Infarto en una persona joven: ¿Son cada vez más frecuentes?, ¿son más graves que en una persona mayor?

La mayoría de las veces el estrechamiento arterial está causado por el acúmulo de colesterol y otras sustancias inflamatorias en la pared de la arteria.

Berruezo e Ibáñez.

Berruezo e Ibáñez.

Redacción

El infarto de miocardio es la manifestación más grave que puede tener una cardiopatía isquémica, enfermedad que se causa por un estrechamiento de las arterias que llevan la sangre hasta el corazón. En el caso del infarto, la falta de riego sanguíneo causa la muerte de las células en una zona del músculo cardíaco. La mayoría de las veces el estrechamiento arterial está causado por el acúmulo de colesterol y otras sustancias inflamatorias en la pared de la arteria.

Algunos estudios parecen apuntar una mayor frecuencia del infarto en personas menores de 45 años, aunque no sea algo sencillo de determinar. Y es muy lógica la preocupación sobre la gravedad de este tipo de cardiopatía en la población joven, y que surjan preguntas al respecto. Algunos de los mayores expertos en cardiología, presentes en prestigiosas listas de reconocidos médicos y cirujanos como la que anualmente realiza Forbes, responden.

¿Ha aumentado la incidencia de los infartos entre la población joven?

El doctor Borja Ibáñez, cardiólogo intervencionista en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, director científico del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y jefe del grupo del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Cardiovasculares (Cibercv), opina que, en general, la incidencia no habría incrementado. Y explica que una de las razones por las que es muy difícil de concretar una respuesta definitiva es que ha aumentado muchísimo la sensibilidad de la detección del infarto. Es decir, ahora se detectan infartos menos severos que antes podían pasar desapercibidos por no contar con las herramientas necesarias para su diagnóstico.

Y, aun así, hace una matización muy importante: “Sí que hubo un repunte cuando se confirmó que hay ciertas sustancias, por ejemplo, las tóxicas (cocaína, marihuana, etc) que sí que están asociadas a desarrollar infartos, y sí que aumentó el diagnóstico de infartos cuando aumentó el consumo de estas sustancias, pero en general, está más o menos estable”.

¿Cuáles son las enfermedades cardíacas más comunes en jóvenes? 

Sobre este tema arroja luz el doctor Antonio Berruezo, director del Departamento de Arritmias y de Investigación del Instituto del Corazón Quirónsalud Teknon, quien lideró durante 15 años la Unidad de Arritmias Ventriculares en el Hospital Clínic de Barcelona. 

A su juicio, y sobre la base de su experiencia, las enfermedades cardiacas que aparecen a edades tempranas de la vida suelen ser aquellas que tienen un componente genético. Por ejemplo, cifras muy elevadas de colesterol en sangre pueden, en algunos casos poco frecuentes, tener una causa genética y agregación familiar.

Sin embargo, el doctor Berruezo tiene muy claro que “los factores de riesgo más importantes para que se produzcan los infartos de miocardio en jóvenes son la obesidad, el sedentarismo y los malos hábitos alimenticios que se asocian cifras elevadas de colesterol, así como otros factores de riesgo como la hipertensión arterial y el tabaco”.

¿Es más grave el infarto en una persona joven? ¿Se trata igual que en personas de mayor edad?

El doctor Ibáñez responde a esta cuestión de forma clara que, en general, no hay razones para que sea más grave. De hecho, el pronóstico debería ser mejor, con una menor mortalidad, ya que hay menos comorbilidades que en las personas de mayor edad. Es decir, menos probabilidades de que la congruencia del infarto con otra enfermedad complique el pronóstico.

Ahora bien, por otro lado, alerta de que “es muy importante resaltar que en una persona joven que ha tenido un infarto hay que estudiar muy bien cuáles han sido las causas y los factores de riesgo que lo han provocado, porque si estos factores no se controlan y el paciente no sigue muy bien la medicación, entonces sí podría tener una alta probabilidad de tener problemas en el futuro, incluso de mayor mortalidad”. Obviamente, en ningún caso un infarto se puede tomar a la ligera.

Sobre el tratamiento, el doctor Berruezo explica que es independiente de la edad del paciente. Lo que sí hay que tener en cuenta es que los afectados de mayor edad generalmente tienen, como se ha comentado, un peor pronóstico agudo. Esto hace que se tengan que tomar medidas terapéuticas especiales dirigidas a las complicaciones que surjan en cada caso

Es vital el control de los factores de riesgo

Ambos doctores han resaltado la gran importancia de los factores de riesgo. Algunos de los factores que favorecen la aparición de infartos y otras enfermedades cardiovasculares, como el colesterol alto, la tensión o la glucosa, muchas veces no se controlan en edades tempranas, y pueden provocar problemas en pacientes jóvenes. Hay otros factores relacionados con nuestros hábitos, igual de importantes, como el sedentarismo y el tabaquismo.

El doctor Borja Ibáñez recomienda controlar estos factores a partir de los 20 años, una vez se entra en la tercera década de vida. A la vez que se promueven hábitos saludables, como el ejercicio. Es de gran importancia, ya que “se sabe que estos factores de riesgo, que son los que acaban provocando los infartos, afectan de forma mucho más importante a los jóvenes que a los mayores”.

Quizás, la presencia de uno o más de estos factores de riesgo en una persona joven no vayan a provocar un infarto de miocardio a corto plazo. Pero muchos episodios de infarto en gente mayor son consecuencia de haber estado expuesto a los riesgos desde joven; es decir, personas que pueden ser asintomáticas, pero sus arterias llevan años dañándose.