Plenilunio | Programación

El Diablo de Timanfaya recrea el sueño de César Manrique este 'sábado de Plenilunio'

Producciones Escénicas Clapso, de Israel Reyes, recrea el día 2 de noviembre un desfile por la calle del Castillo, de 17:00 a 18:00 horas

Espectáculo de calle representado en el Festival de Teatro, Música y Danza de Las Palmas de Gran Canaria.

Espectáculo de calle representado en el Festival de Teatro, Música y Danza de Las Palmas de Gran Canaria. / Quique Curbelo

Humberto Gonar

Humberto Gonar

La calle del Castillo acogerá este sábado 2 de diciembre, desde las 17:00 a las 18:15 horas, un espectáculo de gran formato que recreará la compañía Clapso, de Israel Reyes –director artístico del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria durante 16 años– que recreará «El sueño de Manrique», como se presenta este testamento vital del artista lanzaroteño César Manrique.

Según reza en la memoria artística del proyecto, «el espectáculo pretende ser una celebración del arte y la vida, un juego donde la música, la danza y las palabras de César nos devuelven a la calle, nos acercan a la gente, al público, a los que nos conocen y a las nuevas generaciones que podrán descubrirlo».

Más allá del alma del proyecto, su mentor, Israel Reyes pone en valor que esta iniciativa nació en 2019, con la bendición de la Fundación César Manrique que preside de forma honorífica Juan José Ramírez, y el desarrollo artístico que se fraguó desde la dramaturgia del propio director artístico y que desarrolló su compañía, Producciones Escénicas Clapso. Ese testamento vital de César se representó por primera vez en el Charco de San Ginés y luego se recreó desde Triana hasta el teatro Pérez Galdós, en el marco de Festival de Teatro y Danza de Las Palmas de GranCanaria que se puso en escena en 2020. A partir de ahí se han adaptado versiones más pequeñas hasta el gran formato que se presenta este sábado, desde las 17:00 horas, en Plenilunio.

Un total de 46 artistas, desde el actor José Carlos Campos que encarna al Diablo de Timanfaya, a participantes locales, incorporados desde el grupo coreográfico Crew of Dream, de la capital tinerfeña, o la batucada Tambawa Percusión, llegada de El Médano, formarán el cuerpo artístico de este espectáculo de calle al que el director artístico de Plenilunio, Enrique Camacho, descarta considerarlo como un pasacalle, aunque el arranque sea con un desfile desde la plaza de Weyler hasta finalizar con una representación en las proximidades del Palacio de Carta, junto a la sede de Banco Santander, donde se localiza la fuente de la plaza de la Candelaria.

Peces o juguetes de viento recrearán la obra matérica de César Manrique, que versará sobre cuatro elementos: ciento, tierra, agua y fuego que desfilarán entre percusión hasta la Candelaria, donde el Diablo de Timanfaya pondrá en valor la memoria del artista lanzaroteño desde su testamento vital, entre acróbatas, zancudos, música... que cobrarán mayor realce en tres paradas por la calle delCastillo hasta su colofón, enLa Candelaria, donde dramaturgia y coreografía abrazarán al espectador, a pesar incluso de dos condicionantes: el plan de seguridad impide el uso de fuego y el horario no coincidirá con la puesta de sol, que siempre contribuye a dar mayor realce a la representación.

Aún así, el espectáculo está garantizado desde el respecto y a admiración que contagia El sueño de Manrique, que emana casi del conocimiento que tiene el director Israel Reyes a través del vínculo de su padre con el artista, para el que trabajó en elementos singulares como las piscinas de fibras en la casa cueva y la vivienda de Haría del propio César, o el arrope que presta la Fundación Manrique, con el visto bueno del mismísimo Juan José Ramírez –hijo de Pepín Ramírez, presidente del Cabildo en la época de esplendor artístico de César–, quien fue secretario personal del artista y hoy es presidente de honor de la fundación que lleva su nombre. Avales de la fidelidad del trabajo final.

La defensa por la naturaleza que caracterizó a César Manrique se presentará en cuatro escenas de este espectáculo de gran formato en la calle: César y la máscara de la vida, La obra en movimiento –con la recreación del aire, agua, tierra y fuego a través de cinco grandes máquinas de tracción manual–, El cortejo de los peces (desde un tiburón a un tamboril, una piraña, un pez volador, un pez rana o un pez martillo–, y El fuego del volcán (la danza de las cenizas), donde el Diablo de Timanfaya encarga el mismo fuego, entre obras de Manrique, acróbatas que desafían al viento... hasta el colofón: el legado de César.