Universidad

Mateo Valero: «Estamos muy cerca de que premios Nobel de Medicina o Literatura lo ganen ingenieros»

El director del Centro de Supercomputación de Barcelona imparte en la ULPGC la conferencia ‘Chips, supercomputadores y soberanía europea’

El ingeniero Mateo Valero durante su conferencia, este jueves, en la EITE en el Campus de Tafira de la ULPGC.

El ingeniero Mateo Valero durante su conferencia, este jueves, en la EITE en el Campus de Tafira de la ULPGC. / José Carlos Guerra

El director del Centro de Supercomputación de Barcelona, Mateo Valero, uno de los científicos españoles con mayores honores internacionales en el campo de los computadores, impartió ayer en la Escuela de Ingeniería de Telecomunicación y Electrónica, la conferencia ‘Chips, supercomputadores y soberanía europea’, organizada por la ULPGC con la colaboración de la SPEGC y moderada por el catedrático Antonio Núñez.

Su conferencia en la ULPGC ha versado sobre chips, supercomputación y soberanía europea. ¿Por qué esa dependencia de Europa al dominio norteamericano y asiático, y qué hace falta para alcanzar la autonomía en este campo?

Actualmente en Europa se compran muchos supercomputadores, pero no hay ningún procesador que sea europeo, no sabemos ni diseñarlos, ni fabricarlos, y es una pena porque es una tecnología que es fundamental para la ciencia, la ingeniería y también para otros sectores. Desarrollar chips de muy alta velocidad, es fundamental también para los futuros coches autónomos, y para ejecutar aplicaciones de la inteligencia artificial (IA), ChatGPT y otras cosas más positivas como es estudiar cómo se pliega una proteína, algo que ha hecho la inteligencia artificial. Debido a eso, desde el Barcelona Supercomputing Center llevo muchos años motivando a Bruselas para que hagan chips de muy altas prestaciones en Europa, de los más rápidos del mundo. Se trata de un gran reto, pero esto que era difícil hace unos años, viene facilitado por el hecho de que hay una iniciativa mundial de que los procesadores, el juego de instrucciones o las órdenes elementales que hacen los procesadores, no sean propietarias. Ahora están las de Intel, ARM, Nvidia, y hay una iniciativa equivalente a lo que fue Linux en la democratización del software, en hardware y eso se llama RISC-V. Y otro punto que favorece es que estamos llegando al final de la Ley de Moore y cuando se llegue al tamaño mínimo de los transistores, que pasará en muy poco tiempo, tendremos todos la misma tecnología. Todo esto hace que estemos en un momento en el que Europa se va a poner las pilas.

¿Qué papel puede jugar España en este reto?

Creo que no tiene sentido hacer grandes cosas que no sean a nivel europeo y, si se puede, a nivel mundial. Y en este gran reto europeo lo que aporta España es que tenemos el mejor Centro de Supercomputación de Europa, el Barcelona Supercomputing Center, somos 850 personas, de las cuales hay casi 700 investigadores y la mitad prácticamente son arquitectos de computadores, programadores e inteligencia artificial, y luego, hay tres departamentos de aplicaciones. Eso es lo que aportamos pero, ¿qué necesitamos? Necesitamos, y más dentro de una Universidad muy querida para mí como es la de Las Palmas de Gran Canaria, que las universidades se pongan las pilas y enseñen estas disciplinas en sus currículos. En este sentido, hay ya una iniciativa en la que queremos que el profesorado de todas las universidades españolas, compartan programas y material para ayudarse a diseñar procesadores para todo, no solamente de los de alta velocidad. Esto supondrá una revolución y para eso necesitamos a la gente joven.

Precisamente las empresas se quejan de escasez de talento en este campo. ¿Está de acuerdo con dichas carencias?

Las ingenieras y los ingenieros que formamos en España son tan buenos como en cualquier parte del mundo. No es falta de talento, lo que falta son puestos de trabajo para que se nos queden, que es diferente, y en eso el sistema empresarial es una parte fundamental. Administraciones públicas, empresas y universidades tenemos que ir juntos en la misma dirección. De ahí la importancia de esta iniciativa de la docencia, en la cual se permitirá que una alumna de Las Palmas haga un procesador con otra de Madrid y un chico de Sevilla, por ejemplo, y puedan colaborar, porque en este mundo abierto que es el que permite Linux a nivel de software y el RISC-V a nivel de hardware, se crea un entorno único para colaborar, hacer proyectos final de carrera, tesis... Esto es una cosa única y en eso yo que, en junio hará 49 años que firmé mi primer contrato con la Politécnica, estoy de nuevo ilusionado con que podamos contribuir a formar gente que, si se van de España es porque lo deciden, pero intentar ponérselo difícil.

El Gobierno de Canarias lanzó en marzo una Estrategia de Microelectrónica y Semiconductores de Canarias, CanaryChip, alineada y complementaria con PERTE Chip, liderada por el Instituto Universitario de Microelectrónica Aplicada (IUMA) de la ULPGC, a través del profesor Antonio Núñez, y que cuenta también con un cluster de 11 empresas y otros centros como el IAC. ¿Cómo valora esta iniciativa, y cuál cree que es el papel que puede jugar Canarias en este campo?

Antonio Núñez es una pieza clave, no sólo en Canarias sino a nivel español. En Canarias hay muchas iniciativas y proyectos muy buenos, y en este sentido, mi mensaje es que el RISC-V es como una inyección de vitaminas para todo el ecosistema. Aquí hay mucha gente diseñando, en campos diversos, y esto es una inyección que debe aprovecharse, y hacer proyectos del PERTE Chip, donde hay mucho dinero, 12.400 millones, y Canarias tiene que ir a por ello. Pero mi mensaje sería que no se piense solamente en Canarias, porque estas tecnologías permiten la colaboración. Y luego aprovechar que la formación que se da en Canarias es muy buena, pero luego hay un valor añadido, que es que los canarios sois muy humanos, y la suma de las dos cosas es fantástica. Hay que aprovecharlo para hacer, y ahora es el momento, porque todo depende de la Universidad. Recientemente he venido de India, donde tienen un sistema de educación único y han pasado de que sus estudiantes se fueran, a que las empresas vayan allá. Esto quiere decir que, si tienes buen material humano, puedes traer mucha riqueza, estamos en una ocasión única para reactivar el campo del diseño de procesadores con tecnología RISC-V.

«Las universidades son claves para formar a jóvenes y reactivar el diseño de procesadores con tecnología RISC-V»

¿Qué opina de la eclosión de la inteligencia artificial?

Como toda tecnología, la inteligencia artificial tiene doble uso. Sobre el ChatGPT cada uno tiene su opinión, pero yo pienso que la mayor aportación de la inteligencia artificial es que, dada una secuencia de aminoácidos, te predicen cómo se pliega la proteína y claro, en 32 aminoácidos hay muchas combinaciones y ese es un problema de premio Nobel, que ha consumido muchísimas horas de computador. Siempre digo que estamos muy cerca de que premios Nobel de Medicina o de Literatura lo ganen ingenieros y no sean ni médicos ni literatos. La secuenciación de aminoácidos era de premio Nobel y lo han hecho los informáticos. Entonces, toda la tecnología tiene un doble uso, como la energía nuclear o la máquina de vapor que también quitó muchos trabajos. La inteligencia artificial va a quitar muchos trabajos, pero también está dando muchos y por eso vengo a la Universidad. Tenemos que educar, formar gente en inteligencia artificial, en diseño de chips, en comunicaciones..., por eso centros o universidades como la de Las Palmas de Gran Canaria, con la Escuela de Ingeniería de Telecomunicación y Electrónica y de Ingeniería Informática, son los sitios adecuados para formar a esos jóvenes.

¿Comparte las palabras de Geoffrey Hinton, uno de los pioneros de la inteligencia artificial, sobre los peligros de la tecnología?

Si, porque no la controlamos exactamente. Como se ha dicho, no sacas un fármaco sin probarlo, ni sacas un coche sin probarlo y esto de la IA se ha abierto pero no se saben las consecuencias, ese es el problema. Pero ojo, tenemos tecnologías que sí que son peligrosas, como el CRISPR , el cortar el ADN y pegarlo, eso puede crear verdaderos monstruos y esa tecnología está al alcance. La energía nuclear, como sabemos, necesita grandes inversiones y solamente unos pocos países la tienen, mientras que la del CRISPR, la tienen prácticamente todos los países y eso de la ética no creo que funcione, porque no se puede parar el diseño de la inteligencia artificial habiendo, con todos los respetos, países como China, que harán lo que quieran , con lo cual, tenemos un problema.

¿Y cuál puede ser la solución a este problema?

Yo creo que el único antídoto que hay para esto es la sociedad, si la sociedad no es consciente es malo. Pero ojo, también nos hemos acostumbrado, mucha gente ha decidido intentar ser felices en vez de ser libres. Lo peor que ha creado la humanidad se llama Facebook, porque te hacen un modelo digital, y cada vez te conocen más y cada vez puedan jugar más contigo, primero te animan a que compres lo que tú quieres, pero te pueden cambiar porque a base de mensajes, fakes, motivaciones, te pueden cambiar. Luego, solamente la sociedad puede parar estas cosas, aquí tenemos algo que nos puede hacer mucho daño, que es como la droga.

¿Podrá la IA diseñar chips avanzados o solo actúan para acelerar el trabajo de los ingenieros?

Hasta ahora los chips han ayudado a que la inteligencia artificial suba. La inteligencia artificial, ahora está ayudando a diseñar chips, por el momento en temas como el routing, o sea, cuando tienes 100.000 millones de transistores en 10 centímetros cuadrados y tienes que comunicar, lo haces por diferentes capas, y hacer ese routing, es un tema muy complejo y hay técnicas de inteligencia artificial que lo hacen. Yo estoy muy interesado en ver cómo la inteligencia artificial podría ayudar a diseñar procesadores, pero luego, sobre todo, podría ayudar dinámicamente, según la aplicación que ejecutas, a hacer que el hardware cambie con el objetivo de reducir mucha energía.

¿Qué se puede hacer para fomentar las vocaciones STEM?

Este es un tema muy importante, pero no debemos focalizarnos solamente en las vocaciones STEM, sino motivar a la gente a que se esfuerce para pensar. Si son del área STEM bien, pero cualquier disciplina es válida. Cuando yo era decano de la Facultad de Informática en el año 84, teníamos el 55% de mujeres, pero cuando cambiamos el nombre de Facultad de Informática a Ingeniería Informática bajaron a 22 mujeres en dos años. Esto hay que analizarlo, cuando yo estudié Teleco en Madrid, de 250 que acabamos sólo había una mujer. Esto irá cambiando poco a poco, pero una cosa es el porcentaje entre hombres y mujeres, que conviene que se equilibre, pero otra cosa es el número absoluto que conviene que suba. Sean hombres o mujeres necesitamos más gente y si además hay una proporción equivalente mejor, pero yo no quiero una proporción equivalente reduciendo, si tengo que elegir, sinceramente prefiero que haya más. 

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