El verano se aleja lentamente en el horizonte y con él, las vacaciones estivales que muchos disfrutaron durante los meses de julio y agosto. Sin embargo, para aquellos que buscan evitar las aglomeraciones típicas de esos meses y quieren aprovechar precios más asequibles, septiembre y octubre se han convertido en los meses ideales para viajar. Y ahora tenemos por delante un puente a la vista, el del 12 de octubre, donde podemos viajar a unos precios irresistibles y a lugares muy cerca de Tenerife. Si no tenías pensado hacer una escapada hasta hace muy poco, seguro que las altas temperaturas que estamos viviendo estos días en Canarias han hecho replantearte la posibilidad de irte fuera unos días. Además, nunca hay excusas para viajar y conocer nuevos destinos.

Además, en este puente del Día del Pilar, podemos encontrar una experiencia más relajada y auténtica. Con menos turistas en lugares de interés, ya sean ciudades del interior o en la costa, los viajeros pueden disfrutar de una sensación de exclusividad y una mayor intimidad en el destino que vayan a explorar.

Aquí te vamos a proponer una nueva promoción que ha lanzado la compañía área Binter con vuelos baratos para este otoño. La aerolínea canaria ha puesto en marcha una oferta para viajar a tres de sus destinos: Santander, Lille y Toulouse.

De ellos, el más económico es el traslado entre el Aeropuerto Tenerife Norte y Santander que para el residente en Canarias costaría apenas 32,10 euros el trayecto.

Con respecto a los destinos internacionales, para los que no se aplica el descuento de residente, se podrá viajar desde 87,45 euros por trayecto, en el caso de Toulouse, y desde 102,55 euros, en el caso de Lille, si se compra ida y vuelta. Desde luego que son tres opciones maravillosas para planear una escapada durante el próximo puente del 12 de octubre o para los siguientes puentes del 1 de noviembre y del 6 y 8 de diciembre.

Santander:

La capital de Cantabria es una de las ciudades más elegantes y bellas de la costa norte de España y el destino ideal para organizar una escapada es, sin duda, Santander. Tanto el mar como la montaña están presentes en esta ciudad que conquista a los visitantes por su ambiente señorial, sus edificios decimonónicos, sus encantadoras terrazas o por su espectacular bahía, reconocida como una de las más bonitas del mundo.

Podemos comenzar nuestro recorrido en los jardines de Pereda, lo atravesamos tras contemplar sus cedros y magnolios y entramos en el casco histórico. No es muy amplio, así que lo mejor para conocerlo es dar un paseo por sus calles, descubrir poco a poco sus monumentos y dejarnos llevar por su aire distinguido. La plaza del Ayuntamiento siempre tiene un ambiente animado y seguro que hay gente descansando en sus bancos. Desde aquí, podemos acercarnos hasta el MAS, Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander y Cantabria o hasta la Casa-Museo y Biblioteca Menéndez Pelayo, uno de los grandes pensadores de esta tierra. Eso sí, si lo que buscamos es alegría y conocer el día a día de los santanderinos, nada mejor que entrar en el Mercado de la Esperanza, donde se vende uno de los mejores pescados frescos de España.

Panorámica de Santander. El Día

Una ciudad abierta al mar

Pasear por el Sardinero. Se trata de la zona más popular de la ciudad y de la costa de Santander. No puedes dejar de recorrer su paseo marítimo maravillándote con sus vistas y sus playas. Este paseo comienza en la segunda parte de la Avenida Reina Victoria y se extiende hasta la Segunda playa de El Sardinero. Durante este mágico recorrido destacamos varias paradas imprescindibles: en primer lugar el majestuoso Gran Casino en la Plaza de Italia y creado en 1916. Siguiendo con el paseo, un poco más adelante, el espectacular mirador de los Jardines de Piquío y finalmente, el Parque de Mesones.

Faro de Cabo Mayor. Continuando con el recorrido y aproximándoos a un extremo de la ciudad, encontraréis el Faro de Cabo Mayor, uno de los iconos más visitados de Santander. Junto a este, se encuentra el Faro Café Bar, donde tomar unas cervezas en su terraza disfrutando de las vistas y observar un paisaje de naturaleza más salvaje. Todo esto no sin antes maravillarte con la Playa de Mataleñas y dar una vuelta por la senda, un recorrido lleno de belleza entre playas y acantilados donde podrás disfrutar de unas increíbles vistas de la bahía santanderina.

Palacio de la Magdalena. La Península de la Magdalena es una de las joyas más preciadas de la ciudad de Santander. Encontrarás la entrada principal a este gran parque en la segunda parte de la Avenida Reina Victoria. Es una zona extensa, así que puedes recorrerla caminando, o en el mítico "magdaleno": el tren turístico que la recorre.

Noche en Santander. El Día

Funicular del Río de la Pila. Este funicular inaugurado en 2008 ubicado en la parte antigua de la ciudad, te dará la oportunidad de conocer Santander desde una perspectiva diferente. Cuenta con tres paradas, es gratuito, y abre de seis de la mañana a doce de la noche. Apenas tardarás tres minutos en llegar a la tercera parada, desde donde podrás disfrutar de unas vistas panorámicas de la Bahía excepcionales.

El Parque Atlántico de las Llamas es un espacio de 11 hectáreas situado junto al Sardinero donde poder disfrutar de un tiempo de descanso. Se trata de un área repleta de zonas verdes donde también se pueden observar multitud de aves acuáticas. Ideal para descansar, pasear o realizar actividades deportivas. El parque cuenta también con zonas de juego para los más peques, así como con un restaurante donde reponer fuerzas y relajarse. Junto a él encontraréis el Escenario Santander, sala de conciertos más importante de la ciudad, un espacio que acoge multitud de actividades culturales. Al comienzo del parque podréis ver el Palacio de Deportes, más conocido como “la ballena”. Y justo enfrente el estadio en el que juega el Real Racing Club de Santander, así como el Palacio de Exposiciones.

Toulouse:

A Toulouse se la llama la “Ciudad Rosa” por sus ladrillos. En la región se denomina "foraine" y es una tradición muy antigua que ha llegado hasta hoy. Las fachadas están cubiertas de colores cálidos que van desde un rosa pálido hasta un naranja intenso.

No hay que olvidar que para conocer la riqueza cultural de la ciudad hay que entrar en uno de sus museos y descubrir sus bellas colecciones de arte clásico y medieval, cuando no son obras contemporáneas.

El Capitole. Es el edificio más representativo de la Ciudad Rosa. Está en la plaza del Capitole desde el siglo XVIII. En él se encuentran el Ayuntamiento y el teatro del Capitole. Tras el pórtico central tenemos el patio de Enrique IV. En la primera planta vemos las salas de gala entre las que se encuentra la Sala de los Ilustres, amplia galería de espejos cuyas pinturas nos cuentan la historia de Toulouse.

El Capitole Turismo Toulouse

La basílica de Saint-Sernin. Es una basílica de piedra y ladrillo del siglo XI, el edificio románico más amplio de Occidente. Fue y es una etapa primordial del Camino de Santiago y es patrimonio mundial de la Unesco. Tiene un gran campanario octogonal. Admire su inmensa nave abovedada y su cripta con numerosas reliquias. Entre ellas se hallan las de san Sernin, obispo mártir del siglo III al que se debe su nombre.

Convento de los Jacobinos. Lo primordial del edificio, que encantará al visitante, es su magnífica bóveda en forma de palmera. En su iglesia de doble nave con decoración pintada y magníficas vidrieras encontramos las reliquias de Santo Tomás de Aquino. El claustro del convento es un remanso de paz. En él se organizan a menudo conciertos y exposiciones. Este conjunto, joya del arte gótico medieval, fue construido en los siglos XIII y XIV por los frailes dominicos.

El palacete de Assézat. En el Renacimiento, la ciudad se enriqueció con el comercio del glasto lo que impulsó la construcción de bellas mansiones entre las que se encuentra el palacete de Assézat. El majestuoso patio central sirve de marco a dos fachadas unidas por la torre escalera con columnas antiguas. Nicolas Bachelier, su arquitecto, trabajó para otras familias de Toulouse. El edificio fue donado a la ciudad de Toulouse en 1895. Hoy es sede de academias y sociedades científicas entre las que se encuentra la de los Juegos Florales que data de 1323.

El palacete de Assézat. Turismo Toulouse

El Canal du Midi. La ciudad está surcada por canales. El Canal du Midi, el Banal de Brienne y el Canal lateral del Garona. El Canal du Midi está inscrito en el patrimonio mundial de la Unesco y enlaza Toulouse al Mediterráneo. Fue construido bajo el reinado de Luis XIV por Pierre-Paul Riquet y fue completado en el siglo XIX por el Canal lateral del Garona para navegar hacia el Atlántico. Todas estas vías se pueden descubrir a pie, en bici, e incluso en barco. En verano es delicioso disfrutar de la calma y el frescor del agua y sus alamedas de plátanos.

Las orillas del Garona. Uno de los más hermosos panoramas de la ciudad, junto con la vista que se divisa desde el Pont Neuf, el Hôtel-Dieu Saint-Jacques, la cúpula de la Grave, y el río Garona. Pasear o tomar el sol, en pleno centro de la ciudad. Disfrute de las orillas del río en el paseo Henri-Martin y la plaza de la Daurade.

Lille:

Lille, capital de la región Hauts-de-France y ciudad histórico-artística, cuenta con un patrimonio arquitectónico y cultural extraordinario. El barrio histórico, rico en monumentos, fachadas flamencas y agradables calles peatonales, invita a callejear.

La Vieja Bolsa de Lille. Viajes.com

La Vieja Bolsa, que da a la famosa Gran Plaza, es un espléndido edificio de estilo barroco flamenco que data del siglo XVII. Esta joya del Viejo Lille se compone de veinticuatro casas que enmarcan un precioso patio interior. Este patio acoge a libreros de viejo, vendedores de flores o jugadores de ajedrez.

En el centro de la Gran Plaza se levanta la columna de la Diosa. Se encuentra rodeada de bellos edificios y es uno de los lugares más animados.

El descubrimiento del patrimonio de Lille prosigue con el palacio Rihour, un monumento gótico del siglo XV que alberga actualmente la oficina de turismo, la plaza del Teatro con la Ópera y el campanario de la Cámara de Comercio; las calles repletas de casas antiguas y palacios; el Hospicio Comtesse; el palacio de Bellas Artes; la ciudadela Vauban, "reina de las ciudadelas".

Palacio de Bellas Artes de lille. INBA

Es obligado visitar el Palacio de Bellas Artes, el segundo museo de Francia después del Louvre por la riqueza de sus obras, que alberga prestigiosas colecciones de pintura, escultura, dibujos y cerámicas.

El Museo del Hospicio Comtesse, situado en un antiguo hospital fundado en el siglo XIII por la Condesa Juana de Flandes, muestra a los visitantes la sala de los enfermos, la capilla, el edificio de la comunidad o el dormitorio. En este museo también se exhiben pinturas, muebles y objetos de arte. El Museo de Historia Natural y Geología presenta colecciones de geología, zoología y etnografía.

Seguro que cualquiera de estos destinos pueden ser una opción ideal e inolvidable para viajar durante este puente del 12 de octubre o a lo largo del otoño. Buen viaje.