La Consejería de Sanidad decidió ayer aumentar hasta el nivel 3 el semáforo en Tenerife por tercera vez este año. Esta medida, que entrará en vigor el próximo sábado, supone clausurar el interior de la hostelería en todo Tenerife para evitar el avance del virus. El Gobierno ha decidido situar a la isla debido al alto nivel de incidencia de casos de coronavirus en los menores de 45 años, del nivel de positividad de la isla (7%) y del incremento de incidencia en mayores de 65, pese al avance de la vacunación.

El ascenso de nivel tiene implícito también la rebaja del máximo de personas que pueden permanecer en grupos de convivencia, que desciende a 4 personas, la reducción de aforos interiores en la mayoría de actividades (un máximo del 33%), el cierre de la hostelería a las 23:00 horas (aunque se permite el reparto a domicilio hasta las 00:00 horas), la suspensión de competiciones deportivas federadas de ámbito regional e insular y la reducción del aforo al 33% en velatorios y entierros. En esta ocasión, y dado el fin del estado de alarma, no se podrá imponer ni toque de queda ni cierre perimetral, por lo que no habrá controles de salida y entrada en la isla. Tampoco se restringirán las visitas a centros de mayores.

Cabe recordar que es la tercera vez que Tenerife se encuentra en nivel 3. La primera fue de 19 de diciembre a 16 de enero, la segunda del 17 de marzo al 4 de mayo y esta tercera que empezará el sábado 26 a las 00:00 horas y se prolongará mínimo 14 días, hasta el jueves 18. Respecto a la eliminación de mascarillas a partir del 26 de junio, el consejero de Sanidad, Blas Trujillo afirmó que una vez se hayan reunido en Madrid se tomará una determinación en Canarias. En todo caso, insistió en que «parece razonable ligar la mascarilla a los niveles epidemiológicos».

Con esta decisión, el Gobierno ha desoído la petición que el pasado martes hacía el presidente del Cabildo insular, Pedro Martín, quien se opuso de frente al «cerrojazo» de la restauración en la isla. «No sería justo hacerlo porque ahí no está el problema», sentenció. En el día de ayer, mantuvo su posición entendiendo que se trata de una medida que se toma «por criterios sanitarios». «No creo que poner nivel 3 suponga una mejora sustancial», insistió el presidente insular, quien remarcó que, desde su punto de vista, para abordar la «grave» situación de Tenerife, habría que endurecer las medidas en otras circunstancias como botellones y playas así como mantener las mascarillas y no «apretar siempre al sector empresarial». Asimismo hizo alusión a la necesidad de hacer un mayor esfuerzo respecto a las sanciones para que «se multe más y se agilice su cobro».

Respuesta nacional coordinada

Para imponer este paquete de medidas el Gobierno de Canarias ha seguido las normas que emanan del plan de Actuaciones de respuesta coordinada para el control de la transmisión de Covid-19, acordado entre el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas desde octubre y actualizado el pasado mes de mayo. Dicho documento expresa que en el nivel 3 de riesgo, los ámbitos territoriales deberán «suprimir el servicio en zonas interiores de los establecimientos».

Ante la noticia, el sector de la hostelería en la isla de Tenerife no ha tardado en responder pues, como en otras ocasiones, considera que la medida es muy estricta y que afecta de manera muy importante al sector, por lo que pretenden presentar un recurso contra la misma así como solicitar explicaciones y datos con respecto a dónde están los focos de contagio en la hostelería, como señaló Ramón Fariña, presidente de la Asociación de Restauración y Ocio de Santa Cruz de Tenerife (AERO). En las dos ocasiones anteriores, el sector de la hostelería ha sido muy crítica con la medida impuesta. En distintas ocasiones, el sector ha denunciado que esta medida supone una «ruina» para los establecimientos.

Por su parte, el alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, que también ha sido crítico con la medida, señaló que el nivel 3 supone «un duro golpe para los sectores económicos de la Isla, y para los tinerfeños y tinerfeñas que, de forma mayoritaria, respetan las normas de carácter sanitario». El alcalde también puso a disposición de las asociaciones de la hostelería los servicios jurídicos de la corporación. El alcalde también criticó la «falta de liderazgo» en Tenerife, dado que el Gobierno ha desoído las peticiones del presidente del Cabildo insular.

Razón multifactorial

Te puede interesar:

El consejero de Sanidad, Blas Trujillo, insistió en rueda de prensa que el aumento de casos en Tenerife es «multifactorial» y lo desvinculó de algunas circunstancias concretas, como los rastreos o el comportamiento de la población. «Nuestro trazabilidad llega a más del 70% del origen, por tanto, hay que descartar que esté ocurriendo por esta circunstancia», sentenció el director de Salud Pública, José Juan Alemán, que concluyó que «siempre ha sido el mismo sistema» y que se sigue el mismo método en las dos islas capitalinas.

Lo único que diferencia a una y a otro es que «hay caldo de cultivo» para que se den los contagios, así como la diferencia de población de menos de 45 años entre ambas islas. «Asciende a más de 48.000 personas», recordó Alemán, quien señaló que también tienen que ver los factores poblacionales de Tenerife como la dispersión o la movilización de la población. En este sentido, el consejero de Sanidad, Blas Trujillo, añadió que a todo ello se une que la dispersión del virus no es lineal sino exponencial, lo que provoca que la curva crezca rápidamente.