Los Realejos, 1982) siempre tuvo claro que «quería contar cosas». Asuntos como los que aborda desde la subdirección del programa Por tres razones de Radio Nacional de España. «Amo estar en un lugar al que sólo puedo llegar a través del periodismo», confiesa.

Ya son incontables las gaviotas que han volado a Madrid.

Sí, somos muchas [ríe]. Yo me vine con 18 añitos a estudiar periodismo y llevo más tiempo en Madrid que en Tenerife, aunque cada dos meses, más o menos, me doy un saltito por casa...

La capital siempre tiene un hueco para uno/a más, ¿no?

Siempre hay un hueco para alguien más. A mí me trajo el periodismo porque entonces la carrera no se podía iniciar desde cero en la ULL y la única alternativa era el curso puente... Mis tres hermanos sí estudiaron en La Laguna, pero tuve claro que mi destino estaba fuera. No fue fácil, aunque mis padres respaldaron al cien por cien esa decisión. Si lo que quería estaba fuera de la Isla, no me quedó otra que hacer las maletas y volar a Madrid.

¿Y cómo fue el tránsito del municipio más fiestero de España a la gran capital?

Ja, ja, ja... Madrid te acoge desde el minuto cero porque hay tanta gente de fuera que es imposible sentirse una extraña. Era una más. El tránsito no fue demasiado complicado, pero en mi pueblo estaba acostumbrada a salir a la calle y saludar a todo el mundo. Eso lo intenté hacer una vez en Madrid y la gente me miró rara [vuelve a reír]. Eso son los riesgos que asumes cuando pasas de un ambiente familiar a otro mucho más agresivo en el que no sabes cómo se llama el vecino con el que vives puerta con puerta.

Gastronómicamente hablando cambió los pastelitos realejeros por los buñuelos madrileños.

Eso no pasó [ja,ja,ja]... Mi madre me ha hecho siempre paquetes y esos pastelitos de hojaldre llegaban a Madrid. Ahora la tengo algo más controlada y le digo: ¡Mamá, por favor, no me mandes pastelitos de Paula... Ya voy yo y los compro cuando pueda! Más de una vez me envió paquetes con gofio, café El Caracol y los pastelitos de Paula...

¿Se hizo periodista Por tres razones o sólo le bastó una?

Creo que todos los acentos de España aportan riqueza y no existen motivos para esconderlos..."

Lo de 'Por tres razones' vino después...

...lo sé.

Cuando era pequeña quise ser médico porque mi hermana ya estaba estudiando Medicina. y creo que existía una pequeña vocación o admiración. El problema es que en el instituto me matriculé en un Taller de Periodismo y me quedé. A mis 41 años me sigue ilusionando mucho el camino profesional elegido.

¿No se ha cansado aún?

Me encanta... A mí eso de poder meterme en lugares en los que sólo llegaría hasta allí gracias a la profesión que tengo me fascina. Hace unos días, por ejemplo, hicimos el Por tres razones en el Teatro Real de Madrid por el estreno de Medea. A nosotros no nos gusta que nos metan en un despacho y logramos que montaran el set en el palco real. Las sensaciones de hacer un programa desde allí fueron increíbles.

¿Eso es lo único que le falta al rey Felipe VI, que le «quiten» su palco?

Ja, ja, ja... Alguna persona se asustó cuando nos vio allí, pero encontramos unos aliados magníficos en el equipo de prensa del Teatro Real y el programa salió fantástico. Esa posibilidad de ocupar un espacio en el que no podría estar si no fuera periodista es lo que hace que siga amando este oficio.

Usted ha hecho de todo, un poco en producción e, incluso, ha sido premiada por el montaje de varios programas.

Cuando hacíamos el España en directo de Radio Nacional nos tocó realizar varios reportajes que fueron algo singulares: uno se montó durante la inmersión de un submarino de la Armada y el otro volando en un Hércules del Ejército delAire. Fueron programas que nos costó organizar porque agotamos alrededor de seis meses desde que empezamos a tramitar los primeros permisos... Que te den un premio por producir algo tan complicado significa que muchísima gente ha tenido que participar en el éxito de esa misión.

¿Dónde se siente mejor: delante de un micrófono o en la trastienda?

Yo siempre me siento más cómoda detrás, en una posición de retaguardia o un paso por detrás... Es cierto que desde hace tres años soy la subdirectora de Por tres razones y asumo mis responsabilidades. Sobre todo, desde el día en el que Mamen me dijo «¡Te toca, calienta que tienes que salir!». Esa es la razón por la que cuando no está ella tengo que sustituirla. Por eso suelo aparecer en verano, en Navidad o en Semana Santa... Cuando no está ella es mi voz la que suena y asumo ese papel.

Cuando tienes delante de ti a alguien que es muy bueno lo único que no debes hacer jamás es imitar"

¿Así, sin anestesia?

La responsabilidad de tener que tomar el relevo de alguien que es tan bueno no es fácil de llevar. Llegar a un público que se ha acostumbrado a una voz no es sencillo, pero yo lo tengo muy claro: cuando tienes delante de ti a alguien que es muy bueno lo único que no debes hacer jamás es imitar. Yo en mi caso hasta conservo el acento...

...ahora le pregunto por su acento.

...nunca he intentado alejarme de mi acento, a pesar de que cuando voy a casa se meten conmigo y me dicen «que hablo peninsular».

¿El acento canario nunca le pasó factura?

Sí que nos complicaba la vida... Ahora ya tengo 41, pero cuando empecé en el periodismo [Emma también ha trabajado en la versión televisiva de España en directo] encontré algún que otro jefe que me pidió que lo quitara. Lo mismo le decían a la gente del espectáculo que venía de las Islas. Más tarde, en mi etapa en España viajera encontré a personas que reforzaron mi tesis e insistieron en la idea de que no cambiara nunca mi acento porque eso es algo valioso que hay que conservar». Creo que todos los acentos de España aportan riqueza y no existen motivos para esconderlos... ¡Cabemos todos!