Reabren el caso de una mujer que perdió una pierna por fallo médico

Un auto emitido por la Audiencia Provincial de Las Palmas llama a juicio a un traumatólogo del Hospital General de Fuerteventura que atendió a la paciente

Estado de la pierna de la paciente cuando estaba ingresada en el Hospital Universitario Insular de Gran Canaria.

Estado de la pierna de la paciente cuando estaba ingresada en el Hospital Universitario Insular de Gran Canaria. / E. D.

La Audiencia Provincial de Las Palmas emitió el pasado viernes un auto por el que ordena reabrir el caso de una mujer que perdió la pierna por imprudencia médica, después de que fuera archivado por segunda vez el 23 de marzo de 2022. Además, la resolución determina llamar a juicio penal a un traumatólogo del Hospital General de Fuerteventura. «Lo que se trata en este momento procesal es considerar que existe base suficiente para el sometimiento del mismo a juicio, debiendo ser plenario, con práctica de toda la prueba que propongan las acusaciones y las defensas, y a la vista de las legítimas pretensiones y puntos de vista fácticos y jurídicos que expongan los informes finales, donde habrá de determinarse si en efecto existe responsabilidad penal del mismo, o por el contrario resulta descartable, incluyendo la posibilidad de graduar la imprudencia, si grave o menos grave, según la redacción del artículo 152 del Código Penal y jurisprudencia de interpretación», reza el documento.

«Me he quedado sin palabras. Ya no tenía esperanzas porque llevaba esperando más de un año por esta decisión, que además era sobre un caso que habían archivado dos veces», manifestó este miércoles la afectada. Todo comenzó el 2 de julio de 2016, cuando Martina Kasten, de nacionalidad alemana y residente en Fuerteventura, se desplazó hasta el servicio de Urgencias del centro de salud de Morrojable por sentir molestias en su pierna izquierda. 

Trombosis venosa

Ante la sospecha de que se tratara de una trombosis venosa profunda, los facultativos determinaron que era necesario realizar una serie de pruebas. Para agilizarlas, la paciente, que en la actualidad tiene 57 años, acudió a un centro privado.  Allí le realizaron una ecografía que mostró que sufría un hematoma de 10x5x6 centímetros secundario a traumatismo. Después de varias consultas que incluyeron visitas a urgencias hospitalarias, el 2 de agosto de ese mismo año se le practicó una Tomografía Axial Computarizada (TAC) y una nueva ecografía, lo que permitió apreciar un aumento del tamaño del hematoma. 

El día 26, acudió a una consulta con el traumatólogo y el especialista le pautó reposo, frío y analgésicos para calmar las molestias. Solo cinco días después, Kasten precisó ingreso por fiebre y fue diagnosticada de un hematoma sobreinfectado.

El tiempo siguió pasando y, el 5 de septiembre, se sometió a una resonancia magnética que describió una lesión de partes blandas de gran tamaño y de posible origen tumoral. ¿La sospecha? Un sarcoma. De hecho, al día siguiente le realizaron una punción de aspiración con aguja fina para determinar si la enfermedad estaba presente. El resultado fue negativo, por lo que los médicos decidieron controlar en el hospital el hematoma, que se presumía benigno.

Sin embargo, el día 18, la mujer tuvo que realizarse un TAC urgente tras caerse en el baño como consecuencia de una insuficiencia pulmonar. La prueba mostró un tromboembolismo pulmonar bilateral, que precisó administrarle altas dosis de un anticoagulante. Esto impidió que fuera intervenida en ese momento. El día 22 se le realizó una nueva punción de aspiración –esta vez con aguja gruesa–, que arrojó el 25 de septiembre un resultado positivo en células malignas. Dos días después, una nueva resonancia magnética evidenció la presencia de una tumoración. A raíz de esa prueba, se apreció un primer diagnóstico de un sarcoma de partes blandas.

Ya el 3 de octubre, el servicio de Traumatología del Hospital General de Fuerteventura dispuso el traslado de la paciente al Hospital Universitario Insular de Gran Canaria para proceder a la extracción quirúrgica del tumor por cirugía plástica, sin que existiera de por medio una interconsulta con Oncología. Al llegar, el día 19, el cirujano plástico le informó de que no podía ser operada como consecuencia de la extensión del tumor. Según su criterio, lo procedente era recurrir a una amputación que debía realizarse en un hospital especializado en Sevilla. «Entre los días 26 de septiembre y 19 de octubre no hicieron nada. Me dieron el alta en el hospital de Fuerteventura, donde llevaba desde el 9 de septiembre, y me dejaron esperando en una cama hasta que me trasladaron», comenta Kasten.

El 27 de octubre fue vista por una especialista en Oncología, quien le planteó una opción diferente a la intervención inmediata y le prescribió quimioterapia ambulatoria tras exponerle a la paciente un panorama muy negativo. «Me dijo que podía hacer lo que quisiera, pero que me iba a morir pronto», cuenta la paciente.

Cansada de no recibir respuestas urgentes y ante el temor de que la neoplasia pudiera propagarse –finalmente derivó en metástasis pulmonar–, Martina solicitó el alta el 5 de noviembre y viajó hasta Alemania para ser tratada en un centro de sarcoma en la ciudad de Essen. Allí fue intervenida y se le amputó la pierna para salvarle la vida. Un tiempo después, la mujer, que ha tenido que adaptarse a una nueva vida, regresó a Fuerteventura y sigue sus controles en Alemania.

«He pasado por un infierno y todavía no sé cómo he sobrevivido. Desde junio de 2016 empezó a ganar volumen mi muslo y no fue hasta finales de agosto cuando me ingresaron por primera vez», relata la aquejada. «Ahí empezó mi odisea porque empezaron haciendo pruebas en sitios que no estaban afectados. Estuve investigando con el móvil para saber lo que podía ser, pero yo no soy médico y tenía que creer en lo que me habían dicho», agrega.

Tal y como indica su abogado, Kasten denunció el caso el 4 de febrero de 2018 y se emitió un informe forense en enero de 2019. «Sin interrogar a nadie», en marzo de ese mismo año se acordó el sobreseimiento provisional de las actuaciones al considerar que los hechos no habían quedado debidamente acreditados. 

Ante esto, su representante procesal interpuso un recurso de reforma que fue rechazado por el juez. Finalmente, tras presentar un recurso de apelación, se ordenó por la Sala Primera de la Audiencia Provincial de Las Palmas reabrir las pesquisas por auto el 6 de junio de 2019. Esto permitió interrogar a los doctores que intervinieron en el proceso de la enfermedad de la paciente. 

Posteriormente, y más en concreto el 23 de marzo de 2022, tras un nuevo informe de otro forense que tampoco se refirió a las omisiones desde el diagnóstico preciso el 27 de septiembre de 2016, se archivó de nuevo el caso que ahora vuelve abrirse. A juicio, solo está llamado uno de los facultativos

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