Guerra de Ucrania

El auge de las fuerzas populistas prorrusas inquieta en la UE ante las elecciones europeas de junio

Crecen las voces en el Europarlamento para que los Veintisiete creen instituciones de Defensa que investiguen las denominadas amenazas híbridas a través de políticos afines o gracias a la corrupción

Votación en el pleno del Parlamento Europeo

Votación en el pleno del Parlamento Europeo / PARLAMENTO EUROPEO/MATHIEU CUGNOT

Marc Marginedas

Es un goteo constante de revelaciones que, en cada ocasión en que se producen, provoca estupor entre los dirigentes de la Unión Europea (UE). Hace apenas unos días, la web de investigación The Insider confirmó que dirigentes del partido ultraderechista La Liga habían debatido en 2019 con un agente del Servicio Federal de Seguridad (FSB) ruso en un hotel moscovita un opaco esquema financiero para apuntalar las maltrechas finanzas de la formación de Matteo Salvini. Apenas una semana antes, la misma publicación desvelaba que el ayudante ucraniano de un parlamentario del Bundestag alemán afiliado al partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) era en realidad un agente de la inteligencia rusa. La posibilidad de que fuerzas populistas situadas en los extremos del abanico ideológico, ya sean próximas al Kremlin o fuertemente infiltradas por operativos de inteligencia de Rusia, incrementen su representación en el Parlamento Europeo tras las próximas elecciones europeas de junio inquieta sobremanera en Bruselas.

La reunión celebrada hace más de tres años en el lujoso hotel Metropol, a tiro de piedra de la plaza Roja de Moscú, entre representantes de La Liga y funcionarios rusos ya había sido dada a conocer por la prensa italiana. La novedad reside en la confirmación del perfil de uno de los asistentes, en realidad miembro del aparato de inteligencia ruso. Se trata de Andrei Járchenko, según The Insider agente del denominado Quinto Servicio del FSB, el mismo departamento que habría coordinado durante décadas las acciones de la eurodiputada letona prorrusa Tatjana Zdanoka, y que llevó a cabo actividades de polarización en Ucrania, tanto durante la Revolución de Maidán como en el periodo previo a la invasión de Ucrania por parte del Ejército ruso. De acuerdo con la publicación de la investigación, esta sección del aparato de inteligencia ruso tiene como mandato "desestabilizar a las democracias en el exterior".

Grupo parlamentario

En la Eurocámara, La Liga comparte grupo parlamentario con otras formaciones que han mostrado cercanía y apoyo a las tesis del Kremlin, cuando no han sido señaladas en investigaciones periodísticas como receptoras de financiación del Kremlin. La mencionada AfD, la Reagrupación Nacional de Marine Le Pen o el Partido de la Libertad de Austria han encontrado acomodo en la facción Identidad y Democracia, a la cual la gran mayoría de sondeos de opinión atribuyen un importante incremento de escaños ante la nueva legislatura, de la sesentena de diputados con los que cuentan en la actualidad a alrededor de 90. AfD ya ha planteado a la opinión pública de su país la propuesta de un 'Dexit', es decir, abandonar la UE al igual que el Reino Unido.

"Cuando una persona se hace un selfie con una camiseta con el rostro de Putin en la plaza Roja de Moscú, o es un tonto útil o está recibiendo beneficios de alguna forma del Kremlin; ahora vemos cuáles eran los beneficios", reacciona para El Periódico de Cataluña, del grupo Prensa Ibérica, en referencia a Salvini, Rasa Jukneviciené, exministra de Defensa de Lituania y vicepresidenta del Partido Popular Europeo. Esta europarlamentaria admite que de momento carece de "respuestas claras" y definitivas para poner coto a estas terminales de influencia rusa en Europa, aunque insiste en que el arma más poderosa de todas es el conocimiento: "Hay que exponerlos (estos canales de influencia) la gente debe saber".

El periodismo de investigación es una de los mecanismos más efectivos contra las amenazas híbridas y está recibiendo importantes apoyos legislativos de la Eurocámara para que pueda realizar su labor de forma más protegida y al abrigo de querellas judiciales abusivas. No obstante, Jukneviciené admite que "los periodistas no pueden con todo" y que la UE debería apuntalar su defensa, no sólo en el ámbito del Ejército, sino también en el de este tipo de agresiones menos visibles. "Quizás sea necesario dotar a alguien con potentes herramientas y capacidades de investigación, trabajando apoyado y en coordinación con los servicios de inteligencia de los países" para limitar estas influencias.

"Miedo a la democracia"

David McAllister, compañero de filas en el PPE y presidente de la comisión de Exteriores, comparte totalmente el análisis de la extitular de Defensa lituana. "Tenemos que dejar claro a los rusos que sabemos lo que están haciendo, que no tenemos miedo y que somos resilientes; así les demostraremos lo débiles que son, porque no tienen nada que ofrecer", asegura el eurodiputado, antes de apostillar: "Solo intentan desestabilizar los sistemas liberales porque en realidad tienen miedo a la democracia".

La injerencia del Kremlin, en opinión de Jukneviciené, no se materializa únicamente a través de fuerzas políticas afines de carácter populista. "La exportación más poderosa del Kremlin es la corrupción", sostiene, antes de citar, como caso más emblemático, el del excanciller alemán Gerhard Schröder, amigo personal de Vladímir Putin, presidente de la empresa subsidiaria alemana de Gazprom, el gigante ruso del gas, exmiembro del consejo de administración en la petrolera rusa Rosneft y artífice del proyecto Nord Stream 2, el gasoducto que unía Rusia con Alemania evitando Ucrania y que nunca llegó a entrar en funcionamiento.

De acuerdo con los expertos, en países como Bulgaria o Chipre, el Kremlin ha logrado hacer avanzar su agenda no mediante fuerzas políticas afines, sino tejiendo potentes redes clientelares económicas con un elevado grado de corrupción. La isla mediterránea, durante largo tiempo, ha sido un enclave donde oligarcas rusos blanqueaban dinero evadido de su país de origen, con unas autoridades locales que evitan cooperar en las investigaciones abiertas al respecto. El Estado balcánico, por su parte, ha tenido gobiernos formados por partidos formalmente proeuropeos, como Ciudadanos por el Desarrollo Europeo de Bulgaria (GERB, por sus siglas en búlgaro), liderado por Boyko Borisov, bajo cuyo mandato petroleras rusas como Lukoil han obtenido grandes privilegios fiscales y de explotación, llegando a copar un mercado como el de los hidrocarburos que en cualquier país es estratégico.

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