Una nueva gota fría deja nieve en Tenerife, La Palma y Gran Canaria

Una nueva gota fría, la tercera de este invierno en Canarias, deja nieve en las cumbres de las islas de Tenerife, La Palma y Gran Canaria. Anoche, al cierre de esta edición, permanecían cerrados los accesos al Parque Nacional del Teide por La Esperanza (El Rosario) y La Orotava, mientras sí estaba abierto el acceso por el Sur (Chío). La nueva Depresión Aislada de Niveles Altos (DANA) volvió a dejar temperaturas gélidas en la cima de Tenerife, con -4,3 grados en Izaña y -3,6 grados en Las Cañadas, ambos puntos en el Parque Nacional del Teide.

Efectivos de Bomberos de Tenerife rescataron en la madrugada del miércoles al jueves a varias personas que se habían quedado atrapadas en la zona de Las Cañadas. Según señala este cuerpo de emergencias, la central de coordinación activó al parque de Bomberos de La Orotava y a Cruz Roja para ayudar en las labores de rescate de estas personas que habían quedado atrapadas en la calzada por placas de hielo. Además, tuvieron que rescatar a unos excursionistas que se habían quedado aislados.

El Roque de los Muchachos

La gota fría también dejó granizo, hielo, nieve y aguanieve en las cumbres palmeras. Las temperaturas en el Observatorio de Astrofísica de El Roque de los Muchachos volvieron a caer en la madrugada del miércoles al jueves hasta los 4,4 grados bajo cero. La carretera LP-4 al Roque de Los Muchachos, a la altura del kilómetros 17 desde Santa Cruz de La Palma, y por Garafía, a la altura de la residencia del Observatorio, fue reabierta ayer pasadas las 13:00 horas tras cerrarse por la presencia de hielo en la calzada.

En la cumbre grancanaria

La cumbre de Gran Canaria también amaneció ayer convertida en Polo Norte, con una capa de nieve de entre cinco y seis centímetros de espesor que, junto con el pinar y los primeros rayos de sol que se colaban por las copas, dibujaba esa suerte de paisaje mágico que le otorgan el apelativo de afortunado al Archipiélago, que no en balde desde la punta más alta de la isla redonda, justo enfrente, se remataba el plano polar con un Teide igual de arrebatador vestido todo de blanco, haciendo región por la vía meteorológica.

Con esas primeras luces del día se transparentaban las cencelladas atrapadas entre las ramas y también las escondidas entre los resquicios de los teniques, y los pequeños carámbanos que ejercían como zarcillos de cristal colgando de las retamas, los codesos y los escobones. Puro espectáculo de blanco sobre picón.

El polo propiamente dicho se dibujaba en un circulo no muy grande, pero que se extendía desde unos dos kilómetros por encima del cruce de Llanos de La Pez y Pozo de las Nieves hacia arriba, y que alcanzaba resquicios a cotas bajas, como en las cercanías de la Caldera de Los Marteles.

De ahí hacia Pico, aún con la nieve virgen, se extendía una postal de silencio y un frío de nevero solo roto por las primeras pasadas de la Mercedes Unimog en formato quitanieves, pilotadas por los efectivos del Parque de San Mateo del Consorcio Insular de Emergencias.

Arriba, imagen del Teide ayer tras la tercera nevada del invierno. A la izquierda, tres jóvenes disfrutan de la nieve en Gran Canaria. A la derecha, el manto blanco en la cima de La Palma.