Opinión

28-M: por qué ETA ha alcanzado sus objetivos estratégicos

El coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi.

El coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi. / EP

Basta mirar los resultados electorales del País Vasco y Navarra para comprobar cómo finalmente EH Bildu ha dado el sorpasso al PNV. Por otro lado ha vuelto a engullir al izquierdismo de Podemos, como viene haciendo el brazo político de ETA, sea Herri Batasuna u otros, históricamente, con la extrema izquierda (maoístas, trotskistas) desde los años 70 del siglo pasado. Al PSOE lo tiene de criado y a veces de mayordomo, no debieran irritar a Otegi. Pero lo que marca un punto de inflexión –el PSOE no es más que un muñeco– ha sido por fin sobrepasar al PNV, de lo que ya se especulaba como alcanzable, con ayuda del sanchismo.

Desde sus comienzos en 1959 ETA se rebeló contra el conformismo e inacción del PNV, su antecedente de EKIN («hacer») en 1952 será una apuesta aún interna por superar su conservadurismo y pasividad. Con su fundación, ETA materializa la gran protesta contra el PNV, toda cuya actividad clandestina se reduce a colgar ikurriñas en las torres de las iglesias o antenas y en distribuir la revista Gudari de sus juventudes (EGI). El móvil de este grupo es poner en evidencia el pacifismo claudicante y arrebatarle el liderazgo al nacionalismo, por fin logrado este 28-M: sólo después y aparte estaba Franco. En 1961 ETA descarrilará un tren que supondrá la huida o prisión de sus 4 fundadores: Txillardegi, Julen Madariaga, Benito del Valle y Rafael Albisu (padre de Mikel Antza máximo responsable de ETA durante años). Pasan los años, ETA acumula más crímenes, pero el PNV sigue siendo el gran referente del «pueblo vasco». Estratégicamente es imperiosa la hegemonía y dirección política del proceso emancipador. Como dijo Arzallus, mientras unos meneaban el árbol, otros recogen las nueces, y la segunda disposición transitoria de la Constitución. Los 4 fundadores van dejando ETA las veces que se cuelan en la dirección españolistas marxistas leninistas (ETA Berri, ETA VI), pero permanecen en sus organizaciones políticas, de masas, revistas. Cabe aplicarles el rizoma del filósofo Deleuze, no tienen una subordinación jerárquica sino que sostienen la multiplicidad de acciones complementarias.

El fin estratégico de ETA antes ya de la V Asamblea, es superar la doble contradicción del llamado «Pueblo Trabajador Vasco». Su opresión nacional y social, mientras el PNV sólo atiende a la emancipación nacional , el PSOE y las organizaciones de izquierda sólo pretenden la liberación social, se trata de que una organización, ETA, las unifique. A ETA-Bildu le ha costado mucho menos pastorear la izquierda que el nacionalismo vasco, el blanqueo del Doctor Sánchez ha resultado decisivo. De mantenerse en torno a 250.000 votos han conseguido casi 400.000.

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