Luis Yeray Gutiérrez (PSOE) comienza en minoría su segundo mandato como alcalde

El pleno de investidura y las posteriores declaraciones de Gutiérrez muestran tensión de los socialistas con Unidas y Drago

El regidor local quiere un «acuerdo amplio que dé estabilidad»

Luis Yeray Gutiérrez, alcalde de La Laguna

Vídeo: E. D. / Foto: María Pisaca

Luis Yeray Gutiérrez fue investido este sábado alcalde de La Laguna con los votos del Partido Socialista (PSOE). No hubo imprevistos. Se cumplió el escenario esperado. El loco guion que en ocasiones marca la política lagunera no tenía reservado ningún giro desconcertante. Tras no alcanzarse un pacto de izquierdas ni otras alianzas, cada formación votó a su candidato durante el pleno constitutivo de la corporación.

Gutiérrez comienza ahora un mandato en minoría y solo con sus nueve compañeros socialistas. La sesión plenaria evidenció, más incluso que la víspera, que el pacto de izquierdas (PSOE, Unidas y Drago) no es sencillo. Alberto Rodríguez (Drago) y Rubens Ascanio (Unidas) lamentaron durante sus discursos que no se haya alcanzado un acuerdo, mientras que el regidor local les reprochó su proceder. Lo hizo el socialista tanto en su intervención tras la investidura como en declaraciones a los medios de comunicación.

En concreto, Rodríguez situó la decisión del PSOE en el terreno de la «irresponsabilidad», mientras que Ascanio llegó a decir que tal determinación se había tomado «en otro lugar». Gutiérrez les criticó después a los anteriores que hubiesen hablado en el pleno de «asuntos de índole de partido», y también se refirió a imposiciones, lo que choca con las versiones de Unidas se Puede (USP) y Drago Verdes Canarias (DVC), que han negado por activa y por pasiva que hubiesen pedido nada en el transcurso de las negociaciones.

Preguntado tras el pleno sobre por qué no se llegó a un acuerdo con las otras dos formaciones de izquierdas, el alcalde no lo precisó. Su respuesta fue críptica: «Nosotros no hemos dicho que no hemos llegado a ningún acuerdo. Estamos hablando sobre un acuerdo programático. A partir de ahí, si llegamos a ese consenso amplio de esa hoja ruta que hemos estado solicitando durante todo este tiempo, estaremos en disposición de hablar de otros capítulos». Y añadió a renglón seguido: «A día de hoy queremos ese acuerdo amplio que dé estabilidad a este municipio, pero tenemos este gobierno en minoría y es el que ahora mismo va a empezar con las labores de gestión».

La sesión arrancó a las 11:00 horas y tuvo, como siempre en estos casos, su solemnidad. Llenazo en el salón de plenos, colas para acceder, una emisión a través de una pantalla para los medios de comunicación en la sala anexa… Pero nada que ver con lo vivido en 2019, cuando se produjo un cambio tras 26 años de gobiernos nacionalistas. Se podría decir que el acto de este sábado tuvo incluso un aire de trámite, que hasta en algún momento se tornó en cierta apatía. Ambiente ma non troppo.

Cargos destacados

A los familiares de concejales y vecinos presentes en la cita se les unían algunos cargos destacados de los partidos, principalmente del PSOE. La plana mayor de esta formación la componían el senador y ya exedil lagunero Santiago Pérez; el presidente en funciones del Parlamento de Canarias, Gustavo Matos; la diputada autonómica Nira Fierro, y los consejeros insulares en funciones Berta Pérez y Francisco Javier Parrilla.

«¿Preparado?», le preguntó Rubens Ascanio a Alberto Rodríguez cuando este último y su compañero Ruymán Hernández se situaron en la fila de entrada al salón de plenos. Rodríguez se encogió de hombros, sonrió y asintió, como quien dice aquí estamos. Últimas indicaciones del responsable del protocolo, Jonathan Santos, y comienzo de un desfile encabezado por dos policías locales vestidos de gala y dos maceros, también agentes. Había arrancado la sesión.

Como es preceptivo, se conformó la Mesa de Edad, compuesta por Juan Antonio Molina (PP) como concejal más joven y José Manuel Brito (Vox), el de mayor edad. No decepcionó el trámite de juramento o promesa del cargo, que siempre deja momentos llamativos. Empezó Idaira Afonso (USP), que, como suele ser habitual en los partidos de izquierdas, optó por una fórmula alternativa y llamó a la «construcción de un municipio más feminista, más libre, antifascista, antirracista e inclusivo, donde los derechos y el bienestar de todos, todas y todes sean nuestra prioridad».

Alberto Rodríguez no le fue a la zaga. Se expresó en clave independentista: «Trabajar para cambiar tanto la Constitución Española como el Estatuto de Autonomía de nuestro país». Por su parte, la mayoría de los miembros de la nueva bancada socialista optaron por jurar el cargo como concejales, salvo Luis Yeray Gutiérrez y Ángel Miguel Hernández, que lo prometieron. Aunque se dio la circunstancias de que Gutiérrez, en la posterior toma de posesión como alcalde, recurrió al juramento.

Votación secreta

La elección de alcalde fue secreta, con papeletas introducidas en una urna. Se enunciaron entonces los candidatos y se procedió al llamamiento y votación. Y ocurrió lo que se preveía desde que el viernes comparecieron Unidas y Drago y de sus palabras se desprendió que las posturas con el PSOE estaban más lejos que cerca. Ante la demora para que aparecieran los dos votos de USP a favor de la investidura de Rubens Ascanio, pudo dar la sensación por un instante de que las papeletas de esta formación habían ido al PSOE, aunque poco hubiese cambiado la situación. Falsa alarma. PSOE, 10; Coalición Canaria (CC), 8; Partido Popular (PP), 3; Vox, 2; USP, 2, y Drago, 2. Alcalde: Luis Yeray Gutiérrez.

Vinieron después los discursos y, levantada la sesión, la celebración, tan relativa como el ambiente general del pleno, pero celebración al fin y al cabo. Es frecuente que militantes de base y vecinos que han colaborado con los partidos se sumen al agasajo al regidor local y concejales del gobierno, y aquí no fue una excepción. Según Gutiérrez, los ediles comenzarán a conocer a partir de este lunes cuál será su labor. Dado el perfil del equipo, las áreas más técnicas, como Hacienda o Urbanismo, se presumen las más complejas de cubrir.

La próxima fecha clave, no obstante, será el 23 de julio, elecciones generales. Es muy probable que hasta ahí La Laguna viva en un compás de espera. ¿Un pacto de izquierdas que hoy parece difícil?, ¿una alianza con CC de 18 ediles?, ¿una cuasi mayoría PSOE-PP (13) que desactivaría la pinza que podrían hacer CC-PP (11) a los socialistas? o ¿un gobierno en minoría? «Déjame tu número», le dijo Ana Zurita a Alberto Rodríguez una vez terminado el pleno y a la espera de hacerse la foto oficial como concejal. Y es que, al menos por lo pronto, habrá mucho que negociar.