La Unidad de Intervención Policial que se creó en 2004 en el seno del cuerpo de seguridad local de Santa Cruz de Tenerife pasa desde mañana, 1 de junio, a desempeñar funciones de Policía de barrio con el objetivo de ampliar el número de efectivos que opera en la calle y dar más seguridad a la ciudadanía. 

Desde finales del pasado año, el alcalde de Santa Cruz justificó esta decisión "en las demandas de muchísimos vecinos que, desde hace tiempo, nos piden una mayor presencia policial en nuestras calles, patrullas en los barrios y más proximidad de los agentes a la realidad cotidiana del municipio". 

El domingo 30, Día de de Canarias, los efectivos de la Unipol prestaron su último servicio y realizaron un vídeo en el que se despiden de las instalaciones en Los Campitos, donde han entrenado, mantenido reuniones de coordinación, planificación de operativos... Salvo la Unidad Canina y los agentes de servicio de escoltas, el resto de miembros de la Unidad de Intervención Policial pasa a engrosar el cuerpo de seguridad local desde mañana 1 de junio.

La Unipol nace en la capital tinerfeña en la época del alcalde Miguel Zerolo y siendo concejal de Seguridad Ciudadana Hilario Rodríguez, quienes promueven la creación de esta unidad específica dentro de la Policía Local para incrementar el control, con un espíritu más represivo que preventivo, y ante las carencias que registraba la capital tinerfeña cuando se reclamaba la intervención de la Policía Nacional.

Desde 2004, la Unipol se especializó en temas de intervención en barrios. Solo su presencia persuadía por la labor desarrollada, que en más de una ocasión fue objeto de polémica y hasta de denuncia por parte de algunos vecinos que cuestionaron cómo aplacaban a supuestos delincuentes, asuntos que acabaron en los tribunales, si bien esta unidad contó con el apoyo casi incondicional de Hilario Rodríguez. Todavía hoy se recuerda la famosa amenaza del “tonicazo” que prometió el concejal de Seguridad cuando salió en defensa de esta unidad.

De aquellos cuarenta efectivos adscritos a la Unidad de Intervención Policial de Santa Cruz en la actualidad prestaban su labor veinte y siete mandos.

La falta de acuerdo entre políticos y sindicatos de la Policía sobre la adscripción de los agentes a la Unipol, la judicalización del proceso y sentencias que respaldaron los argumentos sindicales en defensa de la igualdad laboral entre los agentes, deja en el recuerdo a la que se llegó a considerar la “swat” chicharrera, uniformados de negro, con cascos, escudos y porras hasta la rodilla, que no solo llegó a ser temida en donde hacía acto de presencia sino que su formación física y profesional logró el reconocimiento a nivel internacional.

Cabe recordar la veintitrés edición del SWAT Round Up Internacional celebrada en 2006 en la que participó la Unipol, en la primera vez que lo hacía un equipo nacional. La crónica que publicó la revista especializada atribuía a la Unidad Policial de Intervención de Santa Cruz “que aúna diverso potencial en misiones de intervención que exigen el conocimiento de técnicas y tácticas especiales; además, sus integrantes gozan de una excelente preparación física y de artes marciales, un buen apoyo para salir airoso de pruebas como las que caracterizan a esta competición estadounidense”.

Hasta Orlando se desplazó la Unipol con el apoyo del entonces alcalde Miguel Zerolo para participación en la “semana táctica internacional” -referente en el mundo de los equipos de asalto policial-, quien los animó a participarse en alguna de las pruebas para “potenciar la motivación del grupo y para dejar constancia del especial carácter que la Unipol había conseguido en muy poco tiempo”.