Elecciones en Cataluña

Feijóo deja a Alejandro Fernández para no abrir una crisis pero pone a Dolors Montserrat a movilizar el partido

Fernández gana parte del pulso y será el cabeza de cartel, pero lo hará con la tutela de Montserrat como jefa de campaña

Feijóo bendice a Alejandro Fernández, su candidato en Cataluña: "Es evidente que hemos acertado plenamente"

PI STUDIO

Paloma Esteban

En la candidatura catalana el PP tenía que hilar fino. Las dudas se mantuvieron hasta casi el último momento. La clave estaba en la reunión entre Alberto Núñez Feijóo y Alejandro Fernández en Génova el lunes por la tarde. Fue una conversación larga después de mucho tiempo sin apenas interlocución. Del encuentro salió la decisión de mantener al actual líder catalán como candidato a la Generalitat, pero en la misma propuesta figuraría el nombre de Dolors Montserrat al frente del comité de campaña

La Junta Directiva Autonómica tiene que dar luz verde a la doble propuesta este miércoles en Barcelona. Los dirigentes consultados por este diario le dan toda la importancia a que los dos nombres aparezcan en el mismo plano, cuando lo habitual es que predomine el candidato y después se realicen el resto de nombramientos. En este caso, además, la jefa de la campaña será una persona de la total confianza de Feijóo y que en las quinielas era la opción favorita para sustituir a Alejando Fernández. El encaje de bolillos ha sido complejo.

De ahí que en la dirección nacional hablen de “tándem” aunque no haya sido a elección del candidato. La realidad es que lo que el PP buscaba era la ansiada “candidatura de unidad” donde convivan las diferentes sensibilidades del partido en Cataluña. 

Un partido pequeño y con unos resultados muy exiguos en las últimas elecciones (3 diputados), pero que todas las encuestas sitúan ahora con muchas posibilidades de crecimiento, engullendo por completo a Ciudadanos y dejando a Vox por detrás. Ese es el gran objetivo de la dirección nacional, conscientes de que si Feijóo aspira a llegar a la Moncloa algún día necesita un PP más fuerte en Cataluña, y reconociendo también que un buen resultado el 12 de mayo amplía las opciones de una victoria rotunda en Europa. Génova plantea esa cita como una segunda vuelta de generales contra Pedro Sánchez.

Con esta pretensión, explican en la dirección nacional, había que tomar una decisión “que no rompiera nada” internamente. La creencia en el PP es que las elecciones catanas irán bien con independencia de quien sea el candidato. Sin embargo, en los últimos días la reflexión pasaba precisamente por lo que podían poner en riesgo si el cabeza de lista no era Alejandro Fernández. 

El ruido que eso podía generar -habida cuenta del apoyo que cosecha el líder catalan en algunos círculos mediáticos y también entre asociaciones constitucionalistas con influencia- podía provocar una pérdida de apoyo para los populares en favor de Vox. Algunos dirigentes se ponían en escenarios peores: que si la decisión no gustaba a Fernández decidiera marcharse en plena precampaña. 

En mitad de todo ese debate y la consulta del partido a distintos dirigentes catalanes, el líder conservador optó por un camino intermedio. Alejandro Fernández sería el candidato, pero Dolors Montserrat dirigiría la campaña con la directriz, sobre todo, de movilizar las bases y el partido. Ese es el punto de mayor debilidad para el actual líder, al que muchos en el PP reprochan haber “abandonado lo orgánico” en un territorio donde las bases necesitan estar cuidadas e hipermovilizadas. 

La idea es que la eurodiputada se ocupe de toda la parte interna, lo que para algunos dirigentes deja la puerta abierta a que termine liderando el partido cuando se convoque un congreso. En todo caso, Alejandro Fernández gana una parte del pulso que le echó a Génova hace meses, cuando cuestionó públicamente decisiones del líder del partido sobre su investidura y el objetivo de dificultar la de Sánchez. 

A cambio, recalcan otras fuentes del PP, será un candidato “con cierta tutela” o como mínimo “tendrá que seguir órdenes” de otros dirigentes como Montserrat. Además, según explican desde la dirección nacional, el resto de la lista también contempla equilibrios significativos.

Como publicó este diario hace meses, en Génova siempre pensaron en el relevo de Fernández para las siguientes elecciones. Nadie dudaba de que se tratara de un activo importante para el PP catalán, pero el proyecto que Feijóo tenía en la cabeza exigía un cambio de líder. El adelanto electoral que propuso Pere Aragonès hace justo dos semanas “cambió la hoja de ruta”, como reconocen en la propia cúpula. Con este nuevo calendario sopesaron distintas opciones. 

Tanto es así que en todos los días pasados la dirección evitó confirmar a Fernández. Barajaban varias posibilidades estudiando también el posible trasvase de voto del PSC que en 2017 apostó por Inés Arrimadas, y trataban de conseguir que Ciudadanos no se presentara en solitario. Una negociación que al final terminó en fracaso, pero que tampoco iba a influir en el cabeza de cartel, en manos del PP.

Con todo, los distintos dirigentes consultados confían en que todas las partes evitarán los choques que puedan ir surgiendo ante la necesidad de que el partido crezca en estas elecciones. La campaña estará enfocada a un ataque constante al PSC de Salvador Illa, bajo la premisa de que los socialistas han resucitado el procés y cualquier posibilidad de Govern con el socialista pasará por pactar con los independentistas. La alianza con Junts en el Congreso para sacar adelante la ley de amnistía tal y como la exigía Carles Puigdemont es la segunda baza. Y en eso, pese a todo, no hay fisuras.