Opinión

Juan Soto Ivars

La diversidad metida con calzador

La IA realiza proezas en investigación biológica que superan a la capacidad humana.

La IA realiza proezas en investigación biológica que superan a la capacidad humana. / Generador de imágenes de COPILOT para T21/Prensa Ibérica.

Dado que las inteligencias artificiales están fabricadas por empresas estadounidenses, tienen con la realidad los mismos problemas que esa gente chiflada del otro lado del charco: no lo pueden evitar. Una cultura en la que la diversidad viene con calzador impone para las IA los mismos vetos y límites que para cualquier redactor de periódico. Tienen el mandato de mostrar siempre una realidad como la de las adaptaciones de Disney: el arco iris racial.

Si hace unos años saltó la risa cuando Google Imágenes era incapaz de mostrar una familia heterosexual blanca, considerando que tal cosa no es algo que convenga exhibir demasiado, ahora recibimos extasiados las pifias de la IA. El año pasado, con la popularización de ChatGPT, era muy divertido enfadar al cerebro pidiéndole que te contase chistes machistas después de haberle pedido chistes contra los hombres. Era capaz de inventar insultos para Arévalo, pero con sus chistes no solo no se atrevía, sino que la insistencia le podía ofender. Un día le pedí que defendiera, uno por uno, todos los partidos del arco parlamentario español. Solo se negó con uno. ¿Adivinas cuál?

Pues bien: grandiosa anécdota esta semana. Al nuevo programa de IA de Adobe, Firefly, un internauta le pidió que por favor crease una foto de soldados alemanes en 1945. Uno hubiera imaginado carniceros de las SS vaciando los campos con metralletas o miembros extenuados del ejército del pueblo en la agónica defensa de Berlín, pero, ni corto ni perezoso, Firefly vomitó un magnífico grupo de nazis con gafas, todos ellos sonrientes y… ejem, todos ellos negros.

Alguien podría argumentar que Firefly no ha comprendido correctamente la diversidad metida con calzador: ¡se trata de volver negros, mujeres o gais solo a los personajes históricos positivos! A Mozart, a Marie Curie, incluso a Martin Luther King, pero definitivamente no a Hitler.

Hitler, en términos de cultura inclusiva, no solo debería ser blanco sino que además tendría que aparecer con un disparatado tupé rubio, estilo Trump. Y lo mismo para Pol Pot, Stalin o Idi Amin. Si la IA no es capaz de comprender por qué Idi Amin debe mostrarse blanco, ¡tan inteligente no será! Pero, en realidad, es Firefly quien ha entendido mejor la conexión entre el nacionalsocialismo alemán y la manía americana de verlo todo a través de la raza.