Canarias pierde 270 sanitarios de Atención Primaria tras el paso de la pandemia

Los esfuerzos por ampliar plantilla para reforzar los centros de salud no logran revertir los recortes de la crisis económica

Un enfermero recibe a un paciente en un centro de salud de Tenerife

Un enfermero recibe a un paciente en un centro de salud de Tenerife / María Pisaca

Verónica Pavés

Verónica Pavés

Canarias ha perdido el 6% de los sanitarios que trabajaban en los centros de salud del Archipiélago antes de la pandemia. En 2019 en las Islas desarrollaban su labor en los centros de salud 3.980 de estos sanitarios frente a los 3.710 que permanecieron en el servicio durante 2021, es decir, 270 menos. Estos datos corroboran que pese a los esfuerzos de la Administración sanitaria por ampliar la plantilla desde el estallido de la pandemia, no se ha logrado revertir los recortes de personal que se llevaron a cabo a partir de 2011 en el contexto de la crisis económica. No en vano, el personal total que hoy trabaja en Atención Primaria es un 30% menor que en 2010.

Así queda constatado en un último informe publicado por la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública en el que evalúa varios aspectos de la Atención Primaria en las comunidades autónomas. Entre estos indicadores se encuentra la evolución del gasto de sanitario, los recortes de efectivos, la frecuentación de consultas y el tiempo que tarda un paciente en conseguir una cita. Una última cifra en la que Canarias además consigue uno de los peores puestos del ranking nacional, con 9,6 días de espera de media.

Si bien el número de médicos de familia ha aumentado (en 14 efectivos) desde 2019, no ha ocurrido lo mismo en enfermería, que pierde 248 profesionales, ni en pediatría, que pierde 36 en tan solo dos años. Los únicos que han conseguido un aumento significativo en la plantilla son los auxiliares administrativos, que pasan de ser 1.720 a 2.314. Sin embargo, el esfuerzo para reforzar la Atención Primaria no ha permitido al Servicio Canario de la Salud (SCS) recuperar la plantilla que tenía antes de que se ejecutaran los recortes de la crisis económica. En 2010 Canarias contabilizaba 7.581 efectivos de los que 3.493 eran auxiliares administrativos, 1.678 enfermeros, 1.467 médicos de familia y 943 pediatras. En once años, los efectivos de los centros de salud han pasado a ser 6.024 de los que 2.314 son auxiliares administrativos, 1.467 médicos (se iguala gracias al empujón del último año), 1.436 son enfermeros y solo 807 son pediatras.

El número de médicos de familia crece en 14 efectivos, pero los pediatras se reducen en 36

"Faltan muchos médicos de familia, pero sobre todo pediatras", explica Levy Cabrera, secretario general del Sindicato de Médicos de Santa Cruz de Tenerife (CESM). Las poco atractivas condiciones de trabajo en Atención Primaria, unida a las pocas plazas de especialización -el MIR oferta 90 plazas de medicina familiar y comunitaria desde el siglo pasado y 21 para pediatría general - está provocando que cada vez haya menos especialistas y posibilidades de contratar en las Islas. Además, aunque cada año puedan salir a trabajar 90 nuevos médicos de familia, "más de la mitad acaba en otros servicios como urgencias, documentación clínica o hospitalización a domicilio (HADO)", reseña Cabrera.

Desde la Asociación de Médicos de Atención Primaria de Canarias (Amapcan), aseguran que esta falta de efectivos está conllevando a una "sobrecarga" en los centros de salud que merma progresivamente la capacidad de los sanitarios para realizar las atenciones necesarias a los pacientes. De ahí que insistan en llevar a cabo una serie de medidas "de organización" que permitan, a corto plazo, solucionar el grave problema que arrastran los centros de salud. "Hemos presentado una propuesta con cinco puntos a la Consejería de Sanidad", relata Elena Pérez, miembro de Amapcan.

Entre estas propuestas se encuentra la necesidad de limitar el número de pacientes agendados cada día - de modo que no pase de 30 diarios-, utilizar la figura de los doblajes de turno para aliviar lista de espera, crear un equipo de incidencias formado por médicos y enfermeros para atender a los fuera de hora, igualar las condiciones de atención al paciente (incluyendo el tiempo de consulta) en todos los centros de salud y poner en marcha un triaje "finalista" que lleven a cabo el personal de enfermería.

Un paciente tarda 9 días en acceder a una consulta

Los médicos también piden que se reduzca el cupo de pacientes. "Nunca debería ser de más de 1.500 y lo mejor es que esté entre 1.200 y 1.300 personas", explica Pérez. En Canarias el 50,97% de los médicos tienen un cupo superior a 1.500 pacientes y casi el 1% de más de 2.000. "Si bien es cierto que no es lo mismo un cupo de gente joven que uno de población envejecida, se deberían igualar las condiciones en la medida de lo posible", insiste. La profesional pone como ejemplo el centro de salud de Icod de Los Vinos que, asegura, "es uno de los puntos negros del Archipiélago". "Los médicos de ese centro no ven nunca menos de 50 pacientes al día", insiste y aclara que Tenerife es una de las Islas más afectadas, donde los cupos medios son de 1.800 personas.

La saturación se está reflejando en la asistencia a los pacientes. Nueve de cada diez pacientes que piden cita deben esperar más de dos días para acudir a su médico. El 64% tarda más de una semana. Canarias es la comunidad en la que más personas tardan mínimo una semana en poder consultar su problema de salud con un médico o un enfermero. De media pasan al menos 9 días antes de que una persona pueda conseguir una cita, siendo Canarias la tercera comunidad con mayor demora media.

Del informe se sustraen otros datos más favorables, como que el gasto público ha aumentado un 4% entre 2018 y 2020, aunque ese 4% es el mismo que se redujo entre 2016 y 2018. Por tanto, hoy el gasto sanitario en Canarias sí ha conseguido recuperarse y volver a niveles previos a la crisis económica. Para 2023 se ha presupuestado un gasto de hasta 254,1 euros per cápita, una cifra algo por debajo de la media nacional (268,95 euros por habitante). Sin embargo, en este sentido también se debe tener en cuenta el crecimiento del gasto sanitario, del 36% desde 2014. En 2021 Canarias gastó 606 millones de euros en recetas médicas y órdenes de dispensación frente a los 443 de 2014 y los 576 millones de 2020. Esto se traduce en que Canarias gasta ahora una media de 272,6 euros por habitante frente a los 209,8 de 2014.

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