"No dejaremos de joder la pavana": trabajadores de la Refinería de Santa Cruz exigen ser escuchados

El pleno del Ayuntamiento aprueba una moción para solicitar al Gobierno canario un plan de empleo para el personal de la planta de Cepsa en la capital chicharrera, ante el desmantelamiento de la misma

Los empleados no descartan movilizaciones en la puerta de la Refinería

Desmantelamiento de la Refinería de Santa Cruz.

Desmantelamiento de la Refinería de Santa Cruz. / E. D.

«No vamos a dejar de joder la pavana hasta que nos escuchen». Así de contundente se mostró ayer, durante el pleno del Ayuntamiento de Santa Cruz, el portavoz sindical de los trabajadores de la industria Química y del Refino de la Refinería de la capital, Aitor Montelongo. Éste intervino en la moción que presentó el PSOE a favor de estos trabajadores, defendida por la concejala socialista, Patricia Hernández, la cual fue aprobada por el pleno, por unanimidad.

A través de esta moción se ha acordado que el Consistorio chicharrero junto al Gobierno de Canarias elaboren un plan integral de empleo, con itinerarios personalizados, para los trabajadores de la Refinería ante la salida de Santa Cruz y traslado al Puerto de Granadilla, que «cuente también con la colaboración financiera del Cabildo y del Estado».

Los empleados de este sector de la Refinería de Cepsa en Santa Cruz temen quedarse sin trabajo debido al desmantelamiento de esta planta. «Llevamos sufriendo esta incertidumbre desde el año 2012, cuando se suspendió la actividad de refino. Y todo esta situación surgió por los requisitos que exigió el Gobierno de Canarias en materia de contaminación en la ciudad. A raíz de esto, se anunció el desmantelamiento y la creación en este espacio de una nueva ciudad, a través del proyecto Santa Cruz Verde. Pero con nosotros nadie ha hablado ni nos han dicho qué pasará», comentó Aitor Montelongo.

Éste aclaró que lo único que piden los trabajadores es una reunión con la administración y los responsables de la compañía. «Si no nos escuchan, no nos quedará otro remedio, que emprender movilizaciones en la puerta de la Refinería».