La Universidad de La Laguna (ULL) y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) tratarán de ofrecer la mayor presencialidad posible el próximo curso. Así lo aseguraron ayer sus dos rectores, quienes defienden que es esencial la asistencia de los alumnos a los campus. La rectora de la ULL, Rosa María Aguilar, y su homólogo en Gran Canaria, Rafael Robaina, explicaron que han estado "muy en contacto" para la organización del nuevo curso 2020-2021, con el fin de articular las medidas que posibiliten la mayor presencialidad posible de forma segura y que dependerán de cada facultad o escuela.

En ambas universidades se combinará la asistencia presencial con las clases a través de internet de manera sincronizada, por lo que se han instalado cámaras en las aulas que permiten el seguimiento por vídeo en directo a través de internet, si bien cada centro decidirá los días que los alumnos deben acudir a la universidad. Para garantizar el seguimiento virtual a todos los alumnos se facilitarán lugares para la conexión a internet a aquellos estudiantes con problemas de acceso a la red en sus casas. Así, la rectora de La Laguna indicó que se tratará de favorecer la presencia en los campus, por lo que se instalarán aulas para el seguimiento virtual de las clases.

Adaptación

Robaina manifestó que "la esencia de la universidad es la vida en los campus", cuestión que corroboró la rectora de La Laguna, quien recordó que las clases en su institución comenzarán el 5 de octubre. Los dos rectores destacaron el esfuerzo presupuestario que supone esta adaptación por la inversión extra que requiere para la adquisición de tecnologías, la adaptación de los edificios, material de higiene y refuerzo de la limpieza.

En este sentido, Rosa María Aguilar precisó que la ULL, solo en tecnología y limpieza, destinará un millón y medio de euros, y Robaina recalcó que "la educación online es mucho más cara, bien hecha" que la presencial, y que este esfuerzo presupuestario ha obligado a "dejar de lado otros proyectos".