Elecciones en el país sudamericano

Un hijo de desaparecidos se lanza bajo el aval de Cristina Kirchner a pelear por la presidencia argentina

La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner lo ungió en nombre de lo que llamó "la generación diezmada". Pero como en el peronismo todo puede mezclarse, lo acompañaría en la fórmula el exjefe de ministros del presidente Alberto Fernández, Juan Manzur

El ministro del Interior de Argentina, Eduardo de Pedro.

El ministro del Interior de Argentina, Eduardo de Pedro. / EP

Abel Gilabert

El peronismo, el partido de Gobierno en Argentina, nunca se llevó bien con los debates internos. En los años setenta los dirimía a balazos. Por primera vez irá a una primaria de cara a las presidenciales de octubre que, según los sondeos, le depara una amarga derrota. Uno de los aspirantes a representar al menguado oficialismo en los comicios es el actual ministro del Interior, Eduardo Wado de Pedro. No es solamente su cargo el que lo catapulta a la contienda sino su condición de hijo de padres desaparecidos durante la última dictadura militar (1976-83).

La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner lo ungió en nombre de lo que llamó "la generación diezmada". Pero como en el peronismo todo puede mezclarse, lo acompañaría en la fórmula el exjefe de ministros del presidente Alberto Fernández, Juan Manzur, conocido por su prosapia conservadora. Manzur es un caudillo de la norteña provincia de Tucumán, donde movió cielo y tierra para impedir que se aplique la ley que despenaliza la interrupción del embarazo.

De Pedro y Manzur competirán en la primaria con el exgobernador bonaerense, Daniel Scioli, quien cuenta con la bendición del mandatario. Fernández promovió las primarias como parte de su enfrentamiento sin tregua con la vicepresidenta. Fernández de Kirchner consideraba que el peronismo debía tener una candidatura única para no desgastarse internamente porque le esperan unas elecciones muy duras. Si los encuestadores no se equivocan, el peronismo podría llegar a quedar fuera de la segunda vuelta si se profundizan los problemas económicos. La inflación ya ha superado el 100% y la pobreza golpea al 40% de la población. El ultraderechista Javier Milei canaliza parte del malhumor social.

Primeras palabras

"Amo profundamente a mi país. Es necesario volver a representar y defender al país federal. Quiero ser tu presidente, el presidente de todas las familias argentinas. Recuperemos la esperanza y el orgullo de ser argentinos", dijo De Pedro a través de las redes sociales en su primera presentación como aspirante a la presidencia. Todo indica que vencería sin mayores inconvenientes a Scioli en las primarias de agosto.

Una biografía trágica

 Más allá de que los analistas le auguran una derrota segura en las urnas en octubre, su precandidatura no deja de tener un fuerte impacto político y simbólico. El todavía ministro del Interior tiene 46 años. Ha sido uno de los fundadores de la agrupación de hijos de desaparecidos durante los años noventa. Su padre, Enrique, formaba parte de Montoneros, la guerrilla urbana surgida en el seno del peronismo. Lo asesinó el Ejército un año después del golpe de Estado. Su hijo tenía pocos meses.

Meses más tarde, en 1978, fue secuestrada su madre, Lucila Révora, quien Estaba embarazada. "Tiene lugar un tiroteo muy fuerte en la casa donde estábamos viviendo. Yo me salvé de las balas por el cuerpo de mi mamá. Ella me refugia en la bañadera y se pone encima mío", ha relatado su hijo. Révora fue vista por última vez en un campo de concentración conocido como El Olimpo. La noche que la capturó una patota policial, el pequeño Wado estaba con ella. Los secuestradores lo dejaron al cuidado de uno de sus vecinos. La familia materna pudo recuperarlo en enero de 1979.

A los 20 años, De Pedro visitó la casa donde se llevaron a su madre. La dueña lo dejo pasar. Se dirigió hacia el baño. Todavía estaban las marcas de los balazos. "Fue muy duro".

Tartamudez y encuentro con hija de su victimario

Lleva consigo la marca de la tragedia. Su tartamudez no parece ser ajena a un crecimiento atravesado por el terror. "Hay estudios que demuestran que son consecuencia de traumas emocionales. Esos traumas están en mi infancia". Esa esporádica complicación puede surgir en público, pero no ha sido obstáculo para realizar una carrera política. Muchos argentinos no saben quién es y esa es una de las razones por las cuales su pre candidatura se parece a una carrera de obstáculos. A pesar de no ser un rostro familiar, tiempo atrás, una mujer lo encontró en la calle y le pregunto si se trataba de Wado. De Pedro dijo que sí y ella le contó que es hija de uno de los militares que había asesinado a su madre. "Te quiero pedir perdón porque yo tengo a mi padre en la cárcel, lo puedo ir a visitar, puedo pasar las Fiestas con él y sé que tú no”.

El salto de De Pedro a la competencia electoral es, según el kirchnerismo, resultado de la situación judicial que enfrenta su líder. La vicepresidenta considera a su condena en primera instancia a seis años de cárcel e inhabilitación para ejercer cargos públicos como un acto de proscripción que le impide volver a pelear por la presidencia. Su reemplazante natural debió ser el actual ministro de Economía, Sergio Massa. Las malas noticias inflacionarias y el peligro latente de un golpe de mercado que lleve al precio del dólar por los aires lo han disuadido de postularse como abanderado del peronismo.