Sequía

El Gobierno aplica un nuevo recorte al trasvase Tajo-Segura al incluir el abastecimiento urbano de municipios de La Mancha

Los agricultores alicantinos exigirán responsabilidades al Ministerio tras cuestionar la legalidad de una medida que en mayo y junio ha reducido en 2,1 hectómetros cúbicos el caudal destinado a la provincia de Alicante

Campos secos por la falta de agua en la provincia de Alicante.

Campos secos por la falta de agua en la provincia de Alicante. / Álex Domínguez

Pérez Gil

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha comenzado a aplicar un nuevo recorte al agua que llega a la provincia de Alicante por medio del trasvase del Tajo-Segura. De las cantidades aprobadas por la Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura en los meses de mayo y junio se han detraído un total de 2,1 hectómetros cúbicos. Unos aportes hídricos que tienen por destino el abastecimiento urbano de una quincena de pequeñas poblaciones de unos 100.000 habitantes situadas en la Cuenca Alta del río Guadiana.

En concreto, de los 15 hectómetros cúbicos aprobados para este mes del trasvase Tajo-Segura un total de 0,86 hectómetros cúbicos se han enviado a la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha.

Fue durante el pasado mes de mayo cuando el Gobierno puso en marcha por primera vez esta medida. En esa ocasión también se eliminaron 1,24 hectómetros cúbicos de los 27 hectómetros cúbicos que se acordó enviar de la Cuenca del Tajo a la Cuenca del Segura. Y ello con el objeto de atender las necesidades de abastecimiento existentes en la conducción para la incorporación de recursos a la Llanura Manchega, la conocida como Tubería Manchega.

Es decir, se realiza un trasvase sobre otro trasvase. Del Tajo-Segura al Guadiana.

Los regantes de la provincia de Alicante afectados por este recorte sobre el recorte ya existente consideran "indignante" este nuevo "tijeretazo" al agua que necesitan para regar los cultivos de la denominada Huerta de Europa.

"Esto es ilegal y se puede recurrir tanto administrativa como penalmente", ha señalado Ángel Urbina, voz autorizada en el trasvase Tajo-Segura y presidente de la Junta Central de Usuarios del Vinalopó, l'Alacantí y Consorcio de Aguas de la Marina Baixa.

50 hectómetros cúbicos

El abastecimiento a la Cuenca Alta del río Guadiana a través de la Tubería Manchega está contemplada en el Plan Hidrológico del Tajo con un límite de 50 hectómetros cúbicos. "Pero ese agua no puede proceder en ningún caso de la concesión del trasvase del Tajo-Segura porque es intocable por ley", subraya Urbina insistiendo en denunciar la "ilegalidad" que supone el nuevo recorte aplicado por el Ministerio que dirige Teresa Ribera, y al que contemplan exigir responsabilidades.

El desvío de los caudales del Tajo-Segura a La Mancha se comenzó a producir en mayo. Dos meses después de que finalizaran las obras de construcción de la Tubería Manchega que el presidente José María Barreda anunció en las Cortes en marzo de 2005. Una gran canalización de 180 kilómetros inaugurada por el nuevo presidente Emiliano García Page que lleva el agua desde el río Tajo a la Llanura Manchega.

"No hay ningún acuerdo, norma ni ley que permita que sobre el trasvase aprobado cada mes por la Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura, siempre conforme a las reglas de explotación vigentes, se pueda quitar agua para enviarla a otra zona", indica el presidente de Asaja-Alicante, José Vicente Andreu. En su opinión "nos encontramos ante otro escándolo en la política del agua del Gobierno de España que perjudica, como siempre, a los agricultores de nuestra provincia".

La organización agraria va a exigir a los responsables ministeriales que no se vuelva a permitir este hecho. "Estamos de acuerdo en que la Tubería Manchega reciba agua del Tajo pero que no sea a costa de la poca agua que nos envían a nosotros y que ya lleva incluido el recorte de un caudal ecológico que conviene recordar que, desde febrero, ha pasado de seis a siete hectómetros cúbicos".

Las restricciones hídricas aumentan en la Vega Baja por la sequía.

Las restricciones hídricas aumentan en la Vega Baja por la sequía. / Áxel Álvarez

Un nuevo revés para el campo alicantino después de que esta misma semana la Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura haya elevado al nivel 3 la situación de riesgo por falta de lluvias. Por lo que en aplicación de la normativa vigente se podría autorizar un trasvase de forma discrecional, pero motivado, de hasta 20 hectómetros cúbicos para este junio. Sin embargo el Ministerio para la Transición Ecológica ha decidido reducir finalmente el caudal a 15 hectómetros cúbicos este mes. Cinco hectómetros cúbicos menos del limite permitido ante el riesgo de que el sistema pase a nivel 4 en noviembre si persiste la actual sequía, lo que supondría el cierre del trasvase Tajo-Segura.

Caudal ecológico

Y a todo ello se suma que mientras Castilla-La Mancha multiplica la cosecha de almendra secando los acuíferos, este mismo cultivo se hunde en Alicante.

En el territorio manchego se han plantado en los últimos años cientos de miles de hectáreas de almendros de regadío. Plantanciones que se nutren de unos acuiferos que cada vez aportan menos agua a los ríos por el desaforado nivel de explotación que sufren los pozos. Paradójicamente los mismos ríos cuyo caudal ecológico el Ministerio para la Transición Ecológica quiere preservar recortando de forma drástica los envíos de agua de las cuencas excedentarias a las cuencas deficitarias.

En este sentido el caso de la provincia de Alicante con el trasvase del Tajo-Segura es especialmente paradigmático.

"En hidrología hay un principio muy claro y muy básico. Los ríos se secan porque se esquilman los acuíferos, no porque un año no llueva", afirmaba esta semana José Vicente Andreu, presidente de Asaja-Alicante.

Sin embargo en Castilla-La Mancha siguen aumentando las fincas de almendro en regadío. Solo el año pasado se incrementó este cultivo un 7% lo que, según Andreu, explica claramente "la sobreexplotación en la que se encuentra inmerso el acuífero 23 de La Mancha que ha tenido como consecuencia que el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel se haya secado".

"Desprecio sistemático"

"Mientras en otras regiones de España se consiguen récord de producción, extrayendo agua de acuíferos en estado agónico, en nuestra provincia el cultivo que fue santo y seña de Alicante, languidece por las decisiones políticas que obligan a cerrar acuíferos sin el debido caudal sustitutivo a pesar de que lo hay a través del trasvase Júcar-Vinalopó. O bien por la aplicación de un programa de erradicación de la Xylella que ha acabado con el cultivo pero no con la enfermedad mientras la plaga de avispilla sigue avanzando", lamentaba Andreu insistiendo en denunciar el "desprecio sistemático que desde hace ya demasiados años" la provincia de Alicante viene recibiendo del Gobierno de España.

"Celebro sinceramente que nuestros compañeros los agricultores manchegos tengan éxito y les vaya bien, pero pido un trato similar para los agricultores alicantinos. Solamente eso, un trato similar", subrayaba el presidente provincial de Asaja.

Por todo ello desde el sector agrario de Alicante se vuelve a denunciar el «trato discriminatorio» del Gobierno central. Mientras a los agricultores alicantinos se les obliga a cerrar sus pozos y sufren recortes del trasvases del Tajo-Segura sin garantías de disponer aportes hídricos sustitutivos a corto plazo, aludiendo para ello a la imperiosa necesidad de preservar los acuíferos y el caudal ecológico de los ríos, en otras Comunidades Autónomas se están sobreexplotando sin aparentes restricciones las masas subterráneas de agua que nutren precisamente a los ríos.