El Centro de Fauna Exótica de Santa Cruz cuadruplicará su superficie por la avalancha de animales

Aumenta en un 40% el número de ejemplares rescatados por la Fundación Neotrópico

El Ayuntamiento cederá suelo municipal

Roli, una hembra de mono capuchino que vivió años encadenada al jacuzzi de un prostíbulo y que ahora sufre "estimulación autoerótica crónica", entre los animales atendidos

Roli, una hembra de mono capuchino, vivió durante años encadenada al jacuzzi de un prostíbulo, en Vizcaya, y ahora sufre la patología comportamental denominada estimulación autoerótica crónica, que «la lleva a masturbarse cada vez que se pone nerviosa».

Es uno de los más de 1.700 animales, de unas 200 especies diferentes, acogidos en la actualidad en el Centro de Recuperación de Fauna Exótica de la Fundación Neotrópico, ubicado en Barranco Grande, en Santa Cruz de Tenerife, el cual cuadruplicará su superficie ante la avalancha de ejemplares que están llegando a la instalación. En el último año, el aumento ha sido del 40%. Cada uno de los animales tiene una historia, en muchos casos, aterradora. 

Ahora, todos ellos descansan y son atendidos con sumo cuidado en el centro ubicado en la capital chicharrera, el único dedicado al rescate y recuperación de fauna exótica en Canarias «con una cuarentena de nivel 3 de Bioseguridad certificado», es decir, con las instalaciones y recursos necesarios para atender animales con enfermedades mortales e infecciones que «se puedan curar con tratamiento».

Ayer, durante una visita al centro de Barranco Grande, el concejal de Bienestar Animal, Carlos Tarife, anunció que, a lo largo del próximo año, el Ayuntamiento cederá suelo municipal a la Fundación Neotrópico para que la superficie de las instalaciones se cuadruplique, pasando de los 4.000 metros cuadrados actuales a 16.000. Los nuevos terrenos están ubicados junto al centro. «Y es que están colapsados; son demasiados los animales que se rescatan y atienden».

Para la ampliación del centro de Santa Cruz, que supondrá una inversión aproximada de más de medio millón de euros, la Fundación Neotrópico contará con financiación europea y con la colaboración del Gobierno de Canarias, del Cabildo y del propio Ayuntamiento chicharrero, según apuntó el edil.

El responsable del Centro de Fauna Exótica y presidente de la Fundación Neotrópico, Jaime de Urioste, admite que este ya se ha quedado muy pequeño y que necesita urgentemente más espacio, «para aumentar la capacidad de carga y para que los animales vivan en mejores condiciones». En lo que va de año, ya han ingresado más de 700 nuevos ejemplares, de los que 465 fueron localizados en las calles y domicilios del municipio de Santa Cruz de Tenerife. «En el pasado mes de septiembre, ya habían entrado al centro más animales de los que se habían recogido en todo el año anterior», informó.

Todos los animales que se encuentran en estas instalaciones son animales exóticos, muchos de los cuales además son invasores y algunos, incluso, muy peligrosos. Entre éstos se encuentran serpientes, tortugas, tarántulas, loros, murciélagos, macacos y cocodrilos.

La Fundación Neotrópico se encarga de rescatar mascotas exóticas abandonadas, animales confiscados por tráfico ilegal y especies invasivas retiradas del medio natural, rural y urbano. Cuenta con la ayuda del Estado, del Gobierno canario, de varios Cabildos y ayuntamientos, pues el Centro de Recuperación de Fauna Exótica de Santa Cruz interviene en todo el Archipiélago y también colabora con el resto de España y con países europeos. «Nos suelen pedir asesoramiento y también que acojamos animales», explica Jaime de Urioste.

Sólo en Santa Cruz de Tenerife, en lo que va de año, la Fundación Neotrópico ha actuado en 132 ocasiones, localizando y retirando, de domicilios y calles, casi 500 animales exóticos que, «además de ocasionar graves problemas para el entorno, sufren importantes cambios en su comportamiento».

El concejal responsable de Bienestar Animal alertó de que las cifras de especies exóticas recogidas son muy elevadas, por lo que es necesario, apuntó, «seguir sensibilizando a la población del riesgo que supone introducir animales de este tipo en nuestros entornos». «Tener como mascota a un animal catalogado como exótico puede desencadenar problemas muy graves y, por supuesto, actuaciones que requieren mucho esfuerzo y mucha inversión, pues acaban con muchas especies animales y vegetales».

Además, dichas especies exóticas también pueden introducir enfermedades, como, por ejemplo, hepatitis, sida, covid o tuberculosis. El Centro de Fauna Exótica de Santa Cruz cuenta con una zona de cuarentena en la que se pueden tratar animales hasta el nivel 3, «es decir con enfermedades que se pueden curar». Esta instalación cuenta con todas las medidas de seguridad necesarias para que la enfermedad no se propague y afecte a las personas. En el caso de que un animal tenga una enfermedad de nivel 4, «tendrá que ser sacrificado, porque no puede curarse y puede suponer un peligro para la población». «Afortunadamente, no hemos tenido ningún caso aquí».

Cuatro cocodrilos que fueron trasladados desde un zoológico de Fuerteventura; dos zorros procedentes de Bélgica; 13 ejemplares de iguanas rinocerontes, una especie en peligro de extinción, endémica de la isla de La Española (República Dominicana); tortugas gigantes que pueden alcanzar una longitud de 1,20 metros; más de un millar de tortugas de agua; o dos ejemplares de emú, cuyo cuidador sufrió un ictus. Son algunos de los animales atendidos en este centro, el cual también cuenta con una habitación dedicada a especies más peligrosas. Allí descansan, por ejemplo, serpientes, lagartos y tarántulas.

Asimismo, el centro de la Fundación Neotrópico acoge las historias, entre muchas otras, del escorpión que viajó desde Marruecos a la Isla en la mochila de un niño y cuya picadura es mortal, o la de Juanita, una hembra de mono capuchino, a la que drogaban todos los días en un circo para que los asistentes se pudieran sacar una foto y que ahora lanza piedras a toda aquella persona que se le acerque. Es tan importante y ya conocida la labor que se desarrolla en este centro, que hasta una superproducción americana se ha interesado por sus iguanas para utilizarlas en una película, como parte del decorado.