Tras el pacto con el PSOE

Junts cierra filas y reivindica haber destapado el debate sobre la inmigración y la multirreincidencia

El 'expresident' Carles Puigdemont ya marcó el camino cuando en septiembre fijó las condiciones para la investidura de Pedro Sánchez y en esa intervención en Bruselas hizo referencia explícita al porcentaje de inmigración existente en Cataluña

El secretario general de Junts, Jordi Turull, antes del encuentro con el número tres del PSOE, Santos Cerdán, este miércoles en el Congreso.

El secretario general de Junts, Jordi Turull, antes del encuentro con el número tres del PSOE, Santos Cerdán, este miércoles en el Congreso. / David Castro

Fidel Masreal

Junts per Catalunya ha abierto el debate sobre la inmigración y la eventual expulsión de delincuentes multirreincidentes. Y lo ha hecho a conciencia y con un elevado grado de cohesión interna. La dirección considera que, pese a que está por concretar el pacto con el PSOE para la delegación de competencias a la Generalitat, tomar la iniciativa ha sido acertado porque la cuestión migratoria preocupa socialmente y la posible irrupción de la extrema derecha independentista de Sílvia Orriols al Parlament debía ser taponada por parte del partido para no perder votos. Haber generado malestar en el Govern de ERC es, además, un elemento que cohesiona a JxCat en un momento en el que el partido vive alguna turbulencia interna, sobre todo en su grupo parlamentario.

"Debemos afrontar la cuestión del sentido de comunidad nacional, de la identidad compartida, hay que trabajar en un contrato social que aborde materias como derechos y deberes o el uso del espacio público. Hay un exceso de buenismo y de adoctrinamiento", reflexiona un dirigente. Su idea es compartida: se debe hablar del fenómeno migratorio y de cuestiones como los menores no acompañados, el uso del velo o el racismo de los más jóvenes.

El 'expresident' Carles Puigdemont ya marcó el camino cuando en septiembre fijó las condiciones para la investidura de Pedro Sánchez y en esa intervención en Bruselas hizo referencia explícita al porcentaje de inmigración existente en Catalunya. La victoria de la extrema derecha independentista en Ripoll, encendió las alarmas e incluso la presidenta del partido, Laura Borràs, sugirió la idea de dejar margen a un posible acuerdo con Orriols.

¿Expulsar a multirreincidentes? Depende

Internamente se asegura que el debate sobre los delincuentes multirreincidentes no es el mismo que el debate sobre inmigración. Pero lo cierto es que ha sido el propio secretario general, Jordi Turull, quien ha afirmado públicamente que JxCat reclama las competencias en inmigración para decidir si expulsar o no a este perfil de delincuentes y bajo qué condiciones. Y es que en general la idea en Junts es que esta es una opción que debe ser considerada, con todos los matices y de forma quirúrgica. "Se tiene que solucionar el problema, por la vía de la reforma del Código Penal y en el caso de los extranjeros sin papeles, aunque no siempre es fácil, estoy de acuerdo en devolverlos a su país", opina un cargo del partido que conoce el ámbito de la seguridad, y asegura que estos delincuentes no siempre responden a un problema socioeconómico de precariedad, sino que en determinados casos son su 'modus vivendi'.

Si bien el partido confía en que el fenómeno de Orriols se deshará del mismo modo que se hinchó gracias a su presencia mediática y a bucear en un caldo de cultivo de tensión social en Ripoll tras los atentados de Barcelona y Cambrils, el análisis interno es claro: "Hace las preguntas adecuadas, pero con respuestas monstruosas". La convicción de nuevo es que "no podemos ignorar el elefante que está instalado" en la sociedad catalana. "Nadie habla de ello, y cuando se gobierna, menos todavía; algún tipo de reforma o revisión tiene que haber, y el primero en hablar de expulsiones fue [el ministro Alfredo Pérez] Rubalcaba, del PSOE, y el tripartito, como recordó Turull", apunta un cargo que conoce directamente la situación de Ripoll y que, ante Orriols, propone la receta siguiente: "Hablar de la cuestión y de las derivadas culturales, sociales, educativas y de seguridad y hallar soluciones para que no las capitalice la ultraderecha. No esconder la cabeza como los avestruces". "Es un tabú", concluye.

Con todo, este discurso convive con otros, como el que figura en un documento interno, publicado por El Periódico de Cataluña, del grupo Prensa Ibérica, mucho más integrador y que se pregunta cuántos inmigrantes lleva Junts en sus listas. "Se ha de tratar la reincidencia de los delincuentes, pero no señalemos a colectivos"; apunta una persona de la ejecutiva, que pide un debate riguroso. Con todo, esta persona coincide con el diagnóstico general: "El problema existe".

Por ello Junts enarbolará, en su convención sobre la materia, cuestiones como el reparto de inmigrantes (Junts cree que llega a Catalunya una cifra superior a la que tocaría proporcionalmente), la mejora de los ingresos económicos para hacer políticas de integración social, abordará la cuestión del catalán y también de la seguridad. Seguirá combinando un discurso integrador con el de la seguridad para captar votantes descontentos, competir con Orriols sin imitarla y confrontarse con las políticas más progresistas.

"Ataque de cuernos" de ERC

Junts considera que, abriendo este melón, está taponando la herida de Orriols, que toma las riendas de la inmigración y que, además, ha provocado un "ataque de cuernos" en ERC debido al pacto por el que el PSOE se compromete a desplegar una ley de delegación de competencias sobre inmigración a la Generalitat, aunque todo quede a la espera de concretarse en una ley orgánica que, como avanzó este diario, presentarán conjuntamente en el Congreso.

En JxCat pesa mucho más esta percepción de que su rival va con el paso cambiado, criticando lo acordado por Junts, que no la evidencia de que está por determinar el alcance de las competencias que acabará logrando la Generalitat, dado que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya ha asegurado de que la gestión de las fronteras y, por tanto, las expulsiones corre y correrá a cargo del Estado.

Junts acusa al Govern de esconderse en el debate migratorio, de hacer un discurso "buenista" y de carecer de una figura de referencia en el Ejecutivo sobre políticas de inmigración. El partido está convencido de que sí hay que abordar con el Gobierno cuestiones como el porcentaje de inmigrantes menores no acompañados que llegan a Catalunya, porque el criterio lo fija la administración central. "Para ERC es humillante" haber quedado al margen, zanja un cargo del partido.

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