Valores extremos

Chile alcanza los 37ºC en pleno invierno: un episodio de calor inédito abrasa el Cono Sur

Los meteorólogos atribuyen el fenómeno a una combinación de El Niño y la crisis climática

Varias personas pasean por una calle de Santiago, capital de Chile.

Varias personas pasean por una calle de Santiago, capital de Chile. / EFE

Abel Gilbert

El calor extremo que calcina al hemisferio norte, desde China a la costa Oeste norteamericana, acaba de dejar su breve estela flamígera en el invierno de Argentina, Chile y también Uruguay. Las altas temperaturas han tenido algo más que el efecto de una anomalía meteorológica: anticipan trastornos que se presumen inéditos de cara al verano, que comienza el 21 de diciembre. De hecho, ya mostró lo tórrido que puede llegar a ser a fines de marzo pasado, a las puertas del otoño, cuando las ciudades del cono sur tuvieron que soportar 40ºC.

El cambio climático ha dejado de ser una mera proyección. Se siente en el aire, irrumpe con la forma de un tornado o una inundación, deja sus marcas en la sequía. A eso se le suma el fenómeno de El Niño, que no es otra cosa que el aumento de la temperatura marítima, que fluctúa entre +1,5 y 6 ºC por encima de lo normal. Eso suele provocar precipitaciones, inundaciones y aludes, además sofocantes canículas. La combinación de ambos factores es la fuente de los trastornos.

30ºC en Buenos Aires

Hubo un tiempo en Buenos Aires e incluso Santiago de Chile en que el frío podía ser algo más que una molestia. Eso ya es parte del pasado. Lo inédito y a la vez inquietante viene de la mano de un calor en invierno, lo que es una contradicción a los que los especialistas comienzan a acostumbrarse. De hecho, el pasado martes se registraron 30ºc en la capital argentina, el valor más alto desde que el Servicio Meteorológico Nacional registra a diario las variaciones climáticas. Habría que remontarse a 1942 para encontrar un caso aproximado: 24,6 ºC. La localidad chilena de Vicuña, en la cordillera de la región de Coquimbo, a unos 450 kilómetros al norte de Santiago, anotó el mismo martes 37 ºC, la cifra más alta desde 1951. En varias ciudades uruguayas se registraron el miércoles temperaturas similares.

Derretimiento de los glaciares

Hace 10 años teníamos dos olas de calor al año y ahora hablamos ya de nueve", señala el climatólogo de la Universidad de Santiago Raúl Cordero. Uno de los efectos más importante es el derretimiento de la nieve acumulada en las montañas, vital para el abastecimiento de agua en la capital chilena. El impacto en los glaciares, a ambos lados de la cordillera de Los Andes, es, a su criterio, devastador.

"Lo que estamos viviendo es la superposición de dos fenómenos: la tendencia del calentamiento global debido al cambio climático más el fenómeno de El Niño", ha explicado Maisa Rojas, ministra del Medio Ambiente de Chile, también climatóloga. "Por lo tanto, cuando acabe El Niño, la situación meteorológica mundial debería dejar de ser tan extrema", agregó.

Calor en los polos

Rojas también ha advertido de los efectos del calor en los polos: "El hielo alrededor de las zonas polares está en valores mínimos. Especialmente alrededor de Antártica -donde en esta época crece el hielo marino para llegar a un máximo en septiembre- se encuentra en un mínimo histórico", afirmó en redes sociales.

A principios de la semana, la prensa argentina habló sobre un desprendimiento de una importante cantidad de hielo marino en la vasta región polar sur equivalente al tamaño de Argentina. La comunidad científica aclaró de inmediato que no se había tradado de una separación como tal, sino de otro fenómeno asociado al calentamiento global. "El hielo marino se mide día a día con imágenes satelitales. Para julio de 2023, la cantidad de hielo que se congeló es mucho menor respecto de un valor de referencia de hace 30 años", explica el jefe del Departamento de Glaciología del Instituto Antártico Argentino (IAA), Sebastián Marinsek. 

La agenda

La ministra chilena remarcó: "Sabemos la solución: ¡dejar de quemar combustibles fósiles urgentemente!". Sin embargo, el calentamiento global no es un tema dominante en la agenda política. De hecho, la nueva Constitución que se redacta en Chile, con un claro predominio de la ultraderecha, es advertida como un peligroso retroceso en la materia, a contramano de lo que plantea actualmente en minoría el Gobierno de Gabriel Boric. En Argentina, tanto el peronismo, en el poder, como la oposición, apuestan por la explotación del gas y, en breve, la exploración petrolera en las costas de Buenos Aires.