El Tajogaite «colapsó» la biodiversidad de su entorno

Un estudio de la bióloga María Guerrero da

a conocer la influencia de la erupción

Un pino canario en la cercanía del cráter del Tajogaite.

Un pino canario en la cercanía del cráter del Tajogaite. / El Día

La gran resistencia del pino canario y el colapso ecológico de la zona cercana al cono del volcán Tajogaite son dos de las principales conclusiones de un estudio biológico de una tesis sobre la biodiversidad durante la erupción, realizado por la bióloga María Guerrero, en colaboración con entidades internacionales y científicos locales.

La emergencia volcánica fue una oportunidad no solo para que los científicos e investigadores aplicaran sobre el terreno lo estudiado durante años, sino también para que pusieran en marcha nuevos estudios que aportarán datos para futuros episodios volcánicos como el sucedido el pasado año en La Palma.

Es el caso de María Guerrero, estudiante de doctorado de Biodiversidad Terrestre y Conservación en Islas en la Universidad de Málaga, que ha hecho públicas algunas de las conclusiones de su investigación. Guerrero explica que «el volcán de La Palma permitió, por primera vez para la ciencia, estudiar lo que ocurre con la biodiversidad durante una erupción volcánica». De esa manera, un equipo formado por biólogos y volcanólogos participaron en este estudio, combinando ambas disciplinas para lograr entender los procesos ecológicos y evolutivos en un escenario catastrófico natural en islas oceánicas.

En La Palma, trabajó bajo condiciones ambientales desfavorables como frecuentes caídas de ceniza y piroclastos, así como emisión de gases nocivos. Además, se establecieron estaciones de seguimiento en el frente de avance de las coladas y en el cráter. Al llegar al mar, se siguieron aquellas estaciones localizadas en los 200 metros más cercanos a las coladas y a un kilómetro del cráter. En estas estaciones se censaron la vegetación, los invertebrados, los lagartos, las aves y los murciélagos, siendo estos los grupos que constituyen gran parte de la biodiversidad nativa en La Palma.

El pino canario mantuvo una gran resistencia durante el proceso volcánico en el Valle de Aridane

Así, María Guerrero señala que las principales conclusiones fueron que «el pino canario mantuvo una gran resistencia durante la erupción volcánica, evidenciando los 14 millones de años que lleva en Canarias, sobreviviendo entre volcanes». Por otra parte, «las plantas leñosas o con cierto porte arbustivo lograron sobrevivir, mientras que las herbáceas desaparecieron». Este estudio, además, es el primero que permite asociar este carácter, vinculado a la leñosidad, con los volcanes.

En los animales, durante las dos primeras semanas, «el 70% de las especies de insectos desaparecieron súbitamente, provocándose un colapso ecológico evidente», señala la bióloga. Junto con los insectos, los lagartos fueron los más afectados, debido a la falta de alimento y refugios para su protección. «En las aves, algunas especies emblemáticas de ciertos ambientes desaparecieron, como el pinzón vulgar en el pinar», describe el estudio.

Guerrero señala que «en general las aves de mayor talla resistieron mejor que los pequeños pájaros». Alude a que «incluso algunos cambiaron sus hábitos alimentarios», ya que «se observaron cernícalos capturando aves y roedores en al menos siete ocasiones», cuando estos prefieren lagartos e insectos. Sobre las pequeñas aves, como las currucas, apunta a que mantuvieron sus territorios hasta la llegada inminente del frente de lava. También hace mención a «al menos dos especies de murciélagos que fueron detectadas solo a cierta distancia del cráter».

«Hemos podido comprobar la importancia de ciertos procesos ecológicos y evolutivos que han sido descritos en la bibliografía científica y que resultaron clave para la resiliencia de la biodiversidad en una situación ambiental límite», señala como conclusión de su estudio.

La investigación ha sido posible gracias al apoyo de personal del Instituto de Productos Naturales y Agrobiología del CSIC, la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo de La Palma, el Gobierno de Canarias, Gesplan, Biogeo Bayreuth, la Universidad Nacional Autónoma de Méjico y el científico palmero Rafael García Becerra.

Resistencia

La bióloga destaca la resistencia del pino canario, la principal especie vegetal que rodea el entorno afectado por las coladas, que pocas semanas después de que cesara la actividad volcánica comenzó a recuperarse con los primeros brotes verdes. Ya se conocía su resistencia al fuego de los incendios veraniegos, pero que de nuevo vuelve a mostrar su aguante a los fenómenos adversos de la naturaleza con esta demostración de vigor. Los pinos cercanos a la zona de la erupción sufrieron durante casi tres meses las emisiones de piroclastos y gases, sin llegar en ningún momento a producirse un incendio forestal.

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