Naufragios

El robot grabará el lecho marino para comprobar cómo se enganchó el aparejo del Villa de Pitanxo

La misión a la zona del naufagio se extenderá durante 15 días, prorrogables a 30 si no se localiza el pecio | Se desplegará entre el 1 de mayo y el 31 de octubre | Comprobará los soportes de las balsas y las vías de desagüe

Tripulación del “Villa de Pitanxo”, durante maniobrasen cubierta en una marea anterior.

Tripulación del “Villa de Pitanxo”, durante maniobrasen cubierta en una marea anterior. / Cedida

Lara Graña

El 'Villa de Pitanxo' naufragó el 15 de febrero de 2022 durante las maniobras de virada del aparejo. Unas enormes redes arrastradas por una maquinilla de la marca Carral, con 3.500 metros de cable y con el copo lleno. En algún momento, a partir de las 4.00 horas de aquella madrugada gélida, el buque quedó sin gobierno y terminó devorado por el mar. Según la versión del capitán del pesquero, Juan Enrique Padín, el motor Wärtsilä dejó de funcionar de forma súbita y sin motivo aparente, lo que convirtió la embarcación en un juguete a merced de las olas, que precipitaron una escora a babor y, a la postre, su hundimiento. La del marinero Samuel Kwesie Koufie, respaldada por la tripulación del 'Playa Menduiña Dos' –rescató a los únicos tres supervivientes y varios cadáveres– descarta ese factor sorpresivo: incide en que el aparejo sufrió un embarre o espichada, un enganchón con algún elemento del fondo del mar, que fue fatal debido a la negativa de Padín de corregir la maniobra, cortar los cables y perder la pesca de aquellas últimas horas. Hay una misión en marcha para determinar cuál fue la causa real para el mayor siniestro en la historia de la pesca española desde 1978 ('Marbel'). La que acaba de sacar a licitación el Ministerio de Transportes grabará de forma exhaustiva el lecho marino por donde pasó el aparejo del 'Pitanxo', según figura en los pliegos analizados por FARO. Padín está acusado de 21 homicidios por imprudencia grave, contra los derechos de los trabajadores, falsedad documental y encubrimiento, delitos que también se imputan a la armadora, Pesquerías Nores Marín. Fallecieron 21 de los 24 tripulantes.

El robot submarino ('remoted operated vehicle', ROV) tendrá que grabar el lecho marino “por la ruta por la que estuvo siendo arrastrada la red desde las 2.00 horas UTC del día 15 de febrero hasta el punto en el que se asienta el pecio”, dice textualmente el pliego de prescripciones técnicas, publicado en la tarde de este domingo en el portal de contratación del Estado. Las cámaras del ROV también aportarán imágenes del estado de los anclajes de las balsas salvavidas; en una de ellas permanecieron durante cinco horas a la deriva las tres personas que sobrevivieron a la catástrofe –además de Koufie y Padín, el sobrino de éste último, Eduardo Rial–, así como marineros que fueron falleciendo por shock térmico. La otra se localizó vacía. Las aberturas, sistemas de desagüe, radiobaliza, maquinillas y puertas de arrastre también serán grabadas. Son pautas marcadas por la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim) para la empresa que asuma el encargo, inédito en España y con escasos precedentes a nivel mundial. Ha sido la Ciaim –además de la constante reclamación de las familias de las víctimas– la que “ha determinado la necesidad de realizar una inspección submarina del pecio para determinar las causas del hundimiento”.

Las fechas

Si transcurridos los siete días de búsqueda no se hubiera encontrado el pecio, la Ciaim podrá autorizar extender las operaciones de búsqueda sin superar

Como avanzó Faro de Vigo, del grupo Prensa Ibérica, el barco que lleve a bordo el robot deberá ser un 'offshore' dotado con un sonar de barrido lateral o sonda multihaz. El motivo es el siguiente: la radiobaliza sí emitió la última localización del pesquero y se sabe ese lugar exacto, pero eso no significa que el 'Pitanxo' repose en perpendicular a ese punto geográfico, de ahí que la misión incluya su localización. Cada día, este barco contratado por el Gobierno –no podrá tener menos de 65 metros de eslora– barrerá una superficie equivalente a 20 kilómetros cuadrados. El fondo del mar no es diáfano y plano: serán muchos los puntos de interés que detecten los equipos técnicos, que tendrán que descartar uno a uno para verificar que han localizado al barco de Nores. En total, esa sonda o sónar barrerá 140 kilómetros cuadrados en la zona del naufragio. Será entonces cuando el offshore se sitúe en perpendicular al pecio hundido, sin moverse –gracias a un sistema de posicionamiento dinámico, como si estuviera fondeado pero con propulsión–, y lanzará al agua el ROV. Este estará unido al barco, que actuará como nodriza y a bordo del que irán tres técnicos designados por la Ciaim.

El procedimiento de urgencia para sacar este encargo a licitación obedece a dos motivos: uno meteorológico y otro de índole judicial. “Es conveniente reducir los plazos ordinarios de tramitación para asegurar que las operaciones se realizan durante la primavera o verano [....] y así disponer de mayores oportunidades de éxito. Retrasar las operaciones al final del verano o el otoño –continúa la documentación aportada por el Gobierno– aumentaría la incertidumbre sobre su resultado, lo que podría llegar a retrasar la investigación varios meses”. El aspecto judicial también figura reseñado, en este caso vinculado directamente a una petición de la Audiencia Nacional, encargada de instruir la investigación. “Ha urgido al Ministerio de Transportes a acelerar todo lo posible la tramitación”. Las empresas que aspiren a llevar esta misión a término –el barco no tiene por qué tener bandera española– tienen hasta el 28 de marzo para presentar toda la documentación.

Hasta la fecha solo se ha emitido un informe, de carácter provisional, sobre las posibles causas del naufragio. A cargo de la propia Ciaim, además, que ha constatado las múltiples irregularidades que había desvelado Faro de Vigo sobre el 'Villa de Pitanxo'. Es un documento que confirma que el pesquero salió de Vigo con exceso de tripulantes, con un despacho falso, sin haber esperado los resultados de las pruebas PCR y con positivos por COVID a bordo. El informe de estabilidad, también avanzado por este periódico, prohibía al buque de Nores faenar en zonas de formación de hielos.

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