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Jorge Bethencourt

Manual de objeciones

Jorge Bethencourt

No tendrás pensión

Llevamos años y años diciendo que España tendría un grave problema de pensiones. Avisando que el sistema iba a petar, porque en la bendición del boom de millones de trabajadores del ahora estaba el castigo del mañana. Nadie hizo caso.

La expansión económica, el milagro Español, llevó a millones de trabajadores a aterrizar en el mercado de trabajo. El dinero le salía a la Seguridad Social por las orejas y se pudo crear un fondo de pensiones que superó los sesenta mil millones de euros. El ratio de trabajadores por cada pensionista batió récords. Todo iba viento en popa. Pero a nadie se le ocurrió pensar que en la bendición estaba el castigo. Que llegaría un día en que la ola de gente que había entrado en el mercado laboral, propulsándolo a la estratosfera, llegaría hasta las playas de la jubilación. Que todos esos millones de trabajadores se convertirían en nuevos pensionistas. ¿Y entonces… quién pagaría sus pensiones?

España padece la maldición de una política inútil, destructiva y pasional. Después de la dictadura vivimos el milagro de la transición. Pero del todos contra Franco hemos pasado al todos contra todos. La política de ahora mira más el pasado que desconoce que el futuro que teme. No quiere conquistar el presente sino vencer al ayer que es mucho más sencillo. Unos pretenden saldar injusticias y castigar verdugos que ya están fiambres. Y otros, defender a sus viejos fantasmas.

Y porque estamos ocupados en la puñetera nostalgia y en el extremismo, no nos encargamos del ahora que es el precio de la luz o el precio de la compra semanal. Y mucho menos del después, que es en qué trabajarán nuestros hijos parados. Cuando vino la primera crisis nos pulimos la hucha de la Seguridad Social. La vaciamos. Y el problema de las pensiones siguió ahí, sin resolver. Como tantos y tantos otros. Ahora resulta que organismos y agencias internacionales han encendido las alarmas con respecto a la situación de países que se enfrentan a un tsunami de ancianidad.

En el caso de España, los informes señalan que el envejecimiento afectará a la solvencia de España por múltiples vías y no solo por el problema que creará el mantener del sistema de pensiones. Tendremos que destinar a sostenerlo mucho más dinero que los ciento setenta mil millones de ahora. Pero el mayor problema que vamos a tener que enfrentar será el gasto sanitario relacionado con el envejecimiento. Ese gasto sanitario, que incluye los cuidados de larga duración, aumentará exponencialmente para las personas de 85 años o más. Y hay una mala noticia: en España, el porcentaje de población más anciana se duplicará en un par de décadas. Apunten: hoy tenemos casi diez millones de octogenarios.

La política fracasa cuando solo es nostalgia. Ya está bien de la transición, de la dictadura y la guerra de Cuba. La historia, a las universidades. Los gobiernos, a solucionar los problemas de la gente. Cuando sea un viejo cascado lo que voy a necesitar es que alguien me cambie los pañales. En ese momento me la va a traer muy floja dónde tienen enterrado a Franco. Y de hecho, ahora mismo también. Miles de ancianos malviven en Canarias sin los cuidados que se merecen. Mueren cada año esperando una ayuda que nunca llega. Seremos muchos más.

Filtración del CIS

Se ha liado parda con el hecho de que Pablo Iglesias, líder en el exilio cercano de Podemos, haya obtenido unos datos de la encuesta del CIS sobre las elecciones en Castilla y León antes de que se publicara oficialmente. Acusan a José Félix Tezanos, director del CIS, de habérselos filtrado, para darse el pisto, en una comida privada que tuvieron unos días antes. Que igual hasta comieron pisto. Pero ¿cuál es el problema? Este país se ha vuelto idiota. Carece totalmente de relevancia que el señor Tezanos le haya hecho un spoiler de la última producción del que antes era un reputado Centro de Investigaciones Sociológicas, convertido hoy en una factoría de productos de ficción política. Es muchísimo menos importante que si te cuentan el final de Juego de Tronos, porque en este último caso sería verdad. El centro que predijo la abrumadora victoria de los socialistas en Madrid frente a Isabel Díaz Ayuso es tan creíble en estos momentos como un buhonero que te quiere vender un milagroso crecepelo. Tezanos aseguró, después de esa última metedura de pata, que él no era un adivino. No señor, ni por el forro. Claro que uno pensaba que los estudios sociológicos y las encuestas no estaban relacionadas con la adivinación y la cartomancia. Pero eso era antes. Y antes era antes y ahora es Pedro Sánchez. La próxima encuesta en Andalucía, ya puestos, podría encargársela en CIS a Corín Tellado.

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