Relaciones Washington - Pekín

Acuerdos y desacuerdos entre EEUU y China tras la visita de Blinken a Pekín

Este viaje ha servido para poner freno a la escalada de tensiones entre los dos países, un deterioro de las relaciones bilaterales que desde hace meses ha disparado las alertas en la comunidad global

El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken (izquierda), y el presidente de China, Xi Jinping, en Pekín

El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken (izquierda), y el presidente de China, Xi Jinping, en Pekín / REUTERS

Idoya Noain

El viaje a China de Anthony Blinken, el primer secretario de Estado de Estados Unidos que visita Pekín desde 2018, ha servido para poner freno a la escalada de tensiones entre los dos países, un deterioro de las relaciones bilaterales que desde hace meses ha disparado las alertas en la comunidad global.

La maratón diplomática de Blinken se ha cerrado este lunes con una reunión de 35 minutos con el presidente Xi JinpingAntes ha incluido una reunión previa este lunes de tres horas con Wang Yi, máximo responsable de la diplomacia del Partido Comunista chino, y una sesión el domingo de cerca de 10 horas, entre reunión y cena de trabajo, con Qin Gang, el ministro de Asuntos Exteriores de Pekín.

Blinken, que inicialmente iba a realizar el viaje en febrero pero lo pospuso por el incidente del globo espía chino sobre EEUU, ha definido las reuniones como “profundas, sinceras y productivas”. Y en los encuentros ha habido áreas de acuerdo y acercamiento, pero también recordatorios de los desacuerdos y puntos de enfrentamiento.

Áreas de acuerdo

Freno al deterioro de las relaciones

Ante el declive de las relaciones bilaterales en los últimos tiempos, la visita de Blinken a China y las reuniones con altos cargos, especialmente la de este lunes con el presidente Xi, confirmada solo 45 minutos antes de que comenzara, envían al menos la imagen de un esfuerzo compartido por frenar la escalada de tensiones y por no dejar que sea la hostilidad abierta la que domine la relación y el discurso.

“Los dos hemos estado de acuerdo en la necesidad de estabilizar nuestras relaciones”, ha dicho en una rueda de prensa el jefe de la diplomacia de Joe Biden tras su encuentro con Xi. “No queremos desacoplarnos, queremos reducir los riesgos”, ha asegurado también.

El líder chino, por su parte, ha expresado a Blinken que su país “respeta los intereses de EEUU y no retará o buscara reemplazar a EEUU”, según el breve comunicado chino oficial sobre la reunión que ha compartido la televisión estatal CCTV.

Avances específicos

En los encuentros EEUU y China han marcado áreas de potencial cooperación y Xi ha hablado de “avances y compromisos en algunos temas específicos”, que ha definido como algo “muy bueno”.

Entre esas áreas de acuerdo se incluyen el trabajo conjunto para lidiar con la emergencia climática y abordar también conjuntamente cuestiones relacionadas con la seguridad alimentaria mundial. Han tratado también el control de producción de fentanilo, el opioide en el centro de la pandemia de adicción en EEUU, muchos de cuyos materiales brutos se producen en laboratorios chinos.

Asimismo, han hablado de incrementar los vuelos comerciales entre los dos países y fomentar más intercambios para estudiantes, académicos y empresarios, y EEUU ha buscado que se entreguen más visados a periodistas que necesitan cubrir los dos países.

Moderación del discurso respecto a Ucrania

Frente a las declaraciones duras contra China por parte de EEUU tras la Conferencia de Seguridad de Munich en febrero, cuando Blinken confrontó a Wang y dijo que Washington creía que Pekín se disponía a dar ayuda militar letal a Moscú, se relaja el enfrentamiento retórico por el papel chino en la guerra de Ucrania.

Blinken esta vez ha asegurado que tanto EEUU como líderes de la Unión Europea “aprecian” las aserciones de China de que no está dando esa asistencia letal y ha dado la bienvenida a los esfuerzos de Xi por lograr un final “justo y duradero” a la guerra.

Futuras reuniones

La visita de Blinken permite allanar el terreno para más reuniones de alto nivel entre los dos países. Qin, el ministro de Asuntos Exteriores, aceptó tras su reunión del domingo con Blinken una invitación para viajar próximamente a Washington.

Se espera también que el acercamiento permita contribuir a cerrar viajes próximos a China de la secretaria estadounidense del Tesoro, Janet Yellen (una visita que busca Pekín), y de la de Comercio, Gina Raimondo, así como de John Kerry, el enviado especial de Biden parar asuntos del clima.

El culmen de los contactos de alto nivel podría llegar en noviembre, justo un año después de que Biden y Xi se encontraran en persona en los márgenes de la reunión del G-20 en Bali. Ese encuentro podría producirse en San Francisco si Xi acude a una cumbre de la organización de Cooperación Económica Asia-Pacífico que se celebrará en California.

Áreas de desacuerdo

Sin canal directo entre militares

Para EEUU uno de los objetivos primordiales del viaje era establecer un canal de diálogo directo militar entre los dos países, pero en este campo ha llegado uno de los mayores fracasos antes la rotunda negativa china a ese canal.

“Quiero enfatizar que nada de esto se resuelve en una visita, un viaje, una conversación”, ha dicho Blinken. “Es un proceso”.

Los temas centrales

Aunque frente a las cámaras se han eludido los temas más espinosos de la relación bilateral, tanto en conversaciones en privado como en declaraciones las dos partes han dejado claro que sus posiciones permanecen inmóviles en cuestiones que tanto Washington como Pekín consideran centrales en sus propias agendas.

Para China, la asistencia militar de EEUU a Taiwán es una violación de su soberanía y los controles que Washington ha impuesto a exportaciones de tecnología son un intento de evitar su desarrollo,

Blinken, por su parte, ha reiterado su “preocupación” por lo que interpretan como “acciones provocadoras” de China en el estrecho de Taiwán y los mares de China meridional y oriental. Además, asegura que ha sacado a colación en sus reuniones cuestiones de Derechos Humanos, incluyendo prácticas represivas en Xinjiang, Tibet y Hong Kong.

La estela del viaje

Pese a las buenas palabras sobre las reuniones y la imagen que se ha tratado de proyectar de freno a las tensiones, es evidente que estas persisten.

Poco después de que el avión de Blinken despegara para su regreso a Washington, el ministerio de Exteriores chino ha definido la reunión de Xi con el estadounidense como una mera cuestión de “cortesía” y ha vuelto a asegurar que la responsabilidad de las fricciones es de EEUU, según ha informado Bloomberg citando a la televisión estatal china.

Wang también había dejado un mensaje duro este lunes, pidiendo a Washington que levante sanciones contra China que merman su desarrollo tecnológico y que deje de “dar bombo” a la “teoría de la amenaza china”.