La conexión 'herreña' del Vaticano

El venezolano Javier Domingo Fernández González, hijo de un emigrante nacido en El Pinar, fue nombrado por el papa Francisco jefe de Protocolo de la Secretaría de Estado hace cuatro meses

Monseñor Fernández González, a la derecha, junto a un diplomático turco.

Monseñor Fernández González, a la derecha, junto a un diplomático turco. / E.D.

Hace poco más de cuatro meses el papa Francisco lo nombró jefe de Protocolo de la Secretaría de Estado del Vaticano. Monseñor Javier Domingo Fernández González nació en Caracas hace 50 años, pero la familia de su padre procede de El Hierro, es hijo de un emigrante piñero que buscó fortuna en tierras venezolanas. Su tía Herminia, ‘Miña’, para los vecinos de El Pinar, es su nexo con la Isla. 

No es un secreto, pero no todos saben que el jefe de Protocolo del Vaticano tiene un pasado ligado con El Hierro. Monseñor Javier Domingo Fernández González (Caracas, 1973) es hijo de un herreño que emigró a Venezuela a mitad del pasado siglo, concretamente, en su árbol genealógico hay una ramificación piñera que aún cuenta con un familiar directo en El Pinar, su tía Herminia. Ordenado sacerdote el 21 de julio de 2001, el religioso conserva un estrecho vínculo con la que fue conocida como la Isla del Meridiano y está al tanto de la profunda crisis migratoria que sacude a la parte más occidental del Archipiélago, justo donde se ilumina el faro de Orchilla, desde hace más de un año. De hecho, la delegación canaria encabezada por el presidente Fernando Clavijo y el vicepresidente Manuel Domínguez que visitó Roma a mitad del pasado mes de enero se vio sorprendida por el «alto conocimiento» que tenía el papa Francisco del drama humanitario que nace en aguas próximas al Archipiélago y que acaba con la llegada de cayucos a La Restinga, Arona, Arguineguín, Arrecife o Puerto del Rosario. Las vidas que se pierden en medio del Atlántico y la situación de desamparo a la que se enfrentan los que consiguen llegar a tierra con vida generan una enorme preocupación al jefe de Estado y octavo soberano de la Ciudad del Vaticano.

El ‘cura del Vaticano’

El sobrino de Herminia es conocido entre los vecinos de El Pinar como el cura del Vaticano. Sus visitas a El Hierro son intermitentes, pero tienen un enorme valor sentimental:su tía, que reside en una casa próxima a la iglesia de San Antonio Abad, optó por regresar a su tierra natal no hace mucho tras el fallecimiento en Venezuela de dos familiares muy directos y Javier Domingo suele permanecer a su lado durante pequeñas temporadas [entre siete y quince días], aunque no todos los años. Miña se convirtió en su momento en una sólida influencia para que el ahora jefe de Protocolo del Vaticano proyectara su vida al servicio de Dios. De toda su familia, al parecer, era la que más claro tenía que el pequeño Javier estaba destinado a vestir los hábitos y fue la que apoyó sin reservas su inclinación por el sacerdocio.

Miembro del servicio diplomático del Vaticano desde el 1 de julio de 2007, el presbítero caraqueño ha participado en misiones en el Chad, Nigeria, República Centroafricana [tiene unos conocimientos muy profundos de la realidad que se vive en el continente próximo a Canarias], India y Nepal. Fernández González, además, es doctor en Teología por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma y cuenta con otro doctorado en Derecho Canónico expedido por la Universidad Eclesiástica San Dámaso de Madrid. Habla, además, italiano, inglés y francés. Aunque muchos en El Pinar saben que es un sacerdote con «cargo» en la Ciudad Eterna, pocos son conocedores aún de que el papa Francisco ordenó su ascenso a jefe de Protocolo el 14 de septiembre de 2023. Como mucho, algunos vecinos se atreven a señalar nada más conocer la noticia que «sabíamos que iba a hacer carrera en Roma», comentan de un cristiano que procura pasar «desapercibido» las veces que acude a visitar a su tía. Eso no significa que no salga de casa, que comente cuestiones de actualidad con los vecinos, que se interese por las ambiciones de los jóvenes y que incluso colabore, o quiera estar cerca, de las actividades que se organizan en la iglesia del pueblo. Lo que no hace es contar casi nada de los cometidos que desempeña en Roma. Las personas que más se relacionan con él apuntan que le agrada descubrir cuestiones anudadas con la tierra de su familia y que disfruta de los paisajes y de la gastronomía herreña. «Es una persona muy sencilla», incide una vecina que ha tenido la oportunidad de coincidir con él en varias oportunidades. 

Nacido el 7 de julio de 1973 en Caracas, monseñor Javier Domingo Fernández González tomó el testigo del irlandés Joseph Murphy [designado subsecretario de la Sección de Personal Diplomático] al frente del departamento de Protocolo de la Santa Sede tras desempeñar durante varios años una tarea como funcionario de la Sección de Relaciones con los Estados y Organismos Internacionales, destino en el que supervisó directamente las relaciones con países hispanos y africanos. Por esta razón no es nada extraño que sea un buen conocedor de la deriva migratoria que golpea al Archipiélago. El alto cargo del Vaticano sigue con «mucho interés» el repunte de los flujos migratorios que se están generando en El Hierro, entre otras cosas, porque conoce al detalle las dimensiones y las particularidades de la Isla en la que crecieron los suyos. 

La visita del Papa a Canarias

No existe la certeza de que Javier Domingo Fernández González haya «metido mano» en una posible escala en Canarias del Papa Francisco en el próximo otoño, pero el grado de conocimiento que tiene el sucesor de Benedicto XVI, por lo menos, indica que el bonaerense Jorge Mario Bergoglio tiene información privilegiada de un territorio al que ya ha sido invitado de forma oficial. Primero, a través de los cartas firmadas por los obispos de Canarias Bernardo Álvarez y José Mazuelos, y más tarde con el mensaje que le trasladó personalmente el presidente Fernando Clavijo el pasado mes de enero.

Al margen de las buenas sensaciones con las que regresaron a casa los miembros de la expedición isleña, días después una pasada de frenada de la vicepresidenta Yolanda Díaz avivó aún más la posibilidad de que un papa pisara por primera vez el Archipiélago: «Debo ser discreta en torno a la visita del papa Francisco a Canarias, pero hemos hablado de ello; soy optimista, siempre soy una mujer optimista, la esperanza no defrauda», declaró en clave de adivinanza la dirigente de Sumar a los periodistas españoles que cubren la actualidad del Vaticano nada más salir ésta de la Biblioteca del Palacio Apostólico en el que mantuvo un breve encuentro con el religioso argentino.

Si su santidad programa volar a Argentina tras el próximo verano [todo depende de su estado de salud y se da por hecho de que puede ser su última gira transoceánica] las posibilidades de que haga una escala técnica en el Archipiélago son altas. Ésta sería la primera visita del pontífice a territorio español desde que asumió el papado y hay cierta «presión mediática» para que cristalice aunque sea pasando menos de 24 horas en las Islas. No hay nada oficial y, al margen de las invitaciones cursadas, todo se canaliza a través de la Nunciatura Apostólica en Madrid y la cúpula del Vaticano. Los pasos por parte de las autoridades políticas y religiosas insulares ya se han dado y, sin caer en una euforia desmedida, existe la sensación de que es «ahora o nunca». Todo está encauzado. Si los astros se alinean y el viento es favorable las opciones de que se produzca un anuncio histórico son reales, pero, salvo sorpresa, todo parece indicar que no habrá noticias antes de Semana Santa. La hoja de ruta apunta que el comunicado puede llegar en primavera para trabajar con tiempo todos los detalles: sin tener seguro nada, lo que sí se ha consultado ya son algunas cuestiones asociadas a la conectividad en previsión de que se pueda hacer efectiva una escala técnica algo más breve que la que realizó el presidente chino Xi Jimping en Tenerife en 2019. Todo está por decidir, pero si finalmente hay visita las apuestas a día de hoy indican que el papa podría pisar dos islas: Gran Canaria y El Hierro. 

Este domingo da la misa el sobrino de 'Miña'

Antes de que llegara su ascenso a jefe de Protocolo del Vaticano, Javier Domingo Fernández González viajó en varias ocasiones a El Hierro. Las visitas a su tía Miña son esporádicas, pero cada vez que ha surgido la posibilidad de tomar una conexión aérea con el aeropuerto de Los Cangrejos no ha dudado en reunirse con un familiar que tiene un calado importante en su vida. Conoce la devoción que hay en la Isla por la Virgen de los Reyes y ya ha participado en alguna Bajada. De hecho, ha colaborado con párrocos de distintos templos herreños: en la actualidad el titular de la iglesia de El Pinar, donde se venera a San Antonio Abad y a la Virgen de la Paz, también tiene raíces venezolanas. El cariño o la curiosidad que genera su presencia en suelo piñero se mide cada vez que un vecino dice: «Hoy da la misa el sobrino de Miña». Cuando se da esa circunstancia parece que en la bancada hay más feligreses para oír las palabras de un sacerdote que es recibido como uno de los suyos.