Se cumplen noventa y tres desde que diera comienzo la erupción del volcán de La Palma, se inició el pasado 19 de septiembre, la isla ha amanecido en silencio. Hoy se cumple el sexto día desde que dieron comienzo los signos de agotamiento pero aún faltan algunos días más para que el proceso volcánico pueda darse por finalizado. El gran cono del Cumbre Vieja que ha construido la lava durante tres meses no suelta ya gases, ni cenizas. Tampoco lava. La pregunta ahora es cuándo se podrá recuperar la normalidad, pero por el momento lo que ha quedado claro es que el regreso de los desalojados a sus hogares aún tardará.

Aunque la lava del volcán de La Palma no emana abruptamente del cono, el flujo de lavas continúa desde la base occidental del cono principal, a partir de salideros de tubos volcánicos y hasta el delta lávico formado en el mar, aunque con el caudal muy disminuido.

La superficie sepultada bajo la lava incandescente del volcán ya asciende a 1.218 hectáreas aproximadamente, mientras que las coladas se han expandido más que nunca en una erupción en La Palma: 3.350 metros. Por su parte, la tierra ganada al mar gracias a los deltas lávicos asciende a 48,02 hectáreas. La devastación del volcán, según el Catastro, ha acabado con 2.988 edificaciones, una cifra que asciende a 3.216 construcciones si se incluyen todas las que están afectadas, según los datos proporcionados por el satélite Copernicus.